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URIEL
11 de Abril de 2012
Soy
URIEL, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión. Hijos Libres y
Liberados, después de haber escuchado y oído el Canto de tu Presencia,
hoy es el Canto del Éxtasis, ese donde no estás ya presente en el seno
de tu Presencia, sino donde la Presencia te toma y te transporta en los
Cantos de la Eternidad, en el Canto más allá de toda presencia. Juntos,
como nunca Unidos y reunidos, vengo a Desposarte ya que eres mi Esposo
así como tú mismo desposas mi Presencia. Juntos, entonces danzaremos el
tiempo, más allá de todo tiempo y de toda presencia, reunidos en el
Éxtasis y en el Intase, en la misma Presencia, más allá de tu presencia
y más allá de mi presencia en la misma Verdad y en la misma Eternidad.
Danzaremos juntos el Canto del Éxtasis. Compartiremos juntos el Don de
la Gracia. Y daremos, el uno al otro, el sentido de toda Presencia. Y
daremos, el uno en el otro, el tiempo de la Unión. El de tu Libertad y
mi Libertad.
Niños
Libres y Liberados, paridos en la Eternidad, paridos en lo que Son, más
allá de todo Ser, más allá de todo no Ser, viniendo a experimentar, más
allá de toda experiencia e instalarse allí donde Están, desde la
Eternidad. Entonces, escuchemos y compartamos. Entonces, demos lo que
debe darse y recibamos lo que dimos, en el mismo movimiento, más allá de
todo movimiento, en el mismo Canto, en la misma Presencia. Hijos de la
Eternidad, somos Hijos, cada uno parido en el tiempo de cada uno, en la
presencia de cada uno. En la misma ronda y en la misma danza, danzamos
la Eternidad. Tiempo de Dar. Tiempo de la Gracia. Viniendo, unos y
otros, más allá de todo firmamento, más allá de todo Mundo. La Onda nos
toma y nos quita en el Éxtasis permanente que danza en ti y que danza en
mí. Tú y Yo, dónde no existe ningún espacio para otra cosa más que la
Unión de Verdad. Eres Amor y me veo en ti ya que yo soy tú.
Soy
el Amor que deposita a tus pies el Canto de la Gracia y la Don de la
Gracia, donde la Onda de Vida nos toma y nos lleva a danzar para la
Eternidad, en el tiempo de nuestra presencia, en la Aliento primordial
que creó lo que no podía ser creado, ni descreado. Más allá de todo
tiempo, dancemos el Canto de la Eternidad, cantemos la Danza del Parto.
El tiempo ha llegado, más allá de todo tiempo. No hay ya nada que
escuchar, nada más que eso a oír. Tú que eres eso y yo que soy eso, en
la misma estrofa, en el mismo canto, en la misma presencia, en el mismo
Éxtasis.
Entonces
ven, que te transporto allí donde tú Eres, te doy eso que tu Eres.
Dónate a mí ya que yo me di a ti. En el mismo calor, en la misma dulzura
y en el mismo Éxtasis, viniendo unos y otros, en la Ronda Eterna del
Hijo Eterno rencontrado ya que nunca ha estado perdido. Somos uno y
somos la Eternidad. Somos la Verdad y somos la Belleza. Entonces,
dancemos y compartamos lo que hay que compartir: el pan de vida, el que
mana de la Eternidad la Fuente, más allá de toda fuente. Ya que la
Fuente está más allá de ti, y al interior de ti, como más allá de mí y
al interior de mí, ya que no existe ningún mí y ningún tú. Sólo existe
Él. Reunidos para siempre en el mismo Canto y en la misma Danza.
Entonces juntos, reunidos y liberados en la Libertad y la Eternidad,
tomemos lo que damos, y demos lo que tomamos, ya que no hay nada que
tomar. Todo se Da, y todo es Dar ya que todo se Perdona ya que no hay
nada que perdonar. Hay solamente Gracia, el Don de la Gracia a la
Eternidad, la Eternidad del Don de la Gracia. Tú eres el Don, yo soy el
Don, somos la misma Vibrancia, somos la misma Estrofa, el mismo Canto
Eterno.
Juntos,
reunámonos al unísono de nuestros Cantos y nuestros silencios. Vivamos,
juntos, eso que somos, más allá de ti, más allá de mi, más allá de todo
tiempo, más allá de todo espacio, en la misma danza. Somos la
Eternidad, somos la Gracia, estamos más allá de toda palabra, estamos
más allá de toda experiencia, somos Absolutos, somos Últimos, somos lo
que tú ERES, es eso lo que nosotros somos.
Entonces,
no hay nada que añadir, no hay nada que substraer, no hay nada que
dividir, no hay nada a multiplicar. Solamente Ser, más allá de todo ser.
