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Canalización: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Veronique Loriot
Traducción: Susana Milan.
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Soy SIN OJOS, os presento Mi Gracia y
acojo la vuestra. Vengo a hablaros de mi experiencia, esa de mi última
presencia en la Tierra, para intentar haceros aprehender un mecanismo preciso,
relativo al hecho de ver y al hecho de mirar.
Ver, consiste en volver los ojos o la
atención hacia eso que desea percibirse y que por tanto va a ser recibido. El
ver, en la encarnación depende de los ojos. El ver en lo invisible, en
encarnación depende del tercer ojo. Existe como sabéis, la visión Etérica que
hace ver lo que subyace a lo visible (pero que no es el Astral). Y después,
existe, esto se os ha explicado, la Visión del Corazón. La Visión del Corazón
es una expresión, pero la Visión del Corazón está más allá de cualquier mirada
y de cualquier ver. Corresponde a lo que los Arcángeles os han repetido a
menudo, los Ancianos y nosotras mismas, las Estrellas: todo está en vuestro
interior. Entonces, hablar de mi experiencia, es intentar haceros entender lo
que ocurre cuando se pasa de un mecanismo a otro. El mecanismo de la visión con
los ojos, como de la visión del tercer ojo, está siempre vuelto hacia el
exterior y hace abstracción, por supuesto, del Interior. Yo definiría ese
Interior, no tanto como una oposición en relación al exterior, sino lo que nace
en el Interior de lo que sois, para diferenciarlo de lo que nace en lo que se
puede ver en el exterior (se vea con los ojos o con el tercer ojo).
Lo que se ve con los ojos y el tercer
ojo no existe: son proyecciones. La totalidad del mundo, de los Universos,
efectivamente está presente en cada uno de nosotros. La Visión del Corazón, es
esta especie de Reversión, que no lo es, o de Balanceo, que no lo es. Por
cierto, en los momentos en que yo pasaba de la visión del lugar donde estaba
(que no era una visión de los ojos, sino una Visión Etérica), al momento en que
pasaba a la Visión del Corazón, percibía, sentía y vivía un Balanceo. Es como
si el total de mi ser basculara de un lado a otro, dando acceso a lo que estaba
oculto a la visión de los ojos, como a la visión astral o a la Visión Etérica.
Ver más allá de cualquier mirada, es
ver con el Corazón. Ese ver con el Corazón no es simplemente Amar, no es
simplemente llevar atención y afecto al mundo visible como al invisible, es
volverse hacia el Interior de sí misma. La mejor de las analogías que pueda
encontrar, es lo que pasa durante el sueño: hay imágenes, hay impresiones y hay
recuerdos. A veces es muy colorido. Por supuesto, los sueños tienen varios
orígenes: pueden concernir simplemente, a la vida ordinaria y hacerse hasta
proféticos, o anunciadores, o simbólicos. No sois capaces de definir (nadie),
al venir de un sueño por la mañana y acordaros, dónde se situaba ese sueño. De
igual forma, para aquellos que tienen la posibilidad de explorar lo que yo
llamaría en el sentido más amplio, los Universos paralelos o las Dimensiones
paralelas, no tenéis ningún medio de saber dónde están. La Visión del Corazón
va un poco más lejos, porque hace vivir en ese Balanceo, un desarrollo que es
Interior, que no es ya una visión, que no es más una mirada de los ojos, ni del
tercer ojo, ni una visión Etérica. Sino que lo que se ve, supera el principio
mismo de ver, el principio mismo de percepción, tal como se acaba de explicar y
haceros entrar en la vivencia. Esa vivencia no es una experiencia, ni una
proyección, ni una forma, ni un color, porque todo está incluido. Es el espacio
fuera de todo espacio, donde no existe ninguna separación y ninguna forma y que
sin embargo contiene todas las formas.
Si aceptáis no ver más con los ojos,
si aceptáis no ver más con el tercer ojo, si aceptáis superar la visión Etérica
(sin embargo útil, en este mundo), vais a daros cuenta de que hay un Balanceo,
donde la persona que creéis ser desaparece, donde no hay sujeto, no hay objeto,
para emplear las palabras utilizadas por los Ancianos, no hay más distancia, no
hay más forma, para la conciencia ordinaria y para el ver ordinario: no hay más
nada y es ahí, donde todo aparece. Pero lo que aparece no es un ver, ni una
forma: esto reúne totalmente la no-percepción que hace ver más allá de la
mirada, cualquiera que sea el emplazamiento de esa mirada. Es lo que se podría
llamar (como han llamado algunos Ancianos) la Verdadera Sabiduría, que es
inmediata y directa y que no pasa por ningún soporte.
