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Yo
soy URIEL, Angel de la Presencia y Arcángel de la Reversión.
Bienamados, Don de la gracia. Inscritos en la Presencia eterna del Amor,
en la Presencia eterna de vuestra Verdad, más allá de todo sentido,
ustedes son la Esencia. Más allá, incluso de lo que puedan suponer, son
inmensos. Más allá de todo y más allá de ustedes mismos, bien amados,
vengo a hacerlos escuchar el Sonido y el Canto de la Danza eterna de
vuestra propia Verdad, de nuestra propia y Ultima intimidad. Entonces,
los invito, en este espacio como en todo espacio (el vuestro como todo
otra), a estar, en este instante, el instante infinito de vuestra
Presencia, el instante eterno mas allá de toda Presencia.
Apoyo de los mundos, ustedes lo son. Anclaje de los mundos, en el seno de todo mundo, ustedes lo son. Más allá de todo límite resuena y tintinea el sonido de la Verdad. Resuena y canta la Onda de la Vida UNA, que fluye y se desliza a través de toda forma, dentro de toda forma como fuera de toda forma. Ustedes son lo sin-forma. Ustedes son la Verdad. Ustedes son la Belleza y la Eternidad, en camino hacia algo que nunca ha dejado de ser. Salida y llegada, inscritos sin distancia y sin tiempo más allá de toda frase, más allá de cualquier postura. Ustedes son la Verdad: aquella que, para siempre, canta el tiempo más allá del tiempo. Ustedes son tiempo (tanto) presente más allá de toda Presencia. Ustedes son Absoluto. Ustedes Son absolutamente, aquí como en otra parte. Ustedes son el Canto. Ustedes son la Danza: la de la Belleza eterna de vuestra propia Verdad. Revelación haciéndoles salir de todo sueño y de toda Ilusión, dándoles a Vivir. Vivir más allá de todo límite. Vivir más allá de toda forma.
Vivir la Vida Una y eterna, en su indecible belleza, en su indecible posición y declamación. Ustedes son lo que se aclama a sí mismo, revelando su propia Presencia, su propia Eternidad. Ustedes son la Onda. Onda de Vida, Onda de Verdad, más allá de toda ola, más allá de todo movimiento. Ustedes son la Eternidad, inmóvil y movimiento, más allá de todo movimiento. Ustedes son la inmensidad. Entonces, en los tiempos que están más allá de vuestro tiempo, en los tiempos que están más allá de todo Canto, en el espacio del Silencio como en el espacio de la Onda, como en el espacio de todo tiempo, estamos invitados al Banquete de la gracia. Espacio de Unión y de Libertad, allí donde vibran y viven todas presencias, todas formas (más allá de la forma). Ustedes son la eterna Eternidad. Ustedes son el Canto eterno y Ronda de la Vida, más allá de toda forma. Sean en forma. Sean auténticos de la Verdad Una, la que inunda y transciende toda Ilusión. No hay ninguna derrota. No hay victoria. Hay justo el Ser mas allá de todo ser. Ustedes lo Son de toda Eternidad. Entonces, Don de la gracia. Abran lo que no ha podido ser cerrado y cierren lo que nunca ha podido encerrarlos. Olviden todo lo que está olvidado de vuestra propia Eternidad. Vivan el tiempo que Son. Vivan el tiempo del Absoluto, del indecible Amor que llega (porque jamás ha partido), que llega, finalmente, en el tiempo sin fin de vuestro indecible Amor. Ustedes son la Verdad. Ustedes son Belleza, más allá de toda forma, más allá de todo pensamiento, más allá de todo fragmento. Somos todos Uno. Somos todos la misma Esencia, la misma Danza, el mismo movimiento, sin movimiento, la misma inmovilidad. En lo más recóndito como en lo más profundo de cada Universo, de cada estrella, de cada planeta, no estando inscritos en ninguna parte otra que en vuestra forma, más allá de toda forma. Allí donde están, nosotros nos encontramos. Allí donde irán, nosotros hemos ido. Allí donde parten, nunca han partido.