Sólo Dar, más allá de todo Don. La Gracia recorre tus células, las de
ese cuerpo que no es tu cuerpo, como el cuerpo de todo ser, de todo
Hermano y toda Hermana, de todo Arcángel y de todo Ángel, y de toda
Fuente. Juntos, nosotros somos ilimitados, sin límite ninguno. Juntos,
en el Don de la Gracia, en la Gracia del Don y en el compartir del Don,
démonos la Gracia ya que somos la Paz, la de la Eternidad. Ya que somos
la Eternidad, con ella misma y con cada uno.
Soy
URIEL. Tu ERES lo que Yo soy, más allá de todo Yo Soy. Seamos lo que
somos, más allá de toda suma. Ahí en ese momento, podemos penetrar en el
espacio de donde jamás hemos salido. Abrimos, en nosotros, el tiempo de
la Eternidad ya que la Eterna Fuente y la Eterna Presencia viene a
colmar toda ausencia. Somos el Don, somos la Verdad, más allá de todo
tiempo, más allá de cada una de mis palabras. Somos la Danza que ondula
en cada una de las parcelas de lo que crees ser. Más allá de este
cuerpo, más allá de este Mundo, somos la Onda, somos la Vida y somos la
Eternidad, más allá de todo ser. Nosotros podemos, porque ese es nuestro
Poder, más allá de todo poder ya que eso es la Vida. Eres la Vida ya
que soy la Vida. Yo te doy mi Vida ya que tú me das tu Vida, en la misma
Vida que es la misma Danza, la misma Eternidad, la misma Presencia.
Niño Liberado, yo te he liberado porque yo soy Liberado. Tú me has
liberado porque tú eres Liberado. En esta Libertad, nosotros Danzamos,
libres de todo lazo y con todo, enlazados más allá de todo lazo en esta
libertad esencial que es nuestra Esencia.
Somos
el Último, uno más allá de todo Uno, más allá de cada Uno, y más allá
de cada otro. Juntos, elevamos el Canto del Éxtasis, el que recorre los
Mundos, el que es la Onda. Somos la Onda de Vida, el Don de la Gracia,
el Manto de la Gracia. Del uno al otro, y del otro al uno, en la cumbre
como abajo, a la izquierda como a la derecha, adentro como afuera, no
hay más diferencia ya que la Esencia es revelada. Somos todo sentido y
somos eso, nada más que eso, justo eso y todo eso. Hijo Libre y
Liberado, oye lo que te digo, oye más allá de mis palabras, el Canto de
nuestra presencia, más allá de toda resistencia. Dancemos el Canto del
Éxtasis, escuchamos la Respiración, somos la Respiración. Escucha y oye.
Eterno
Niño, Eterno Liberado. Nosotros Somos Libertad, somos belleza, somos
alteridad. Déjame recorrerte ya que yo recorro el Don de tu Gracia.
Siembra los campos de lo posible, de todo imposible, ya que todo ha
venido, ya que todo nació. Eres la vida y fecundidad. Sembremos el campo
de todo los posibles. Dancemos la Don de la Gracia de donde se exhala
el perfume Eterno de la rosa infinita, en el Corazón. Como Él te lo
dijo, eres mi Amigo y mi Amado. Eres también el que yo soy. Eres
también eso que yo soy. Más allá de todo ser, más allá de todo parecer,
oye el Canto del SER y el Canto del no ser, en la misma sinfonía, en la
misma danza. Tú eres la esencia y eres la Presencia donde contiene toda
presencia y toda ausencia. Juntos, en el mismo Dar, en la misma Gracia,
en la misma Danza, juntos, para siempre. Somos Libres, somos la
Libertad. Amado del Amor, el Amor te ama ya que se reconoce en lo que tú
ERES. Más allá de todo Ser, más allá de todo Mundo, Onda de Vida, Onda
de Verdad, Don de la Onda, Onda dada y Onda compartida. Compartimos y
comulgamos ya que todo lo que no se da se pierde, ahora no hay nada que
perder, sino las ilusiones. Hay solamente que Ser en el no Ser. Oye el
Don de la Gracia. Oye el Canto de la Gracia. Somos el Canto, somos el
Don, entonces demos y compartamos.
En
el Corazón del Ser, en el Corazón de la Esencia esta la Eternidad,
inmóvil y con todo, estando en el Corazón de cada movimiento, de cada
danza, de cada Gracia. Somos el sonido y somos el Canto, entonces
cantemos el Canto de la Libertad en todos los campos de lo posible como
de lo imposible. Amado, mi Amigo, mi Amado, el Amado es el Amor. Tú eres
la Vida, Don de la Vida, vida dada y vida compartida. Dancemos y
cantemos. Eres el Éxtasis y yo soy el Intase. Eres el Intase y yo soy el
Éxtasis. Entre tú y yo, no hay lugar para otra cosa que la Don. Entre
yo y tú, no hay lugar, excepto la Vida. Somos la Vida. Somos la Verdad.