Esto está muy lejos de la intuición,
está muy lejos del instinto, está muy lejos de la empatía, de la compasión y se
ha llamado Absoluto o Gran Espíritu. En mi pueblo, algunos conseguían ir hacia
el Gran Espíritu, a Invertirse, a Balancearse y a ver esa forma de conocimiento
directo e inmediato que no depende de ninguna forma, de ningún color, de
ninguna percepción y sobre todo no es visual, ni siquiera sensorial o
extra-sensorial. Esta no-percepción es el Absoluto, es para nosotros: el Gran Espíritu.
Es la no-diferenciación en la que están incluidas todas las diferenciaciones.
Ver más allá de cualquier mirada es Conocer, es lo que se sitúa después de la
Fusión, de la Disolución, es el momento en que no existe más distancia, donde
lo uno y lo otro son confundidos, donde el tiempo y el espacio no existen más,
dándoos acceso a todos los tiempos, todos los espacios, todas las dimensiones.
Es un viaje, pero ese viaje no se produce en una dimensión dada, con
reencuentros dados, sino que se produce realmente en el Corazón, no el corazón
órgano, no la rueda de energía del corazón, sino más bien: es el Centro del
Corazón.
Lo que se recibe en la no-percepción,
no es una información que puede ser calificable o cuantificable y sin embargo,
todo se ve. Es posible describir una rueda o un bosque al otro extremo del
planeta, como en cualquier Dimensión, cualquier cuerpo, por experiencia
directa, por fundido directo. Como se ha dicho precisamente, es el momento en
que las percepciones se paran, es decir que la distancia desparece. Cuando la
distancia desaparece, estáis sumergidos en el Centro del Corazón y es en ese
Centro del Corazón donde se despliega la totalidad de lo que puede ser
conocido. Este conocimiento no es una visión: es un ver más allá de toda mirada,
es inmediato e instantáneo. No es un sentir, no es algo que se pueda definir a
través, por ejemplo, de la descripción de una flor que habéis visto o la
descripción de lo que podéis ver en visión Etérica (como el sol azul, por
ejemplo). Es por tanto La Sabiduría directa, total, de todo. Es ver más allá de
toda mirada, es ver más allá de lo que se ve. No es solamente conocer las
causas, los detalles. Es realmente, ser Sabiduría. Es realmente, estar en la
Visión del Corazón.
Esto viene acompañado de esta noción
de Balanceo y la palabra que se podría encontrar también es una invaginación.
Esta invaginación os hace penetrar en el corazón del Corazón. Nosotros los
indios, decimos que cada animal, cada brizna de hierba, es una parcela del Gran
Espíritu, como nosotros los humanos. Pero lo decimos no tanto como creencia, no
tanto como adhesión a una cultura, sino más bien como la Esencia de lo que se
puede vivir en la Sabiduría. Aceptar que la Sabiduría es sin los ojos, que el
Verdadero Ver no puede ser asimilable a lo que sea percibido fuera, es una
revolución. Es la revolución que acompaña al Gran Espíritu, al Absoluto, el No
Ser, a la No Conciencia. Instalarse en ese ver hace cesar cualquier mirada.
Como os ha expresado HERMANO K: por tanto los filtros ya no existen, las capas
aislantes no existen. No hay más sentido de identidad, ni de persona: hay lo
que Es, hay Sabiduría sin ninguna distancia y sin ninguna posibilidad de
interpretación. En el interior de vosotros mismos, en el corazón del Corazón,
podéis ver sin rodeos, absolutamente Todo. Daos cuenta de que ese ver no es una
imagen, ni una forma, sino un conocimiento inmediato que se puede traducir por
vosotros, después, por la descripción de una forma, de un color o de lo que
sea, pero no antes. Porque si veis una forma antes de haber balanceado o
invaginado vuestra conciencia en esta Sabiduría, eso no es el Verdadero Ver:
sigue siendo una visión exterior, una visión Etérica (que es por tanto
sublimada), una visión astral.
Este conocimiento que es el Verdadero
Ver en el corazón del Corazón, os hace vivir lo que veis. Es el principio mismo
del conocimiento. Cuanto veis eso, ningún error es posible. El Balanceo previo
va a hacerse más y más fácil. Es como diría uno de los Ancianos, un mecanismo
que podría parecer un switch, pero ese switch, ese Balanceo, no concierne a las
cosas que se han descrito, sino que concierne verdaderamente al conocimiento
que es, por tanto, independiente de la Conciencia, en el corazón del Corazón.
