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Yo soy SRI AUROBINDO. Hermanos y Hermanas, aquí, en esta carne,
antes de expresarme, vivamos juntos un instante de Comunión en la Gracia.
... Comparto el Don de la Gracia…
Hermanos y Hermanas, vengo entre vosotros como el Melquizedec
del Aire, para expresarles una serie de elementos concernientes a lo que quizá
ya viven y que se inscribe perfectamente en lo que he podido escribir y decir
durante mi última encarnación, así como hace dos mil años, bajo el dictado del
Cristo (Nde: El Apocalipsis dictado a Juan), concerniente a los tiempos de la
Revelación, a los tiempos de lo que nombraría entonces el descenso del Supramental,
permitiendo Despertar y Revelar a la Tierra, así como a ustedes, hoy, para
vivir lo que está a vivirse. Añadiría, antes de comenzar, un elemento que en
relación a lo que está a vivirse, obviamente es esencial para integrar en
vosotros. Cualquier cosa que haya podido escribir, cualquier cosa que haya
podido vivir, cualquier cosa que pueda hoy decirles, se inscribe en la
secuencia lógica de lo que escribí. Deben captar, comprender, que no hay nadie
estrictamente a seguir, ningún conocimiento que aplicar. Eso que debe guiar hoy
más que nunca lo que van a vivir, es justamente la experiencia que ustedes
viven. Ninguna experiencia anterior, ningún testimonio anterior, puede
remplazar o substituir lo que viven.
La Libertad, la Liberación, el Si, el Despertar al Supramental
(en definitiva, cualesquiera que sean las palabras y son numerosas, las que
pueda uno encasquetarles) debiendo quedar un mecanismo vivido íntimamente. Solo
en la aceptación de vivir, por ustedes mismos, de manera íntima, lo que les es
ofrecido, que llegará un momento en que podréis testimoniar lo que es la
verdad. Pero dar testimonio de la verdad debe hacerles comprender que ninguna
verdad puede ser externa, ni vivida en el exterior de ustedes mismos. Este
cuerpo es el templo sagrado donde se realizan sus propias Bodas Místicas. Sólo
algunos testimonios pueden simplemente llamarles, de manera más fuerte, no a
seguir el testimonio, sino más bien a instalarse, ustedes mismos, en su
Presencia o en el Absoluto. El ser humano tiene la particularidad, que mientras
no esté instalado en los estados no habituales de la Conciencia, siempre quiere
seguir una autoridad exterior. Allí está el peligro, por supuesto, ya que
mientras sigan (como eso ha sido dicho) lo que sea, no pueden vivir lo que van
a vivir. No existe nada exterior a vosotros que sea buscado.
Más que nunca, hoy, la Onda de la Gracia (que es la respuesta al
descenso del Supramental) los llama a instalarse en Vuestra Totalidad, en
Vuestro vivir, en Vuestra Experiencia, más allá de toda palabra. Esto es, solo
si aceptan lo que van a vivir, en su totalidad, que la experiencia puede llegar
a su término. Deben también comprender que este término es profundamente
diferente para cada uno de vosotros. Pero el proceso está trazado. He trazado,
en cierto modo (en mi obra del Yoga Integral y de la bajada del Supramental),
un cierto número de elementos. Existe, a lo largo de la historia y sobre todo
en el Siglo Veinte, un amplio número de testimonios, en todas las culturas, de
lo que es posible de vivirse, manifestarse y, en cierto modo, de recrear, por
la acción y la inteligencia de la Luz y a partir de ahora por la Onda de Vida.
Que está nacida, les recuerdo, en el centro de la Tierra y que renace.
