Soy
Miguel, Príncipe de la Milicia Celestial. Amados Hijos de la Luz, hijos
queridos de la Ley del Uno, aquí estoy en este momento con vosotros.
Que la paz de Cristo esté con vosotros. Que el Cristo Interior se
revele. Vengo con el fin, a la vez de difundir e irradiar mi Radiación
en esta Tierra porque en las etapas actuales, marcan el acceso de la
Tierra a esos espacios de Eternidad, igual que vuestro propio retorno al
seno de la Eternidad, vengo a sembrar, vengo a difundir. Desde mi
última venida, he anunciado la fusión y la reunificación misma, en esta
densidad en la que estáis, de la Vibración de Cristo y de la Vibración
Miguel. En estos tiempos, más que nunca, y más que antes, se os ofrece
la posibilidad Vibratoria de reunificaros, de realinearos, de centraros
en vuestro Templo.
Ha
llegado la hora en el equinoccio de primavera, de recibir a Cristo en
vuestro Templo Interior. Entonces, como se había dicho cuando recorrió
esta Tierra en cuerpo de carne, preparaos. Ha llegado la hora de
prepararos. ¿Qué es prepararse? Es ir a lo esencial, más allá de los
sentidos, más allá de vuestros encantos, más allá de vuestras
atracciones, penetrar en vuestro Templo Interior, ahí donde se vive y se
realiza la alquimia del fuego del Corazón, que hace que os reactivéis,
vosotros mismos, en la frecuencia de la Unidad, en la frecuencia
Unitaria, esa que os hace penetrar, de manera definitiva vuestro retorno
a vuestra Eternidad, vuestra conexión a la Fuente en la que descubrís
que sois Niños de la Ley del Uno, los Niños de la Fuente, los Seres de
Luz a punto de desvelarse.
Amados
Niños de la Ley del Uno, amadísimas Semillas de Estrellas, la cuestión
que os propone la Luz es la misma que la cuestión que os ha hecho el
Cristo: ¿Deseáis haceros Cristo? Todo se resume a esta única pregunta.
¿Estáis preparados a instalaros en las Estancias de la Alegría eterna? ¿
Estáis preparados a instalaros en vuestra Eternidad? La Tierra vive, en
estos mismos momentos su Pasaje. No preguntéis a los Arcángeles (de los
que yo represento hoy el portavoz, sin impedir en nada la acción de
Anael), no busquéis la fecha porque la fecha ha llegado. Estáis hoy, en
el instante de vuestra Presencia en vosotros mismos, a punto de vivir lo
que os fue anunciado desde el inicio de las Bodas Celestiales.
Las
5 nuevas frecuencias Vibratorias, actualizadas en vuestros 5 nuevos
Cuerpos, os permiten reencontrar de ahora en adelante en lucidez, en
conciencia, vuestra Eternidad. Yo os he pedido hace varios meses, que
fuerais los portaestandartes de la Luz, los Sembradores de Luz, los
Anclas de Luz, cosa que vosotros habéis hecho, más o menos en función de
vuestras posibilidades, en función de vuestras aperturas reales a la
Luz, manifestada, encarnada y concretada. Hoy, por el Fuego de Miguel y
por la gracia de la efusión que vendrá desde el equinoccio de primavera y
a continuación del solsticio de verano, os dará los medios, mediante el
Arcángel Metatrón, de concretar el retorno final de la Luz.
Amadísimos
Niños de la Ley del Uno, amadísimos Niños de la Eternidad, se os pide
alinearos, cada vez más frecuentemente, con la Fuente y con la
Eternidad. Llamad a los Arcángeles, llamad a la Fuente para que, de
manera definitiva, el conjunto de vuestra vida y de vuestra conciencia
se haga bajo los auspicios y la guía de la Luz. El Fuego de mi Espada,
que ha penetrado las Conciencias humanas, va de ahora en adelante a
penetrar el Fuego de la Tierra. Esto se realizará en vuestros Cielos y
ante vuestros ojos. Se ha dicho (y yo lo he confirmado) que la
manifestación de mi Presencia y de mi Radiación a vuestra vista, en
vuestra Dimensión, se realiza en vuestros Cielos por la presencia y la
visión de los cometas, asteroides y nuevos cuerpos planetarios y
asteroides de vuestro Cielo correspondiendo, en vosotros a la Espada de
Miguel. Yo volveré, durante este periodo que va desde el equinoccio de
primavera y el solsticio de verano, paralelamente a María, paralelamente
al Arcángel Uriel que preside el destino de este periodo, y
paralelamente al Arcángel Metatrón que tiene el rol de finalizar, de la
instalación de la nueva Dimensión.
Amadísimos
Niños de la Luz y amadísimas semillas de estrellas, el “preparaos” que
os he lanzado es un “preparaos” solemne. Os pide que tengáis claridad
con vosotros mismos (como dicen las Estrellas de María) que penetréis
más profundamente en vosotros mismos, que manifestéis más y más con
estallido, la Luz de la Fuente Una en vuestra vida y en torno a
vosotros. Centrándoos y alineándoos, preparándoos así, vais a
manifestar, irradiar la Luz. Dejad actuar a la Luz, en vosotros como
fuera de vosotros. Esto requiere, de parte de lo que sois todavía, en
esta encarnación, el despojamiento, la humildad, la simplicidad, la
Claridad y la Profundidad.