Amados del Uno, amados del Amor. Amores amados, en la misma estrofa, en la misma Onda, vivamos el tiempo de nuestra Unión, el tiempo de nuestra Libertad, el tiempo de nuestro intercambio, más allá de toda edad, más allá de todo tiempo y mas allá de todo espacio. Bendiciones eternas e infinitas, fluyendo por la Fuente de Cristal y remontando desde lo más profundo. Ustedes son la Eternidad, más allá de todo sentido. No existe ninguna dirección que no pueda ser privada de vuestra Esencia, de vuestra magnificencia. El tiempo está para esto. Nunca ha cesado. Nunca se ha detenido ni incluso alejado. Ustedes son la Verdad absoluta del Amor indecible. Ustedes son todo esto. Ustedes son el Ser Absoluto. Ustedes son la Eternidad y esto es, de todo tiempo. Y esto es, en toda forma. Ya que no son ni forma, ni tiempo. Ustedes son lo informe: lo que llena toda forma. Ustedes son la Onda de vida que da vida y vivifica, que rinde gracia a su propia magnificencia. Ustedes son lo que somos. Ustedes son nuestro futuro ya que no tienen pasado. Nosotros somos vuestro pasado ya que ustedes no tienen futuro. Ya que todo está allí, en el instante. Allí donde Vibra el Corazón, el Templo Interior, allí donde están, no hay más que ustedes. Allí donde está el otro, no hay más que vosotros. Allí donde está el otro, no están más que vosotros, en la misma Vibración, en la misma potencia, en la misma Libertad. Ustedes son Uno ya que todos, somos Uno, absolutamente. No puede existir otra cosa que el Último. Ultimo sin fin y sin principio, presente en toda Eternidad, en vuestra forma presente y pasada, como la futura (sin forma o con forma). Ustedes son Belleza.
Entonces, en el tiempo de nuestra Unión, en este intercambio del Don, en este Don de la gracia, donamos. Donémonos la Comunión. Donémonos el Amor. Ya que esto es única Verdad, única declamación, única Unidad. Todo ha llegado. Todo está cumplido. Hay, solo a ser esto: Verdad y Belleza. Dejen el Aliento, dejen el Verbo, fecundar la Verdad, aboliendo las distancias, aboliendo el sufrimiento. Ustedes son la concepción de bienestar: la que no conoce ningún descanso, ningún fin y ningún principio, encendiendo la misma Verdad, encendiéndoles en el Fuego y el Agua primordial y eterna. Ustedes están más allá de toda división. Ustedes son la totalidad de los mundos. Ustedes son la totalidad de la Verdad. Esto, se los digo porque soy ustedes. Porque estoy en ustedes como ustedes están en mí. Misma danza. Mismo éxtasis. Mismo Gozo, más allá de todo gozo. Espacio infinito donde todo es Vida, donde ninguna experiencia puede encerrarlos en lo que crean, en lo que piensan. Ustedes son la Vida, más allá de toda vida. Ustedes son la forma, más allá de toda forma. Ustedes son la Eternidad. Ustedes son el Eterno. Esto es inmenso. Esta es la Transparencia. Ustedes son el vaso. Ustedes son la copa que nunca pudo ser llenada y que nunca se vacía. Ustedes son lo que hay en la copa y en el vaso. Ustedes son el conjunto. Ustedes son la parte. Alejen toda duda. Alejen toda Ilusión. Retiren lo efímero. Retiren la espina del sufrimiento ya que ella no tiene existencia más que en vuestras creencias.