Habiendo puesto este preámbulo, regreso sobre algunos elementos
más recientes, y no vinculados a una historia (fuera ella hace dos mil años),
no a mi experiencia en mi última vida, sino mas bien a lo que pueden vivir
(hoy, totalmente) porque no puede existir, en lo que está para vivirse, ningún
límite si no es el vuestro. La finalidad, si es que esto sea una, pero decimos
Ultima, para ustedes, en este mundo, en este tiempo, es de vivir lo que llamo
la Unión Mística o el Matrimonio Místico. Este Matrimonio Místico desemboca
inevitablemente sobre la instalación en el Absoluto. Este calificativo de
Absoluto puede efectivamente representar, para la conciencia limitada, el
terror o una ilusión. Solo a través de la experiencia (que se puede aceptar
vivir o no) que usted puede comprobar, en cierto modo, la validez de lo que le
será propuesto por la Tierra, por el Sol y por nuestros Hermanos y Hermanas,
que (en su última encarnación o alrededor de usted, hoy) viven en su totalidad
este proceso. Este proceso le da a vivir un estado que es el único estado
concebible que es la instalación en la perfección, no humana, sino la
perfección de la Vida. Esta simple palabra, Éxtasis, es, por supuesto, para la
personalidad e incluso para el Si, un mecanismo extraño, porque reenvía
inevitablemente a todo lo que se refiere de cerca o de lejos, el nacimiento, a
la vida, la muerte y naturalmente a la sexualidad. El tabú más profundo, más
bloqueado, del humano en encarnación, es precisamente lo que se denomina la
muerte, porque la muerte señala, de manera efectiva, para aquellos que están en
este mundo, la desaparición de lo que muere en este mundo. Existen, por
supuesto, cada vez más testimonios de una vida después de la muerte, de una
conciencia que perdura más allá de la ilusión de la desaparición de la pérdida,
de un ser querido. Este mecanismo de muerte está profundamente, y de manera
indisoluble, vinculado a la sexualidad y a la procreación. La sexualidad, como
la procreación, es un proceso allí también alquímico, que va a permitir (a
través de la unión de dos cuerpos, de dos Conciencias, de dos almas, cualquiera
que sea el nivel que sea situado) la aparición, en este mundo, de la vida. Vida
por esencia efímera ya que se inscribe entre, justamente, el tiempo de ese
nacimiento y el tiempo de la muerte.
La persona, la personalidad, sobre este mundo se inscribirá
siempre, entre un principio y un fin. Este mundo es dual, por esencia, más allá
incluso del principio llamado falsificación, dual porque todo evoluciona según
las leyes precisas, tanto en el grano de arena, como en la conciencia humana,
como en todo mecanismo vital. Estas leyes (que se llaman Karma, Acción/
Reacción) son por esencia, efímeras, ya que toda acción entrañará una reacción.
Pero esta reacción no es duradera y se inscribe en un principio llamado de
retribución. Esto no concierne más que a este mundo. Este principio de Dualidad
no puede absolutamente ser aplicable más allá de los límites de la Dualidad. En
este sentido, muchos seres humanos han vivido, y ustedes mismos aquí, los
procesos de despertar sucesivos, instalando (en esta Dualidad que es este
cuerpo) un cierto número de elementos nuevos, realizando, hoy, en totalidad, lo
que yo había nombrado el descenso del Supramental. He concebido durante mi
vida, que este descenso del Supramental permitiría la aparición de un hombre
nuevo, aquí mismo. Un hombre nuevo dotado de nuevas percepciones y sobre todo
extrayéndose, en alguna forma, del principio de competición, de Dualidad,
inexorables de la vida. En los mecanismos que me ha sido dado vivir (ya que, en
definitiva, solo transmitía mi propia experiencia, cualquiera que sea la
majestad y la intensidad de lo que he vivido) carecía irremediablemente de la
respuesta lógica de la tierra que era la respuesta de este cuerpo a su propia
iluminación. De ahí el peligro que debe haber de una enseñanza pasada,
cualquiera que sea, aunque esta les parezca, la más exitosa, más prestigiosa,
la más honesta. Aunque ustedes lean el despertar de Buda, no pueden realizar la
Budeidad. Aunque ustedes lean la vida de Cristo, no pueden alcanzar el estado
Crístico. Aunque ustedes lean sólo el Yoga Integral, no pueden realizar el
Supramental. Porque, desde el momento en que ustedes se adhieren a cualquier
cosa exterior a ustedes, se ponen a ustedes mismos las condiciones de vuestros
propios límites, que los encierran, obviamente y los alejan de la experiencia.
Lo que se instala, hoy, deriva directamente de lo que yo había
llamado la Fusión de los Éteres y la primera aparición de la Luz Azul dentro de
vuestro Cielo. Este primer Portal Interdimensional iba a abrir, en cierta
forma, las puertas del cielo sobre la tierra y a realizar este matrimonio
Místico que se realiza en vosotros, quizás, ya, desde hace muchas semanas o de
manera anterior, por experiencia, pero experiencia que no podía mantenerse
debido a los límites de la encarnación. Hoy, esto es profundamente diferente
porque la tierra ha sido fecundada, la tierra ha dado a luz y se expresa en
vosotros, e imprime en vosotros, la respuesta al Supramental, cosa que yo no
pude ver ni percibir en mi última vida. A lo sumo, en el Apocalipsis pude
escribir esa expresión muy simple: "y hubo nuevos cielos y una nueva
tierra". Hay, pues un principio de regeneración, no sólo de transformación
de un estado previo a un nuevo estado, más Luminoso, sino más bien de los
Nuevos Cielos y de una Nueva Tierra. Es decir que el trabajo, la experiencia,
que Realizáis (si es que ustedes la aceptan en su totalidad) debe conducirlos a
vivir bajo de los Nuevos Cielos y sobre una Nueva Tierra. No hay, como podría
sugerirles lo que he vivido en mi última vida encarnado, dicho de otra manera,
solución de continuidad en alguna forma entre lo antiguo y lo nuevo, porque
esto nuevo allí no es la consecuencia de un antiguo, sino mas bien la
Transcendencia total de este antiguo.