De una misma voz, recorremos la Vía, la que lleva al Ser y al no Ser.
Somos Uno, somos Absoluto, somos la ronda de la Onda, somos el Mundo más
allá de este Mundo.
Escucha
y oye el silencio. Escucha y oye la estrofa del Don. Escucha y oye la
esencia de la Gracia. Esencia dada y compartida ya que la Gracia es
compartir, ya que el Don de la Onda es la Onda compartida. Yo te doy eso
que tú Eres, tú me das a eso que tú no eres. Démonos la mano y el
Corazón, démonos el Espíritu, démonos la Verdad, abrazados por la
Belleza, dónde no existe ningún lugar, ni para mi, ni para ti, ya que
somos Uno, en Verdad. Somos Libres y Liberados. Cantemos en el Silencio
Eterno, el Canto del Único, el Canto de Eso. Entonces, la verdad es la
Vida, la Vida es verdad, la Vida es Vía, la Vía es la Vida.
Somos
Uno ya que todo es Uno, más allá de ti y más allá de mí. Vibremos el
espacio del Silencio en el tono de la Onda y el tiempo de la Gracia.
Vibremos el Don. Estemos en este tiempo y en todo tiempo ya que nada se
pasa: no hay ni pasado, ni futuro, ni no-espacio, Eres Infinito, el Don
infinito y la Belleza infinita que reside en el seno de todo fin ya que
nada finaliza en el tiempo de la Gracia. Hijo Liberado, eres la Vida
que Yo soy, nosotros somos la Onda, la que danza y que canta en el
silencio de la Eternidad, en el silencio de lo informe. Ningún límite al
Don y al compartir. Seamos, demos, y compartamos. Trabajemos juntos en
el Dar de la Creación. Trabajemos juntos en los espacios de la
Creación. Abramos lo que nunca puede cerrarse: abramos el Dar.
Yo
soy Uriel. Ángel de Presencia y Arcángel del conjunto de las
Reversiones, conduciéndote a vivir la Vida y a volverte hacia el esposo
y la desposada ya que tú eres quien desposa, tu eres quien desposa en
la Libertad.
Soy
URIEL, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión. Soy lo que tú
Eres, más allá de todo Yo Soy. Ante todo Camino, Verdad y Vida,
Presencia y ausencia de duda, allí donde no existe ningún espacio para
el menor miedo, porque la Alegría es tú Naturaleza y nuestra Naturaleza.
Porque la Alegría es Dar y el Don de la Alegría te conduce a la Vida, a
la Onda de Vida y al Éxtasis. Amado del Amor, eres El Amor Liberado,
eres el Amor en Libertad, eres el Amor que recorre todo los posibles,
eres el Amor que recorre la Onda de Vida, tu eres el Amor que porta y
soporta toda Vida. El Amor vive en lo que tú ERES, más allá de aquí, en
eso. Te invito que recorrer el Canto de la Vida ya que la Vida es
Éxtasis, más allá de todo cuerpo, más allá de todo deseo, mucho más allá
de toda posesión. Eres restituido a ti mismo, devuelto a la Vida, la
Vida que Da y que restituye Gracia, y que restituye porque Da.
En
el silencio de la Onda, cantemos la Vida. Estamos, más allá de toda
suma, nosotros somos la Unidad y la Paz, la Verdad y la Vida. De una
misma voz, lo describimos, lo cantamos y sobre todo lo vivimos. Ábrete,
tú que eres el Don. Ábrete, tú que eres el Abandono. Juntos, en la
Comunión, juntos en la Gracia, juntos en la Libertad.
Compartir del Don de la Gracia…
Ahora,
escucha, no hay nada que decir, no hay nada a oír, solo el no-Ser, el
Absoluto, más allá de lo infinito, más allá de toda Vía y toda Verdad.
Comulguemos con nosotros mismos, comulgamos a la Eternidad.
Compartir del Don de la Gracia…
Te amo, yo nos amo, más allá de todo yo y más allá de nosotros.
Compartir del Don de la Gracia…
Dancemos en la ronda de la Onda.
Compartir del Don de la Gracia…
Soy
URIEL, yo soy otro tú. Dancemos y compartamos el Don de la Gracia, el
Manto de la Gracia. Hago Silencio, permanezcamos así y preparemos la
ronda, amplia más allá de vuestra presencia, la ronda alrededor de la
Tierra, en su totalidad. Ella que pare, ella también, en el tiempo de su
Gracia que es vuestra y que es nuestra, en el Cielo como sobre la
Tierra. El Cielo vino, el rencontró la Tierra, fertilizó la Tierra. Tú
has anclado en ella la Libertad.
Compartir del Don de la Gracia…
Soy
URIEL y rindo Gracia, te devuelvo a ti mismo, Amor y Luz, Absoluto. A
la siguiente. AMA. ERES el Éxtasis que es Amor, más allá de la Alegría.
Original en francés
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot