Canalización: Jean Luc Ayoun
Trascripción: Veronique Loriot
Traducción: Susana Milan.
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Soy MARÍA, Reina de los Cielos y de la Tierra. Niños amadísimos, estoy
de nuevo con vosotros, en vosotros y en torno a vosotros, rodeándoos con mi
Presencia, con nuestra Comunión, haciendo que percibáis, más allá de mi Humilde
Presencia, la acción de nuestra Comunión. El Sonido de la gracia quizá,
tintinea en vuestras orejas. En este día, se derrama totalmente sobre esta
Tierra como en el cuerpo en el que estáis, el Manto Azul de la gracia. Vengo
para responder a vuestras cuestiones pero antes, permitidme deciros unas
palabras:
Recordad lo que se dijo hace más de dos mil años. En vosotros está la
Eternidad. Este cuerpo que habitáis pertenece a la Tierra: está fabricado de
esta Tierra. Vuestro Reino no es de este mundo. Muchos de vosotros en estos
tiempos particulares, os despertáis a lo que Sois, por diferentes los
mecanismos que hay que vivir. Acordaros también, de que lo que Sois es Amor y
que este cuerpo en el que Estáis no puede pretender conocer la realidad del
Amor. No puede conocer sino las proyecciones, las insuficiencias, las
emociones, los afectos. El Amor es mucho más que lo que habéis vivido hasta el
presente, lo que algunos de vosotros vivís en este momento, (desde hace ya
algunos años, o muchos años) y, en el caso de otros, mucho más recientemente y
en fin, para la mayoría, yo diría que todavía no. El Amor viene a devolveros a
vosotros mismos, viene a entregaros lo que no conoce ningún sufrimiento y que
no conoce sino la Belleza. Los procesos que se desarrollan en esta carne que
habitáis, en esta Tierra que os porta, están destinados ante todo, a haceros
reencontrar vuestro Reino, ese que no cesa jamás, ese que aun no se os ha
revelado totalmente, pero cuyas premisas, más o menos avanzadas, se manifiestan
a vosotros. Esas manifestaciones son por cierto, muchísimas. Nosotros hemos
intentado, el conjunto de la Confederación Intergaláctica y yo misma, haceros vivir
ciertas particularidades.
Hoy, es tiempo de recordaros que vuestro Reino no es de este mundo y que
Sois exclusivamente Amor. Todos, estáis sin excepción, convidados a vuestra
Eternidad. Por eso necesitáis, lo sabéis, desaparecer. No es la vida la que
desaparece, es precisamente lo que no está Vivo. Tomad conciencia y vivid esto:
vosotros sois Amor y no sois de este mundo. Vuestro Reino no tiene nada que ver
con este cuerpo de la Tierra, es justo una vestidura puesta sobre vuestra
Eternidad. Esa vestidura que está revestida ahora, en sí misma, del Manto Azul
de la gracia y que os entrega a vosotros mismos, es muy exactamente esto lo que
es la Ascensión. No hay otra alternativa que el Amor, para vivirlo en su
totalidad, en su globalidad. Todo lo demás no existe, no tiene ninguna
importancia. Solo el Amor, no el amor tal como lo habéis conocido o vivido,
sino el Amor que Sois, es cuando menos entregaros a vosotros mismos. Entonces
he pedido que las preguntas relativas a la Ascensión me lleguen, porque las
cuestiones que me planteáis aquí, ciertamente, se plantean por todas partes.
Entonces, si os parece bien, voy a responder. Pero voy a responder más allá de
las palabras que pronuncie, porque lo más importante (y muchos de vosotros que
me seguís lo sabéis), es vivirlo, lo importante no son las palabras sino lo que
retenéis en la Vibración, en la conciencia y en adelante, en el Amor y el Manto
Azul de la gracia. Estas palabras están aquí, solamente para hacer resonar
nuestra Comunión, más allá de vosotros y más allá de mi, más allá de mi entidad
y más allá de vuestra entidad, en esta forma de comunicación, que no lo es,
sino que más bien es esa alquimia que os hace percibir y ver la realidad de
quienes somos.
No hay diferencia ente cada uno de vosotros. No hay diferencia entre
vosotros y nosotros. Solo los Velos de la ignorancia que se han puesto en este
mundo, os han impedido vivirlo, a pesar de que muchos Hermanos y Hermanas en
todos los tiempos, en todos los lugares que lo manifestaron y expresaron en su
cultura, hayan alcanzado esta indecible gracia. Porque el Amor es una gracia. Y
viviendo lo que Sois (como algunos de vosotros lo vivís), la gracia se hace
permanente. Hay una Paz que ninguna satisfacción de este mundo puede daros y
eso lo sé, lo vivís. El Coro de Ángeles se acerca a vuestra oreja. Mi Manto que
es vuestro, os cubre. Es ahí donde encontráis la fuerza, es ahí donde
encontráis lo que Sois, desde el instante en que olvidáis cualquier miedo,
cualquier resistencia. Es esto, yo diría, de alguna forma, vuestro desafío.
Nosotros lo hemos denominado de diferentes formas: el miedo o el Amor, el
sufrimiento o la Paz. Y sois vosotros los que decidís, según donde estéis. Sois
Libres: siempre habéis sido Libres, en lo que Sois, no en este mundo. Entonces
vamos a comenzar. Pero os pido sobre todo, ir durante mi Presencia, más allá de
las palabras que vais a oír y entrar en la esencia de nuestra Comunión. Podemos
comenzar.
Pregunta: ¿sentir el corazón comprimido,
doloroso después ligero, forma parte de la ascensión?