No existe ninguna base, en lo antiguo, que pueda servir para
establecer el Absoluto. El Absoluto es una Liberación de toda forma dándoles a
vivir lo que nombraría, a falta de otro término, una multi localización donde
la Conciencia, el Ser y la Onda de Vida misma que pueden ser, no pueden
asimilarse, ni relacionarse de alguna forma de una u otra persona o de una
cualquiera individualidad. Por supuesto, las resistencias propias a la persona
(y aún más si esta persona está en camino espiritual) representan el freno más
perfecto para el establecimiento del Absoluto, porque el ego busca una
Transcendencia. Toda persona encarnada, en búsqueda de sentido, va a adherirse
a un cierto número de conceptos, a un cierto número de experiencias que se
inscriben, de manera definitiva en el marco de lo que HERMANO K ha llamado lo
conocido (Nde: ver la intervención de HERMANO K del 4 de Agosto del 2011).
Ahora bien nunca lo desconocido puede nacer en el seno de lo conocido. Hay
efectivamente, algo que debe morir, de la misma manera que este cuerpo que
habitan debe morir un día, para dejar aparecer otro cuerpo, otra conciencia.
Dicho de otra forma, no hay ninguna solución de continuidad, ni incluso la
esperanza de una continuidad entre el ego y el Si, en un primer tiempo, y ulteriormente
entre el Sí y el Absoluto. Por supuesto, el ego (construido sobre el principio
mismo de la resistencia y por lo tanto de lo que he nombrado este tabú Ultimo
que representa la muerte y el sexo y el nacimiento) va a hacer todo para
alejarlos de la experiencia del Absoluto que no es una experiencia, ni un
estado, sino más bien una forma (mas allá de la forma) de Final, dándoles a
vivir, en este cuerpo para el instante, un proceso (que fue descrito hace mucho
tiempo, en los textos muy antiguos, del Tantrismo, más allá de todo sexo) que
es justamente el descubrimiento del Absoluto.
El Absoluto no puede ser buscado, incluso no puede ser
concientizado. El dominio del Si es un dominio para concientizar. El domino del
Absoluto comprende e integra también la persona como el Sí y los Transciende.
Por lo tanto eso quiere decir que hay un fenómeno de discontinuidad llevándoles
a establecerse, en alguna forma, en cualquier cosa que no es un estado efímero
(y por lo tanto no inscrito entre el nacimiento y la muerte, no inscrito en una
esfera sexual) y que, sin embargo, por algunos lados, puede parecerlo ya que
tanto el nacimiento que la muerte, que el acto sexual en sí mismo, son sólo una
reproducción limitada, en cierto modo, de lo que es el éxtasis.
El Manto Azul de la Gracia, la Fusión de los Éteres, realizan la
Unión Mística del Cielo y de la Tierra, este mismo proceso que si lo aceptan,
debe de pasar en vosotros. Pero la aceptación de la que yo hablo es la que ha
sido nombrada la Crucifixión y la Resurrección, en una forma de Renunciamiento
total. Este Renunciamiento total como ha sido dicho no es una negación de la
encarnación sino más bien una Transcendencia total de la encarnación. Lo que
quiere decir que en estos tiempos que están a vivir para ustedes, encarnados,
mientras que exista en vosotros, como eso ha sido dicho esta mañana por nuestro
Comendador (Nde: O.M. AIVANHOV), el menor juicio, en relación a ustedes mismos,
o en relación a cualquier elemento de este mundo, sea su propia encarnación,
desde el instante donde exista un rechazo de lo que sea, no pueden vivir este
Ultimo. El Último no se instala (ya que ha estado siempre allí) sino desde el
instante donde ustedes aceptan el principio mismo de Transcendencia. Y
recuerden que la Transcendencia no ofrece ninguna solución de continuidad entre
este cuerpo, esta persona, este ego, esta personalidad, este Si, este individuo
que creen ser. Y por lo tanto, nada de lo que está limitado, en definitiva,
puede desaparecer verdaderamente. Incluso si hay (en vuestra terminología, hoy)
una forma de reconfiguración o de restablecimiento, esto no es más que el punto
de vista, en alguna forma, de lo que está muy limitado y que no puede creer,
incluso en el instante de su muerte, en su propia desaparición. Nosotros palpamos
allí, en esta respuesta de la Tierra al Supramental, lo que se desarrolla o no,
por el momento, en este Templo, ya que no hay otro lugar en donde esto debería
suceder.