Entonces, la Onda de la gracia, elevándose en vosotros, viene a celebrar la Boda Mística, por el Anillo sagrado de la Libertad, dándoles a vivir, más allá de toda experiencia, la Eternidad. El marco ya no está más. El límite no está más. Solo está la Esencia. Solo está la trascendencia. Solo está la Belleza y la Luz. La que no pone nunca fin a su propia Gloria. La que nunca se muere. La que nunca cambia. La que nunca puede hacer dudar lo que sea. Don de la gracia, más allá de mis palabras, más allá de vuestras palabras, más allá de todo sentido, más allá de toda dirección. Todo está inscrito en este tiempo. Todo está inscrito en este intercambio. Todo está presente más allá de vuestra Presencia. Todo es Onda. Todo es Vida. De una sola voz ya que no hay más que una voz, ya que no hay más que una Verdad: la Verdad absoluta. Trascendencia y Belleza, trabajando cada célula, cada parcela. Ustedes son la Conciencia eterna establecida más allá de la Conciencia. Ustedes son la Belleza eterna más allá incluso de la Eternidad ya que son infinitos. Ustedes son Don de la gracia. Ustedes son Amor: el Amor que está mucho más allá de todo parecer, mucho más allá de toda forma. Ningún vaso (y ninguna copa) puede ser suficientemente grande para contener la inmensidad de vuestro Amor, la inmensidad de lo que Son.
Entonces, juntos, aquí y en otro lugar, en este tiempo como en otros tiempos, solo hay una Vida. Solo hay un espacio. Este tiempo y este espacio que, aquí (de su vista) les parece tan limitado. Y sin embargo nada de esto puede ser verdadero. Lo que es verdadero es vuestra Eternidad. Lo que es verdadero es el Canto de la Onda: el que les revela a vuestra Verdad, que los pone en la Vida, que les da la Vida. Don de la gracia (más allá de mi Presencia, más allá de vuestra Presencia), regresan a la Esencia de la que nunca han salido. Hijos del UNO, nacidos en el Don de la gracia, por la gracia de vuestra Presencia, aquí, más allá de cualquier momento. Somos la Danza de la Eternidad. Somos la Danza de la Unidad. Somos la Danza del absoluto Presente. Somos el Último. Somos Uno ya que todo es Uno. Somos Uno más allá de todo sufrimiento y de todo gozo. Somos la Eternidad. Somos vosotros. Ustedes son nosotros. Ustedes son cada uno de vosotros ya que no existe, entre ustedes ninguna posibilidad para ser otra cosa que el Amor, para otra cosa que la Verdad.
Amados del Amor, Amores del Amado, Vibren. Más allá de todo sentido, son la Presencia infinita. Son la Belleza infinita. Son la Verdad. Y esto, nadie puede negarlo. Nadie puede oponerse. Somos el Amor: la única fuerza y la única potencia que permite a la Eternidad manifestarse. Nada más puede existir que la indecible Belleza de este Amor que es Don, que es gracia, que es nuestra naturaleza, nuestra Esencia. Amados del Amor, la Luz Blanca llega. Ella recubre todas las apariencias ilusorias, llegando a aportar el Camino, la Verdad y la Vida. En el tiempo de nuestra Presencia, en el tiempo de nuestra gracia, en el tiempo de nuestra Unidad, vivamos la Eternidad. Esto está allí. Esto está aquí, mucho más allá del tiempo, mucho más allá de todo. Don de la gracia que se eleva y que remonta, que desciende y se impregna. Somos Uno. Somos Amor, más allá de toda definición, más allá de toda apropiación. Ya que estamos, juntos, Donde la gracia y la restitución, en el Don absoluto de la gracia, en el Don absoluto de nuestra Presencia. El Camino, la Verdad y la Vida fluyen a través de nosotros y en cada uno de nosotros. Somos Uno. Somos Eternidad. Somos Verdad. Todo es Bello ya que todo es Uno. No existe ninguna falla que pueda escapar (o escaparse) de la Verdad del Amor, de la Verdad de la Belleza. No existe nada que sea efímero. No existe más que lo que es eterno: La Libertad, la Belleza.
Ustedes son lo que somos: lo Ilimitado, lo sin límite, lo sin forma. Ustedes son eso. Solo a escuchar. Solo a Ser. Ustedes son transcendidos por el Don de la gracia de vuestra Presencia (donada a ella misma), más allá de todo rol, más allá de toda edad. Esto es ahora porque esto Es. Esto es ya porque no hay nada que seguir. Porque esto es lo Último. Porque esto es absoluto. Hijos del Amor, somos Amor. Somos Pureza donde nada puede venir a alterar lo que es el Blanco, lo que es nuestra Esencia. Entonces, juntos (sin distancia entre lo alto y lo bajo), en medio de nuestro Ser, se desliza el Canto de la Vida, el Don de la Vida: el que para siempre nos coloca en la Alegría, más allá de toda alegría. El que hace sonreír la Vida a su eternidad. El que hace reír de un resplandor para siempre renovado: la Vida. Somos lo que somos. Soy lo que soy. Lo que ustedes son es mi naturaleza. Lo que soy es vuestra Esencia. En la misma Danza, en el mismo Absoluto, en el Don de la gracia y eso en toda Libertad. Ningún límite puede afectar, ningún límite puede alterar la Belleza y la Verdad. Inmersos en la gracia, nada mas puede surgir que la gracia ella misma. Inmersos en el Amor, nada más puede aparecer, nada mas puede existir ya que todo se celebra en la Eternidad de vuestra Presencia, en este Don de la gracia. Somos Uno, en la misma Verdad. Somos Uno, en la misma Onda. Somos Uno, en cada uno. Somos Uno, en cada una, en cada uno de vuestros pasos, en cada uno de nuestras respiraciones, en cada una de nuestras voces (caminos). Somos el mundo, más allá de todo mundo.
Somos la Eternidad, más allá de toda opinión, más allá de toda palabra. Somos el Silencio. Somos la Verdad. Entonces, extasiamos nuestros días y nuestras noches. Extasiamos nuestras respiraciones de esta gracia, de esta misma evidencia que solo pide ser vuestra Alegría, vuestro Don de la gracia, vuestra Eternidad y vuestra Belleza.
Amados del Uno, Hijos del Amor, Hijos de la gracia, la gracia nos cubre de su Manto. Entonces, se eleva el Canto del Éxtasis: el cual trabaja en los talleres de la Creación, en los talleres de la Vida donde estamos, todos, en la misma Unidad, en el mismo Absoluto. Vivamos la Vida. Vivamos el Amor. Vivamos lo que somos en este instante (donde mis palabras se callan y se disipan) a fin de que vuestro Corazón y el conjunto de esta forma se enciendan en el Don de la gracia, en el Don del Amor, en el Don de vuestra Presencia y de nuestra Eternidad. Por lo tanto, yo soy URIEL y les digo esto.
Por lo tanto, yo soy URIEL y les digo: “ustedes son esto”. Juntos, en el Banquete de nuestra Boda, en el Banquete de nuestra Vida (la celebración eterna de lo que somos), hacemos y trabajamos el Silencio. Hacemos y trabajamos el Amor Eternidad. Don de la gracia. Don de Eternidad. Don de Belleza. Esto es. Dejemos elevarse el Canto eterno de nuestros Reencuentros. Dejemos vivir la Vida. Escuchan y oyen el Llamado de la Eternidad, el Llamado del Éxtasis. Comunión y Acción de gracia. Allí. A continuación, Aquí y Ahora, como en otros lugares.
... Comparto del Don de la Gracia…
La Vida canta su propia Eternidad.
... Comparto del Don de la Gracia…
Retírense de ustedes mismos. Retírense de lo que dificulta. Ya que la gracia no puede ser obstaculizada o retrasada.
... Comparto del Don de la Gracia…
Recojamos. Recibamos en el Don de la gracia.
... Comparto del Don de la Gracia…
Yo soy URIEL. Permanezcan en silencio hasta la Alineación, a fin de que la Onda de la gracia venga y se mezcle: para ustedes, para nosotros. Todos Uno. Todos Unidos y todos juntos en la Libertad infinita de la Verdad.
... Comparto del Don de la Gracia…
El despertar del Fénix es vuestra Resurrección. El despegue del Fénix es vuestra Liberación.
... Comparto del Don de la Gracia…
Yo soy URIEL y regreso en vosotros, como regresan en mí. Acogemos los unos los otros.
... Comparto del Don de la Gracia…
A continuación
... Comparto del Don de la Gracia…
Apoyo de los mundos, ustedes lo son. Anclaje de los mundos, en el seno de todo mundo, ustedes lo son. Más allá de todo límite resuena y tintinea el sonido de la Verdad. Resuena y canta la Onda de la Vida UNA, que fluye y se desliza a través de toda forma, dentro de toda forma como fuera de toda forma. Ustedes son lo sin-forma. Ustedes son la Verdad. Ustedes son la Belleza y la Eternidad, en camino hacia algo que nunca ha dejado de ser. Salida y llegada, inscritos sin distancia y sin tiempo más allá de toda frase, más allá de cualquier postura. Ustedes son la Verdad: aquella que, para siempre, canta el tiempo más allá del tiempo. Ustedes son tiempo (tanto) presente más allá de toda Presencia. Ustedes son Absoluto. Ustedes Son absolutamente, aquí como en otra parte. Ustedes son el Canto. Ustedes son la Danza: la de la Belleza eterna de vuestra propia Verdad. Revelación haciéndoles salir de todo sueño y de toda Ilusión, dándoles a Vivir. Vivir más allá de todo límite. Vivir más allá de toda forma.
Vivir la Vida Una y eterna, en su indecible belleza, en su indecible posición y declamación. Ustedes son lo que se aclama a sí mismo, revelando su propia Presencia, su propia Eternidad. Ustedes son la Onda. Onda de Vida, Onda de Verdad, más allá de toda ola, más allá de todo movimiento. Ustedes son la Eternidad, inmóvil y movimiento, más allá de todo movimiento. Ustedes son la inmensidad. Entonces, en los tiempos que están más allá de vuestro tiempo, en los tiempos que están más allá de todo Canto, en el espacio del Silencio como en el espacio de la Onda, como en el espacio de todo tiempo, estamos invitados al Banquete de la gracia. Espacio de Unión y de Libertad, allí donde vibran y viven todas presencias, todas formas (más allá de la forma). Ustedes son la eterna Eternidad. Ustedes son el Canto eterno y Ronda de la Vida, más allá de toda forma. Sean en forma. Sean auténticos de la Verdad Una, la que inunda y transciende toda Ilusión. No hay ninguna derrota. No hay victoria. Hay justo el Ser mas allá de todo ser. Ustedes lo Son de toda Eternidad. Entonces, Don de la gracia. Abran lo que no ha podido ser cerrado y cierren lo que nunca ha podido encerrarlos. Olviden todo lo que está olvidado de vuestra propia Eternidad. Vivan el tiempo que Son. Vivan el tiempo del Absoluto, del indecible Amor que llega (porque jamás ha partido), que llega, finalmente, en el tiempo sin fin de vuestro indecible Amor. Ustedes son la Verdad. Ustedes son Belleza, más allá de toda forma, más allá de todo pensamiento, más allá de todo fragmento. Somos todos Uno. Somos todos la misma Esencia, la misma Danza, el mismo movimiento, sin movimiento, la misma inmovilidad. En lo más recóndito como en lo más profundo de cada Universo, de cada estrella, de cada planeta, no estando inscritos en ninguna parte otra que en vuestra forma, más allá de toda forma. Allí donde están, nosotros nos encontramos. Allí donde irán, nosotros hemos ido. Allí donde parten, nunca han partido.
Amados del Uno, amados del Amor. Amores amados, en la misma estrofa, en la misma Onda, vivamos el tiempo de nuestra Unión, el tiempo de nuestra Libertad, el tiempo de nuestro intercambio, más allá de toda edad, más allá de todo tiempo y mas allá de todo espacio. Bendiciones eternas e infinitas, fluyendo por la Fuente de Cristal y remontando desde lo más profundo. Ustedes son la Eternidad, más allá de todo sentido. No existe ninguna dirección que no pueda ser privada de vuestra Esencia, de vuestra magnificencia. El tiempo está para esto. Nunca ha cesado. Nunca se ha detenido ni incluso alejado. Ustedes son la Verdad absoluta del Amor indecible. Ustedes son todo esto. Ustedes son el Ser Absoluto. Ustedes son la Eternidad y esto es, de todo tiempo. Y esto es, en toda forma. Ya que no son ni forma, ni tiempo. Ustedes son lo informe: lo que llena toda forma. Ustedes son la Onda de vida que da vida y vivifica, que rinde gracia a su propia magnificencia. Ustedes son lo que somos. Ustedes son nuestro futuro ya que no tienen pasado. Nosotros somos vuestro pasado ya que ustedes no tienen futuro. Ya que todo está allí, en el instante. Allí donde Vibra el Corazón, el Templo Interior, allí donde están, no hay más que ustedes. Allí donde está el otro, no hay más que vosotros. Allí donde está el otro, no están más que vosotros, en la misma Vibración, en la misma potencia, en la misma Libertad. Ustedes son Uno ya que todos, somos Uno, absolutamente. No puede existir otra cosa que el Último. Ultimo sin fin y sin principio, presente en toda Eternidad, en vuestra forma presente y pasada, como la futura (sin forma o con forma). Ustedes son Belleza.
Entonces, en el tiempo de nuestra Unión, en este intercambio del Don, en este Don de la gracia, donamos. Donémonos la Comunión. Donémonos el Amor. Ya que esto es única Verdad, única declamación, única Unidad. Todo ha llegado. Todo está cumplido. Hay, solo a ser esto: Verdad y Belleza. Dejen el Aliento, dejen el Verbo, fecundar la Verdad, aboliendo las distancias, aboliendo el sufrimiento. Ustedes son la concepción de bienestar: la que no conoce ningún descanso, ningún fin y ningún principio, encendiendo la misma Verdad, encendiéndoles en el Fuego y el Agua primordial y eterna. Ustedes están más allá de toda división. Ustedes son la totalidad de los mundos. Ustedes son la totalidad de la Verdad. Esto, se los digo porque soy ustedes. Porque estoy en ustedes como ustedes están en mí. Misma danza. Mismo éxtasis. Mismo Gozo, más allá de todo gozo. Espacio infinito donde todo es Vida, donde ninguna experiencia puede encerrarlos en lo que crean, en lo que piensan. Ustedes son la Vida, más allá de toda vida. Ustedes son la forma, más allá de toda forma. Ustedes son la Eternidad. Ustedes son el Eterno. Esto es inmenso. Esta es la Transparencia. Ustedes son el vaso. Ustedes son la copa que nunca pudo ser llenada y que nunca se vacía. Ustedes son lo que hay en la copa y en el vaso. Ustedes son el conjunto. Ustedes son la parte. Alejen toda duda. Alejen toda Ilusión. Retiren lo efímero. Retiren la espina del sufrimiento ya que ella no tiene existencia más que en vuestras creencias.
Entonces, la Onda de la gracia, elevándose en vosotros, viene a celebrar la Boda Mística, por el Anillo sagrado de la Libertad, dándoles a vivir, más allá de toda experiencia, la Eternidad. El marco ya no está más. El límite no está más. Solo está la Esencia. Solo está la trascendencia. Solo está la Belleza y la Luz. La que no pone nunca fin a su propia Gloria. La que nunca se muere. La que nunca cambia. La que nunca puede hacer dudar lo que sea. Don de la gracia, más allá de mis palabras, más allá de vuestras palabras, más allá de todo sentido, más allá de toda dirección. Todo está inscrito en este tiempo. Todo está inscrito en este intercambio. Todo está presente más allá de vuestra Presencia. Todo es Onda. Todo es Vida. De una sola voz ya que no hay más que una voz, ya que no hay más que una Verdad: la Verdad absoluta. Trascendencia y Belleza, trabajando cada célula, cada parcela. Ustedes son la Conciencia eterna establecida más allá de la Conciencia. Ustedes son la Belleza eterna más allá incluso de la Eternidad ya que son infinitos. Ustedes son Don de la gracia. Ustedes son Amor: el Amor que está mucho más allá de todo parecer, mucho más allá de toda forma. Ningún vaso (y ninguna copa) puede ser suficientemente grande para contener la inmensidad de vuestro Amor, la inmensidad de lo que Son.