Así, cuando os decimos que estamos en vosotros, nos mantenemos muy precisamente
en ese lugar. El Universo, los Mundos, Todo está ahí. Y estar ahí, es ser la
Sabiduría, es Ver más allá de cualquier mirada. No es ver las causas, no es ver
los efectos, sino mucho más que eso. La Vibración o la Sabiduría llega por sí
misma, pudiendo después, solamente después, ser traducida en palabras, en
forma, en color, en impresión. Esta Sabiduría es por tanto, antes de cualquier
impresión, viniendo sobre el filtro de la Conciencia. Ese estado es el estado natural,
en otra parte que la Tierra. Más allá del cuerpo astral no hay más sistema
ocular y sin embargo todo se ve, todo se percibe, todo se siente. Aplicado a
este mundo, ese balanceo, esa reversión, esta invaginación, os hace
experimentar y manifestar, más allá de todo lo que se ve. Es eso lo que me ha
permitido viajar
Por supuesto, aquél que ve eso desde
el exterior, lo llama un viaje astral, un viaje en conciencia o en espíritu, en
el entorno físico o en un entorno no físico. Pero de hecho, ese viaje se
realiza en el Interior, en el corazón del Corazón. No es un espejismo o una
forma de presentaros las cosas. Es la estricta verdad de lo que se produce,
cuando aceptáis ver sin mirar, cuando penetráis el corazón del Corazón, en la
Visión del Corazón. Es muy exactamente lo que va a pasar también, en este
sistema solar.
Algunos de los pueblos de la Tierra,
del otro lado de donde he vivido, os hablan de este mundo como el tiempo de un
Sueño o de Sueño. Nuestros Hermanos Ancianos hablan de Maya. La Verdad no es
visible en Maya, ni por los ojos, ni por ninguno de los órganos de este mundo,
ni por ninguno de los órganos del astral. Porque todo esto sigue siendo algo
que se recibe y podéis tener confianza en lo que se recibe, porque solo son
reflejos, o mejor densidades o sombras. La Sabiduría, el corazón del Corazón,
la Visión del Corazón es la única Verdad. Esto os hace conocer en vosotros,
después de un cierto aprendizaje, absolutamente todo sobre este mundo, como de
cualquier otro mundo.
Verse más allá de toda mirada no es
un ver ordinario, puesto que ese ver, este ver es simple y justamente la
ausencia de mirada, la ausencia de discriminación que conduce a la
discriminación más fina, sin juicio, sin opinión, en la neutralidad. En el
corazón del Corazón, en ese ver preciso, lo que vivís es la Sabiduría que es,
una vez más inmediata, que puede ser Vibratoria, pero que en ningún caso, está
coloreada de lo que sea. El color viene de la Sabiduría misma y no de lo que se
ve. Esos mecanismos forman parte de lo que han anunciado mis Hermanas
Estrellas, durante esta semana y que se van a concretar para muchos de
vosotros, en la Tierra. Y ver de esta forma os saca de manera definitiva, de
todas las miradas separadas, divididas o coloreadas por la emoción o por cualquier
otra cosa. Desencadenar esta Visión en el corazón del Corazón, os hace
realmente, conocer y reconocer que absolutamente todo Es. Lo que es imposible
para la conciencia corporal, como para la conciencia de Sí que es creer que
todo se desarrolla fuera y que hay un desplazamiento. Para ir de un punto a
otro en este mundo, hay un tiempo y un espacio. Para ir de un punto a otro en
el corazón del Corazón, no existe ningún tiempo, ningún espacio, ninguna
distancia, ninguna forma, ningún color. Entre mis Hermanas Estrellas, muchas
han vivido esto. Todos los conocimientos de nuestra Hermana HILDEGARD, vienen
de ahí. No hay un Cielo en otra parte al que ella se haya rendido, no hay una
entidad en otra parte, que se le haya aparecido. Todo ocurre en el corazón del Corazón.
El Canal Marial (percibido, de alguna
forma) está evidentemente, en el corazón del Corazón, también. Por eso os hemos
dicho que nosotros estamos en Vosotros y nosotros somos Vosotros. La percepción
del Canal favorece el ver en el corazón del Corazón. El ver en el corazón del
Corazón, el ver sin mirar es inmediato.