Es una experiencia, más allá de cualquier experiencia, que no
puede vivirse más que cuando hay una aceptación total de todo lo que es la vida
sobre esta Tierra. Ya que solo en la aceptación total de vuestra propia vida,
de vuestro propio campo de experiencia y de vida, que puede, en definitiva,
realizarse el Último. El Último, en muchos aspectos, va a representar, incluso
para el Si, una locura, una especie de autodisolución, de auto destrucción. Hay
efectivamente una auto disolución, una auto destrucción, pero nada más de lo
que está destinado, precisamente, a morir un día, es decir este cuerpo, es
decir esta consciencia. Como una de las Estrellas se los ha dicho y como otros
Ancianos se los han dicho, no pueden apropiarse del Último, no pueden incluso
comprenderlo, solo pueden vivirlo (Nde: diversas intervenciones del 17 de Marzo
del 2012). Ahora bien, vivirlo es un mecanismo íntimo que está justamente
vinculado a la aceptación Total e incondicional de la encarnación. Esta
Transcendencia de la carne es en totalidad, lo que realiza la Ascensión. La
emergencia y el descenso del Supramental no es la Ascensión. Sería, yo diría,
la etapa, puesto que ahora han vivido el impulso hacia esta respuesta. La
Ascensión solo es un si (absoluto, franco, sincero, masivo, total) para el
Éxtasis, para la Onda de Vida y por lo tanto (como muchos Ancianos se los han
dicho antes de que viniera a expresarme hoy, o los Arcángeles) a estar en
totalidad más allá del ser, más allá de la Conciencia. No pueden ser una
persona, no pueden ser un individuo, no pueden ser una historia y vivir el
Último. Entiendan bien allí que todos, aquí como en otra parte, no tienen que
forzar ni desear, porque cada lugar que ocupen es su lugar justo. Así como el
Sí, el Despertar fueron un objetivo, así el Absoluto no puede incluso definirse
como un objetivo cualquiera. Ustedes son la Onda de Vida, o no lo son. Ustedes
serán o no lo serán. Pero en ningún momento deben adherirse, de manera
exterior.
El Ultimo y el Absoluto se traducen, por supuesto, en este
cuerpo, porque lo que es convenido llamar manifestaciones. Estas manifestaciones,
como eso ha sido explicado, se originan en la parte baja del cuerpo en contacto
con la Tierra, es decir los pies. Llegando a continuación una serie de
mecanismos (que les han sido descritos durante un cierto número de días)
resultando en el nacimiento de la Onda de Gracia, haciéndoles vivir esta Unión
Mística con vuestro propio doble, como con todo ser humano, sin distinción de
sexo, de edad o de cualquier creencia que sea, desde el instante donde esta
otra Conciencia (o apareciendo como tal) viva, ella también, la experiencia más
allá de la experiencia. Por supuesto, a la mirada del ego, a la mirada del Sí,
eso es un ultraje, un ultraje para la sociedad, ultraje para la vida (tal como
ella es concebida en la persona como en el Si) porque hay realmente una
Transcendencia Total haciéndolos pasar de lo conocido a lo desconocido. Pero
este desconocido es vuestra naturaleza como ella es nuestra naturaleza para
cada uno de nosotros. Que ustedes la rechacen, que ustedes la acepten, que
ustedes la deseen, cualquiera que sea vuestra posición al respecto de la Onda
de Vida, ella Es, con vuestra Presencia o sin vuestra Presencia. Toda vida a
llegar, que eso sea en los Nuevos Cielos, en la Nueva Tierra, que eso sea en
otras Dimensiones, se inscribe de manera muy lógica en la existencia misma y en
la penetración misma de la Onda de Vida.
El Matrimonio Místico pone fin a toda ilusión. Pone fin a la
persona, a la personalidad, a la individualidad y al Sí. El Si no está, en
definitiva, más que reflejando el ego que se completa en su propia
contemplación, invitándome escribir muchas cosas. Por supuesto, desde el acceso
al Si, sin incluso hablar del Matrimonio Místico, hay un testimonio que es
traído. Este testimonio, desde el instante donde ustedes realizan el proceso (que
eso concierna al Si o a la Onda de Vida), es coloreado necesariamente por
vuestra propia experiencia. Lo importante es no detenerse sobre otra
conciencia. La única forma de no detenerse es, por supuesto, no juzgar y de
amar de manera incondicional y total. No hay otra alternativa. Mientras que
ustedes hagan una diferencia entre vuestro hijo y el hijo del otro, entre
vuestra madre y la madre de otro, mientras que hagan la menor diferencia entre
el que está sobre un camino trazado, que el que vive la Comunión extática con
vosotros, no pueden instalarse de manera definitiva en este Absoluto. Hay por
supuesto un cambio de mirada, si uno puede hablar así. La Fusión de los Éteres,
cuando ella se realiza en esta carne que es vuestra, cuando la acogen sin buscarla,
cuando la dejan subir, deviene real la Transcendencia, real, efectiva del
nacimiento y de la muerte, de la sexualidad. Ella deviene por otra parte
vuestra sola y única realidad, vuestra sola y única verdad y por lo tanto están
aún inscritos en un cuerpo de carne, pero el alma ha terminado su período de
contracción. Ella puede por lo tanto disolverse, al igual que el espíritu,
dándoles de manera definitiva una forma de pasaporte para Estar en el no ser.
El Absoluto, el Ultimo, es un estado de gozo, permanente y
total, donde ninguna sombra del ego, ninguna sombra del Sí puede interferir ni
alterar la Onda de Vida. El Matrimonio místico los conduce a realizar, bien mas
allá del acceso Multidimensional, lo que nombraría una Trans-dimensionalidad
donde están presentes, de la misma forma, con la misma intensidad, la misma no
Presencia, en la persona que no existe ya, en el Sí que no existe ya, en el Sol
que no existe ya y en toda otra conciencia viviente. Están ustedes más allá de
la existencia. Están más allá de la conciencia. El Matrimonio místico les da la
única inmortalidad verdadera ya que no se inscribe únicamente en la posibilidad
de vivir una Unidad efímera en el acto sexual, sino les da a vivir eso en
permanencia. Muy pronto se expresará, a través de este Canal, una nueva
Presencia que ha llegado a su término en totalidad al Absoluto (y, una vez más,
la expresión “llegado a su término” no quiere decir gran cosa), que por lo
tanto, en alguna forma, ha aceptado (contrariamente a todos nosotros, Ancianos)
disolver el Si para ver lo que el tenía detrás: El Absoluto.
Hoy no existe ya la condición (si esto no es vuestra propia
condición) que pueda oponerse al Absoluto y al Ultimo. El testigo es la Onda de
Vida que viene a abrasar lo que se llama la Kundalini, que nosotros llamamos,
hoy el Canal del Éter porque tapiza de Partículas Adamantinas, encendiendo los
tres Fuegos y el conjunto del cuerpo, de manera previa al abrasamiento del Sol
y de la Tierra, de esta Dimensión. Los que han visto un fin irremediable del
mundo y de su persona, solo son los que están inscritos, efectivamente, en la
única realidad posible de su persona, no viviendo ni el Sí y aún menos el
Absoluto. Esto no es un juicio ni una crítica, más bien un estado de cosas.
¿Quiénes son ustedes? ¿Adonde van? ¿Qué eran antes de nacer? ¿Qué eran antes de
vivir esta ronda permanente de la encarnación y de la des encarnación sobre
este mundo? Por supuesto, les hemos dado los elementos: origen estelar, origen
Dimensional, los cuatro Linajes. Hubo la Fuente, los Arcángeles, los Ancianos,
las Estrellas. Hubo las Coronas. Hubo vuestro Coronamiento. Y más allá, más
allá de todo esto, ¿Cuales son las preguntas que permanecen en vosotros? Porque
la pregunta que mora en vosotros, solo traduce, en definitiva la falta de
soluciones. Ahora bien la solución ha estado siempre allí, presente,
disponible. La Tierra está Liberada, el Sol está Liberado, como yo lo he dicho
hace algún tiempo. Todo está cumplido como dijo nuestro Comendador (Nde: O.M.