Entonces, juntos, aquí y en otro lugar, en este tiempo como en otros tiempos, solo hay una Vida. Solo hay un espacio. Este tiempo y este espacio que, aquí (de su vista) les parece tan limitado. Y sin embargo nada de esto puede ser verdadero. Lo que es verdadero es vuestra Eternidad. Lo que es verdadero es el Canto de la Onda: el que les revela a vuestra Verdad, que los pone en la Vida, que les da la Vida. Don de la gracia (más allá de mi Presencia, más allá de vuestra Presencia), regresan a la Esencia de la que nunca han salido. Hijos del UNO, nacidos en el Don de la gracia, por la gracia de vuestra Presencia, aquí, más allá de cualquier momento. Somos la Danza de la Eternidad. Somos la Danza de la Unidad. Somos la Danza del absoluto Presente. Somos el Último. Somos Uno ya que todo es Uno. Somos Uno más allá de todo sufrimiento y de todo gozo. Somos la Eternidad. Somos vosotros. Ustedes son nosotros. Ustedes son cada uno de vosotros ya que no existe, entre ustedes ninguna posibilidad para ser otra cosa que el Amor, para otra cosa que la Verdad.
Amados del Amor, Amores del Amado, Vibren. Más allá de todo sentido, son la Presencia infinita. Son la Belleza infinita. Son la Verdad. Y esto, nadie puede negarlo. Nadie puede oponerse. Somos el Amor: la única fuerza y la única potencia que permite a la Eternidad manifestarse. Nada más puede existir que la indecible Belleza de este Amor que es Don, que es gracia, que es nuestra naturaleza, nuestra Esencia. Amados del Amor, la Luz Blanca llega. Ella recubre todas las apariencias ilusorias, llegando a aportar el Camino, la Verdad y la Vida. En el tiempo de nuestra Presencia, en el tiempo de nuestra gracia, en el tiempo de nuestra Unidad, vivamos la Eternidad. Esto está allí. Esto está aquí, mucho más allá del tiempo, mucho más allá de todo. Don de la gracia que se eleva y que remonta, que desciende y se impregna. Somos Uno. Somos Amor, más allá de toda definición, más allá de toda apropiación. Ya que estamos, juntos, Donde la gracia y la restitución, en el Don absoluto de la gracia, en el Don absoluto de nuestra Presencia. El Camino, la Verdad y la Vida fluyen a través de nosotros y en cada uno de nosotros. Somos Uno. Somos Eternidad. Somos Verdad. Todo es Bello ya que todo es Uno. No existe ninguna falla que pueda escapar (o escaparse) de la Verdad del Amor, de la Verdad de la Belleza. No existe nada que sea efímero. No existe más que lo que es eterno: La Libertad, la Belleza.