Esto podría ser una Vibración. Es la
Verdadera Visión que escapa a cualquier proyección, a cualquier interpretación
y a cualquier error. Ver así, suprime (como ha dicho HERMANO K, refiriéndose a
la percepción) todos los Velos. Ver en el corazón del Corazón pone fin a la
carencia y por supuesto a los miedos, sea relativo a la vida exterior llevada
aquí, el devenir del Espíritu, el pasado como el futuro no pueden afectaros.
Vivir así (aquí como en otra parte, lo que no tiene por cierto ninguna
importancia) es la Verdadera Vida, el corazón del Corazón.
Todo lo demás, incluso obedeciendo a
las leyes físicas de la visión, está sujeto a cautela y no es la Verdadera
Visión. La Verdadera Visión es a la vez sin ojos, como decía MA ANANDA. La
Verdadera Visión no es un proceso exterior, ni siquiera Interior: es en el
corazón del Corazón. No depende del tercer ojo, ni de los ojos, ni de los
humores: es la Sabiduría. Así, cuando se os ha repetido que todo estaba en
vosotros, es la estricta Verdad, la más absoluta, la más íntima, la más
evidente. Todo se desarrolla en el corazón del Corazón, porque es la Sabiduría
y esta Sabiduría va desde el punto más denso al punto más ligero, de la
Dimensión más física a la más etérea, haya forma o no haya forma. Esto se vive
inmediatamente en la Sabiduría que por supuesto, después de un movimiento
invertido, traduce esto en palabras, identidades, identificaciones, pero eso
tiene poca importancia.
Todo lo que vivís o viviréis, desde
hace algunos meses y en estos pocos meses que vienen, tiene relación con esto.
Lo que vuestros ojos os hacen ver no es la Verdad. Lo que las proyecciones
astrales os hacen ver, tampoco son la Verdad. Son verdades que están inscritas
en lo efímero y, de alguna forma en una ilusión. Se hará muy fácil diferenciar
incluso en el plano sutil, la visión astral de la Visión en el corazón del
Corazón o Sabiduría. Los conocimientos accesibles a vuestros ojos, como el
tercer ojo, solo conciernen a sus mundos respectivos. La Sabiduría de la que os
hablo, no tiene nada que ver con la persona, nada que ver con un mundo dado,
porque transciende absolutamente todos los mundos y todas las percepciones.
Vivir ese ver, ese ver ahí, es no ser ya tributario de cualquier ilusión, es no
atascarse más con algo superfluo, es vivir permanentemente lo esencial: el
corazón del Corazón. La venida y el retorno del Gran Espíritu, con sus Cuatro
Jinetes, como decía mi Hermana SNOW (ndr: su intervención del 19 julio), viene
precisamente a revelaros todo esto con una gran facilidad, una gran evidencia,
desde el instante en que no sois tributarios o estais atados a lo que sea, o a
quien sea. Os invito entonces, en vuestros momentos Interiores (le llaméis
Alineamiento, meditación, plegaria) antes de adormeceros, estableceros en el
corazón del Corazón. El corazón del Corazón es el centro de la rueda, es lo que
no gira. Eso no es pues, ni el Fuego del Corazón, ni el chakra del Corazón,
sino más bien el espacio íntimo que se resume en un punto en el Centro del
chakra del Corazón.
Si penetráis esta visión, no tendréis
ningún problema de mirada o de duda. Esto participa ampliamente y puede
producirse al mismo tiempo, antes o después de la Resurrección, la vuestra como
la de la Tierra. He aquí algunas frases que SIN OJOS tenía que daros. No os
planteéis la cuestión en adelante, de definir ese ver, más allá de cualquier
mirada y la visión en el corazón del Corazón, sino más bien, poneros sobre el
mecanismo que se produce y se producirá en el momento en que entréis en la
Verdadera Visión. Yo lo he traducido lo mejor que he podido: Balanceo,
Reversión, invaginación. Quizá vosotros emplearíais otras palabras, pero en
todo caso, referenciáis lo que pasa en vosotros, en ese momento, en la Conciencia,
en el cuerpo, en el entorno. Porque esto será siempre, para vosotros, lo mismo,
el mismo desarrollo. Ver más allá de toda mirada, ver con el corazón, es el
testimonio de vuestra Resurrección a venir o venida. El ver con el Corazón os
carga, si se puede decir, con una gran responsabilidad que es la no injerencia,
el no juicio. Y además, viendo con el Corazón, constataréis que todo lo que
formaba parte del juicio, del discernimiento, desaparecerá totalmente. Veréis
que es la única Verdad.
SIN OJOS os bendice, en el Gran
Espíritu y en la Gracia, diciéndoos hasta más tarde.