AIVANHOV). Si ustedes tocan (si puedo emplear esta expresión) el Absoluto y el
Ultimo, ¿Qué les aportará el mundo? Ya que habrán devenido, en totalidad, este
mundo, mucho más allá de este mundo, tal como es visto con la mirada de la
persona o de la individualidad. Entonces, por supuesto, el ego se planteará
siempre preguntas ordinarias de la vida. El Si se planteará también las
preguntas de cómo traducir, la experiencia y como poner en forma lo que escapa
a las formas de este mundo.
El Absoluto no quiere poner nada en forma. El es simplemente la
manifestación tangible de la transcendencia, posible y realizada sobre esta
Tierra, en este cuerpo que no es ya el suyo. Por supuesto, es muy desagradable,
y lo será cada vez más, para el ego como para el Si, vivir este Éxtasis Místico,
este Matrimonio Místico, esta Unión Mística, que eso sea en este cuerpo como
eso ha sido dicho, con una brizna de hierba, con un árbol, con el Sol, con un
planeta, con la Fuente. Existirá siempre un principio, inscrito incluso en el
sentido de la Presencia de la encarnación, alterada, falsificada o no, que es
la pérdida, justamente, de la encarnación. HERMANO K. (Nde: Intervención de
HERMANO K del 17 de marzo del 2012) le ha dicho y repetido: el que desea que se
le hable de la otra orilla no hace más que expresar sus propios miedos, porque
¿cómo conocer la otra orilla sin ir vosotros mismos? Ahora bien, la otra orilla
no es un desplazamiento. Siempre ha estado allí, inscrita en vuestra Presencia,
a condición (una vez más, de manera imaginada) que el punto de vista y la
mirada cambien. Este viaje es un viaje sin regreso, porque no hay regreso
posible en la Ilusión cuando la Verdad ha florecido totalmente. Ustedes son el
Amor, como eso ha sido dicho, hace poco tiempo, por el Arcángel URIEL (Nde:
Intervención de URIEL del 3 de Marzo del 2012). Ustedes son la Eternidad, la
Belleza. Los calificativos son innumerables, pero se refieren todos, no a su
persona, no a vuestro Sí, sino más bien a la realidad que sustenta incluso
vuestra Presencia en la carne. Este Absoluto e indecible Amor, este Absoluto e
indecible Éxtasis permanente, haciéndoles decir que están haciendo el amor a la
creación, el amor a cada uno, el amor a vosotros mismos porque no son más que
eso. Desde luego, habido un cuerpo no rechazan este cuerpo, aceptan todo,
alegría como sufrimiento, porque ni la alegría es vuestra naturaleza, ni el
sufrimiento es vuestra naturaleza esencial.
Nadie puede franquear esta Puerta en su lugar. Solo están
ustedes completamente solos, para el Pasaje, porque después, la soledad no
puede existir, Es precisamente el final del hecho de sentirse miserables, cuya
mejor traducción, por supuesto, es el miedo, porque el temor de la muerte es,
de manera constante, y totalmente lógica, el único sentido de vuestra presencia
aquí, en este cuerpo. El Absoluto es aún más miedo que la muerte porque
incorpora el nacimiento y la muerte en otra verdad, también absoluta, y no es
pues una verdad relativa en comparación con otra cosa. Pero la Verdad absoluta
es (independientemente de toda comparación, independientemente de toda
referencia, independientemente de todo otro camino) es vuestra propia
experiencia. La que les hace sobrepasar, si esto es vuestra elección, toda
explicación, todo trabajo, habiendo hecho decir a algunos Ancianos que no hay
nada que hacer que estar tranquilo, estar en Paz y dejar efectivamente a la
Onda de Vida remontar y transportarlos, a ninguna otra parte que hacia ustedes
mismos, incluso si el ego llama esto de otra manera, incluso si el Si, lo
niega. El Absoluto y el Ultimo son por lo tanto, más allá de esta Gracia, un
estado de Éxtasis que no conoce de ninguna manera el límite del cuerpo, de
ninguna manera el límite de una relación hacia la otra, ni incluso de una
relación al Sol. Este estado de Absoluto, en alguna forma, se basta a sí mismo
porque el es la Totalidad. Y como Totalidad, integra, en lo transcendente, las
partes. Ninguna parte puede ser consciente de esta integridad, pero la
integridad engloba las partes.