Ustedes son lo que somos: lo Ilimitado, lo sin límite, lo sin forma. Ustedes son eso. Solo a escuchar. Solo a Ser. Ustedes son transcendidos por el Don de la gracia de vuestra Presencia (donada a ella misma), más allá de todo rol, más allá de toda edad. Esto es ahora porque esto Es. Esto es ya porque no hay nada que seguir. Porque esto es lo Último. Porque esto es absoluto. Hijos del Amor, somos Amor. Somos Pureza donde nada puede venir a alterar lo que es el Blanco, lo que es nuestra Esencia. Entonces, juntos (sin distancia entre lo alto y lo bajo), en medio de nuestro Ser, se desliza el Canto de la Vida, el Don de la Vida: el que para siempre nos coloca en la Alegría, más allá de toda alegría. El que hace sonreír la Vida a su eternidad. El que hace reír de un resplandor para siempre renovado: la Vida. Somos lo que somos. Soy lo que soy. Lo que ustedes son es mi naturaleza. Lo que soy es vuestra Esencia. En la misma Danza, en el mismo Absoluto, en el Don de la gracia y eso en toda Libertad. Ningún límite puede afectar, ningún límite puede alterar la Belleza y la Verdad. Inmersos en la gracia, nada mas puede surgir que la gracia ella misma. Inmersos en el Amor, nada más puede aparecer, nada mas puede existir ya que todo se celebra en la Eternidad de vuestra Presencia, en este Don de la gracia. Somos Uno, en la misma Verdad. Somos Uno, en la misma Onda. Somos Uno, en cada uno. Somos Uno, en cada una, en cada uno de vuestros pasos, en cada uno de nuestras respiraciones, en cada una de nuestras voces (caminos). Somos el mundo, más allá de todo mundo.
Somos la Eternidad, más allá de toda opinión, más allá de toda palabra. Somos el Silencio. Somos la Verdad. Entonces, extasiamos nuestros días y nuestras noches. Extasiamos nuestras respiraciones de esta gracia, de esta misma evidencia que solo pide ser vuestra Alegría, vuestro Don de la gracia, vuestra Eternidad y vuestra Belleza.
Amados del Uno, Hijos del Amor, Hijos de la gracia, la gracia nos cubre de su Manto. Entonces, se eleva el Canto del Éxtasis: el cual trabaja en los talleres de la Creación, en los talleres de la Vida donde estamos, todos, en la misma Unidad, en el mismo Absoluto. Vivamos la Vida. Vivamos el Amor. Vivamos lo que somos en este instante (donde mis palabras se callan y se disipan) a fin de que vuestro Corazón y el conjunto de esta forma se enciendan en el Don de la gracia, en el Don del Amor, en el Don de vuestra Presencia y de nuestra Eternidad. Por lo tanto, yo soy URIEL y les digo esto.
Por lo tanto, yo soy URIEL y les digo: “ustedes son esto”. Juntos, en el Banquete de nuestra Boda, en el Banquete de nuestra Vida (la celebración eterna de lo que somos), hacemos y trabajamos el Silencio. Hacemos y trabajamos el Amor Eternidad. Don de la gracia. Don de Eternidad. Don de Belleza. Esto es. Dejemos elevarse el Canto eterno de nuestros Reencuentros. Dejemos vivir la Vida. Escuchan y oyen el Llamado de la Eternidad, el Llamado del Éxtasis. Comunión y Acción de gracia. Allí. A continuación, Aquí y Ahora, como en otros lugares.
... Comparto del Don de la Gracia…
La Vida canta su propia Eternidad.
... Comparto del Don de la Gracia…
Retírense de ustedes mismos. Retírense de lo que dificulta. Ya que la gracia no puede ser obstaculizada o retrasada.
... Comparto del Don de la Gracia…
Recojamos. Recibamos en el Don de la gracia.
... Comparto del Don de la Gracia…
Yo soy URIEL. Permanezcan en silencio hasta la Alineación, a fin de que la Onda de la gracia venga y se mezcle: para ustedes, para nosotros. Todos Uno. Todos Unidos y todos juntos en la Libertad infinita de la Verdad.
... Comparto del Don de la Gracia…
El despertar del Fénix es vuestra Resurrección. El despegue del Fénix es vuestra Liberación.
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Yo soy URIEL y regreso en vosotros, como regresan en mí. Acogemos los unos los otros.
... Comparto del Don de la Gracia…
A continuación
... Comparto del Don de la Gracia…
Original en francés.
http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Odilia Rivera
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http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
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