La
Unidad, a punto de instalarse, permite activar en vosotros sus virtudes
cardinales llamadas la Estrellas de María, presentes, antes de la
falsificación, en lo íntimo de este ADN, esa vestidura (como se ha
dicho) en la que estáis. Amadísimos Niños de la Luz y amadísimos Niños
de las estrellas, hoy, cada día y cada minuto de vuestro tiempo
terrestre, está contado. Os permite aproximaros, si tal es vuestro
Abandono, si tal es vuestra recepción, siempre a la Fuente y a Cristo.
Yo llevo la Vibración Cristo-Miguel, de igual forma que vosotros os
apresuráis a llevarla. Los momentos que vivís en esta Tierra, los
momentos que vivís en vuestra conciencia, son los instantes que serán
gravados como nunca en la memoria de vuestra Eternidad y no en la
memoria de esta Tierra porque esa memoria está llamada a desaparecer en
la Eternidad de la Unidad.
Amadísimos
Niños de la Luz, amadísimos Niños de la Ley del Uno, la hora de vuestro
despertar ha sonado. El conjunto de las trompetas del apocalipsis han
sonado. Lo que vivís, lo que veis, lo que sentís, debe ser objeto de un
atención extrema de vuestra conciencia. Desde el momento en que la Luz
os llama, por la cabeza o por el Corazón o por el sacro, tratad de
responder, tratad de llevar vuestra conciencia para nutriros de la Luz
que llama a vuestra puerta. Ha llegado la hora de crecer en Luz y en
humildad. Es así que el desplazamiento de la conciencia, del aspecto
limitado al aspecto ilimitado, va a realizarse cada vez más
profundamente, cada vez más claramente, cada vez más en esta Tierra. En
el despliegue de los tiempos que se instalan, en el despliegue de los
tiempos que llegan, vuestra Luz será importante para aquellos de
vosotros, entre vuestros Hermanos y Hermanas, que no han recibido
todavía la Luz.
La
Luz es una cualidad de Ser. No es una cualidad de persuasión. No será
nunca una cualidad de voluntad. No será nunca una cualidad que se
impone. Estar en la Vibración de la Luz, por la gracia del Fuego de
Miguel, por la gracia de la Presencia del Arcángel Uriel, por la gracia
de la Redención, no se realiza más que por la humildad más verdadera y
la más auténtica. Participando de la elevación de la Tierra,
participando en el despliegue de la Luz, habéis obrado, cada uno con
vuestras capacidades.
Hoy
la etapa que se os pide es esta etapa de preparación intensa. Esto no
puede perjudicar de ninguna forma lo que queda de encarnación. Esto no
puede perjudicar de ninguna forma las actividades que todavía os son
posibles. No se os pide que os apartéis de este mundo sino más bien de
investirlo, en totalidad por vuestra Luz. La Luz, la que estableceréis y
manifestaréis en vuestro Templo Interior, es la que os proyectará hacia
el exterior como Cristo. Se os pide, como os dijo mientras vivió, hacer
cosas todavía más grandes que las que él realizó durante su vida.
Vosotros penetráis de ahora en adelante los espacios de la creación
instantánea. Vuestro pensamiento redescubre su capacidad creadora.
Vuestros comportamientos, en lo absoluto, serán creadores: creadores de
Luz, creadores de vida, creadores de Unidad.
Es esto a lo que estáis
llamados, sostenidos por mi Fuego, en vuestros Cielos, sostenidos por el
Fuego del Cielo, sostenido por el Fuego de la Tierra y sostenidos por
el Fuego de Cristo como Cristo o Ki-Ris-Ti, Hijo Ardiente del sol.
Amadísimos
Niños de la Luz, hoy y ahora, solemnemente, en vosotros, aquí como allí
en esta Tierra, va a desarrollarse la triple bendición, ligada a mi
Presencia, a mi Espada, en vosotros como en la Presencia del Arcángel
Uriel y del Arcángel Metratrón. Juntos, tri Unitarios, Metatrón, Uriel y
yo vamos a difundir la nueva tri-Unidad realizada por Cristo, María y
yo mismo, en el seno de la Trinidad arcangélica que vamos a vivir
juntos, ahora. Amadísimas Semillas de estrellas, durante este espacio de
Vibración y de radiación, acojamos, juntos primero a Lord Metatrón.
…Efusión Vibratoria…
Juntos ahora acojamos al Arcángel Uriel, Arcángel de la Inversión y Ángel de la Presencia.
…Efusión Vibratoria…
En presencia de la Trinidad tri-Unitaria arcangélica, acojamos Ki-Ris-Ti.
…Efusión Vibratoria…
En virtud de lo que yo soy, en virtud de la Vibración Una de la Fuente.
…Efusión Vibratoria…
Amadísimos
Niños de la Luz, amadísimos Niños de la Ley del Uno, la Trinidad
tri-Unitaria arcangélica da la gracia. Yo soy Miguel, Príncipe y
Regente, como tal, que la paz, el Amor, la Luz y la Verdad,
resplandezcan en vuestro Templo Interior. Yo intervendré, de manera
inesperada, cuando llegue el tiempo, a la vez de hablaros y de haceros
vivir una nueva comunión. Amadísimas Semillas de estrellas, amadísimos
Niños de las estrellas, os digo hasta muy pronto. Mi bendición y mi
Fuego os acompañen.
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CANALIZACION: Jean Luc Ayoun
TRANSCRIPCION: Véronique Loriot
traducción: Susana Milan