El Éxtasis Místico, después de la tercera sesión del Manto Azul
de la Gracia solo espera a ustedes y a nadie más. No pueden tomar nada en el
Absoluto de la Gracia. No pueden perder nada en el Absoluto de la Gracia. No
pueden proyectar nada en este Último. Esta revolución, de alguna forma final,
de la Conciencia, es el objetivo mismo de vuestra Resurrección, de la Unión del
Cielo y de la Tierra, de vuestro masculino y de vuestro femenino, que sean
Interior o exterior, que sea entre ustedes y todas las partes, porque cada
parte se descubre a sí misma este absoluto, al mismo tiempo que ustedes. A lo
mas puede existir los elementos a practicar, no para acceder a lo que es
imposible acceder por cualquier práctica, sino mas bien tendiendo a calmar todo
lo que no es el Absoluto: el miedo, la muerte ella misma y el nacimiento,
porque nada puede morir y nada puede nacer en el Absoluto. Y esto precisamente
es lo que es terrible para la persona e incluso para el individuo. Esto que
está para vivirse, en este momento, para cada uno, es el Choque de la Humanidad
y yo diría que, para cada uno de vosotros. Es el Choque del Humano, llevándoles
a pasar, de alguna manera no del humano al mental Supra humano, no solamente
del mental al Supramental, no de una vida antigua a una nueva vida, sino más
bien a devenir la vida en su totalidad, más allá de toda restricción y de todo
límite. Ustedes son este Absoluto. Ustedes son esta Onda de Vida. Ustedes son
todo lo que les decimos, unos y otros, desde hace muchas semanas.
Por supuesto, esto puede ser molesto para aquellos que inscriben
el marco de su vida en un número de límites (sociales, familiares, afectivos,
espirituales). El Absoluto no tiene límite. El es, por esencia, Ilimitado y
Desconocido. Eso puede ser desestabilizante. Y el Choque que se vive en la
Humanidad (desde la Liberación de la Tierra y sobre todo ahora que ustedes
mismos pueden vivir totalmente, no la experiencia del Absoluto sino instalarse
en el Absoluto) lleva, por supuesto, a la Tierra a comenzar este proceso en su
propia carne, que eso sea al nivel de la Naturaleza, como eso ha sido detallado
por ANAEL (Nde: intervención del 17 de Marzo del 2012), que eso sea en el Cielo
o en las profundidades de la Tierra, traduciéndose por los Sonidos del Cielo y
de la Tierra y que yo había nombrado en la época, las Trompetas del
Apocalipsis.
El Llamado de María, no es otro que la generalización de este
proceso total y final. Esto está en camino. Algunos entre ustedes han quizá ya
vivido los momentos del Llamado íntimo y personal, donde una Voz les ha llamado
por vuestro nombre, donde en ciertos momentos vuestro cuerpo no responde mas y
todavía están Lúcidos. Este mecanismo de estasis individual es bien real. Esto
va a volverse colectivo, no lo duden. Pero incluso en este instante colectivo,
en esta Unión y este Matrimonio Místico colectivo, es necesario entender que
estrictamente no tienen nada que temer, nada que asustarse, nada a esperar,
porque están exactamente en vuestro lugar, están exactamente allí donde deben
estar, en la edad que deben tener, en las funciones y roles que han jugado y
tenido.
La Onda de Vida no necesita de la persona, no necesita del Si,
no tiene incluso necesidad del mundo, ella Es. Entonces, me dirán ¿cómo
instalarse en esto que no puede buscarse? Y bien, ya, haciendo callar toda
búsqueda, haciendo desaparecer todo propósito, haciendo desaparecer de vuestra
propia Conciencia, de vuestra propia persona, de vuestro propio Si, todo lo que
no es Eterno, todo lo que no es Desconocido. Como se ha dicho por Otros
Ancianos, no es cuestión de rechazar lejos de vosotros toda noción limitante,
sino más bien, real y concretamente, transcenderlas. Pero transcenderlas no es
una acción inscrita en, precisamente el límite, sino este Abandono Ultimo que
no es el Abandono a la Luz sino el Abandono del Si el-mismo. Si van sobre la
otra Orilla, si viven en la otra Orilla, entonces el mejor testigo en esto es
este estado de Éxtasis permanente apareciendo, en un primer tiempo, por
estallidos, por momentos, y que está destinado (lo que sea que piense la
persona o el Si) a devenir la única Verdad. Por supuesto, la persona o el Si
negará siempre este Absoluto. Quiere sin embargo saborearlo pero no puede
percibir, ni querer, ni incluso esperar, que eso se vuelva definitivo.
Y por lo mismo, este Absoluto es definitivo. Es definitivo en el
sentido donde es muy exactamente lo que sostiene y permite toda experiencia,
toda vida, aquí como en otras partes. El subtende y permite incluso la
in-creación. Sostiene toda conciencia y toda no conciencia. Entonces, si la
Onda de Vida los recorre en Totalidad o aun no, den, den totalmente lo que
viven, no retengan nada, porque ustedes son el testigo viviente, como lo decía
el Arcángel URIEL (Nde: intervención de URIEL de este día), del Camino, la
Verdad y la Vida. ¿Cómo el Camino, la Verdad y la Vida no podrían testimoniar
por su Presencia y por sus palabras, esto que ella es? Ningún límite, ninguna
persona, ningún Si, ninguna oposición, son validos para el Absoluto, ni tiene
incluso efecto, puesto que el engloba justamente también eso.
El Absoluto no es una palabra ni un objetivo. Es la Unión
Mística del Cielo y de la Tierra donde todo deviene más que nunca evidente,
entero, Ilimitado. Aquí está por lo tanto este Último, en curso, en vosotros.
Una vez más, si se puede hablar de finalidad, es a ustedes que les corresponde
instalarse, en alguna forma, en este Ilimitado que es Éxtasis, Gozo permanente
de la Onda de Vida. Hay también un efecto acumulativo. Algunos han
experimentado que cuando el ala de una mariposa se mueve, todo el Universo tiembla.
Cuando un ser limitado vive lo Ilimitado, el toca el mundo entero, simplemente
por su Presencia, su Presencia en el seno de lo limitado de este cuerpo, no es
mas este cuerpo. A lo mejor son numerosos, en término de individuos, para vivir
la Onda de Vida e instalarse en el Éxtasis, a lo mejor el proceso del Choque de
la Humanidad verá su duración abreviada. Por otra parte, instalados en el
Absoluto, no hay más que el Absoluto. Podrán continuar a vivir vuestra vida,
cualquiera que ella sea, tener el rol que quieran, pero no son ni esta vida que
viven, ni este rol. Eso cambia profundamente puesto que es una transcendencia y
los lleva y los conduce a instalar el Amor más Incondicional que sea. No pueden
juzgar, no pueden parar de amar lo que sea. La misma mirada se posará sobre
vuestro hijo como sobre el hijo de otro. No podrá existir diferencia entre
aquel que los odia y el que los aprecia. Ellos participan de la misma esencia,
no en una creencia, no en una proyección sino más bien en la realidad de lo que
es vivido, en el mismo Éxtasis, en la misma Paz, en la misma Verdad, porque no
pueden comparar lo que sea en vosotros con lo que sea de otro o de quien sea.
Esto no es aniquilación, ni una estandarización, es más que eso, por supuesto,
el ego va a oponerse ferozmente. Aquí lo que tenía que expresar hoy como
Melquizedec del Aire, portador de la Luz Azul.
En mi última encarnación, hablé y escribí sobre el pájaro azul.
Los que quieran leer lo que he escrito en ese momento, comprenderán, que
inclusive si no tenía yo acceso, en totalidad a la Onda de Vida, ya que en ese
momento la Tierra no estaba, estrictamente hablando, Liberada. Escribía
entonces el descenso del Supramental en una perspectiva futura. Pero desde el
instante donde se registró este descenso del Supramental en una perspectiva
para el futuro, uno no está ya más presente en sí mismo y, en algún lugar, uno
se miente a sí mismo. Es así y ha sido así, para todos nosotros Ancianos.
Cualquiera que se la maestría que hayamos hecho, en nuestra última vida (del
Aliento, de la Conciencia, del Amor), hemos sido llamados Maestros. Pero ¿qué
quiere decir ser un Maestro, para el Absoluto? Estrictamente nada. Si captan mi
última frase, comprenderán que uno no puede dominar nada, ni ser Maestro de lo
que sea porque la Onda de Vida y el Éxtasis es la Naturaleza principal,
incluso, de todo, absolutamente todo.
Aquí las palabras que tenía que expresar. Después de mí
intervendrá el Arcángel ANAEL que estará allí, yo diría, de alguna forma, más
bien para responder a vuestras preguntas sobre lo que vine a anunciar. Una vez
más, no pueden forzar, no pueden forzar la Onda de Vida, no pueden
cuestionarla, no pueden interrogarla, no puede más que SERLA, porque eso está
ya allí. Les ruego honrar la Gracia, la Gracia de vuestra Presencia. Aquí y en
otros lugares, la Gracia de lo que la Onda de Vida ha traído en mí para
expresarme aquí. Hermanos y Hermanas, en el Amor y por el Amor, más allá de
toda contribución y de toda forma, les propongo el Azul. Les digo hasta pronto.
... Comparto el Don de la Gracia...
Hasta Luego.
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