Hijo mío, seguramente así es. Todo lo que hay que vivir y que vivís o
viviréis, no tiene sino un solo objetivo, no tiene sino una función: haceros
vivir la Verdad. Todo lo que se produce en vuestra vida, en vuestras noches, en
lo que hacéis, tiene por única función haceros vivir el Amor, no tal como
podríais idealizarlo, proyectarlo o vivirlo como lo habéis vivido hasta el
presente, sino penetrar en la Esencia del Amor que es, os lo repito, lo que
vosotros Sois. Por supuesto, se producen muchos signos, muchas manifestaciones
(nuevas para vosotros). Algunas pueden ser alarmantes para este cuerpo de carne
pero la finalidad seguirá siendo la misma y efectivamente, forma parte
realmente, del proceso de la Ascensión que vivís. Estad atentos a permitir
vivir lo que se vive. Estad atento a no querer tener explicación ni
interpretación, porque cuanto mejor os Abandonéis, mejor seréis nada, mejor
viviréis este periodo. Aquellos que han soltado, aquellos que aceptan vivir lo
que hay que vivir, lo saben pertinentemente porque lo viven. No porque se hayan
adherido o porque hayan renunciado. No han renunciado a nada. No han salido de
este mundo puesto que son vuestros Hermanos y Hermanas que están aquí. Están
plenamente Vivos, están Liberados, son Liberadores y comparten con vosotros el
Don de la gracia, aunque no lo veáis, aunque no lo percibáis. Quizá porque
muchos de vosotros presentan aun, una distancia en relación a esto, porque para
ellos hay, sea miedos, sea porque el momento no ha llegado todavía, para
vosotros. Cuanto más silenciosos permanezcáis a nivel mental, a nivel de la
interpretación, mejor viviréis lo que tenéis que vivir.
Pregunta: ¿con qué cuerpo se hace la
Ascensión? ¿Esto comienza durante la encarnación?
Hijo mío, lo que se vive en este cuerpo, se llame saco o Templo no
cambia nada, porque el saco contiene algo. El Templo es un ornamento que
contiene, o que está destinado a contener algo y vosotros sois lo que está en
el Interior de ese saco, o de ese Templo. Lo que vivís en esta carne, en
vuestra conciencia, en vuestras experiencias, en vuestro vivir, es muy
exactamente la Ascensión. No os preocupéis de saber qué cuerpo: ¿está ese
cuerpo ahí? ¿Es un cuerpo sutil? ¿Es el Cuerpo de Êtreté? ¿O es la conciencia
pura la que Asciende? lo sabéis, es la totalidad de este sistema solar lo que
Asciende: la Tierra como los elementos vegetales como los animales, como
vosotros mismos. Viviendo la Ascensión viviendo lo que hay que vivir, durante
este periodo, os concierne directamente, individual o colectivamente.
Ciertamente, la cuestión que se plantea a través de esto es de algún modo, aunque
no se reconozca, el miedo de perder este cuerpo. Pero desde el momento en que
tomas conciencia de tu Eternidad, desde que te instalas en la gracia, desde que
te instalas en tu Esencia que es el Amor, ¿qué te importa este cuerpo o
cualquier otro? Porque desde el instante en que hay Comunión, Fusión, la
Disolución está muy cerca. Entonces, que estés en este cuerpo, en este Templo,
en este saco, que estés en otro cuerpo, que seas el Sol o el conjunto del
Universo, no hay ninguna diferencia en absoluto. Solo la mirada del que tiene
miedo ve una diferencia. Tú no puedes dudar de lo que sea, desde el instante en
que el Manto Azul está sobre ti, desde el instante en que estas Presencias
están a vuestro lado, desde el instante en que la Onda de Vida te recorre, porque
en ese momento, tú eres Absoluto, tú eres tu Esencia. Entonces cualquiera que
sea la forma (la forma no es lo que contiene la Esencia), cualquiera que sea
esta forma, cualquiera que sea su Dimensión, lo más importante no es la forma
con la que se produce la Ascensión sino el Amor con el que se produce la
Ascensión. Eso es profundamente diferente.
Pregunta: ¿vamos a vivir todos, el estado
de éxtasis en el momento de la Ascensión?
Hijo mío, muchos entre vosotros viven momentos en que la conciencia ordinaria
ya no está, momentos en que no sabéis ya ni quienes sois, ni dónde estáis, ni
lo que hacéis. Para algunos de vosotros, es muy difícil funcionar como antes,
sobre todo para aquellos que lo viven de manera acelerada, ahora. Para lo que
lo viven desde hace muchos años, esos instantes fugaces donde la obliteración
de la conciencia, de este cuerpo aparece, así como de la mente, son una prueba
suplementaria de que se produce alguna cosa. Tendréis, si preguntáis a unos y
otros, constataréis compartiéndolo, que vivís muchas cosas que son similares.
Aunque la expresión pueda ser diferente según la revelación del Amor en
vosotros. Así, el éxtasis corresponde a una realidad, para algunos de vosotros,
ahora mismo. La Onda de Vida os invita a despertaros. La Onda de Vida pasa
también, a veces, por el entumecimiento de este cuerpo que os parece que no
está vivo. Cuando viajáis en las Naves, fuera de vuestro cuerpo, cuando hacéis
visita a un Hermano, a una Hermana, o cuando una Estrella, un Anciano o un
Arcángel os hace una visita, se produce ese mecanismo a nivel del cuerpo. Que
esto sea en vuestras noches o en diversos momentos. Y vosotros constatáis, en
ese momento que la percepción incluso, de vuestro cuerpo no es ya la misma.
Puede pareceros doloroso y pesado, puede pareceros que no existís o no existir
más: es exactamente lo mismo. La expresión es diferente según precisamente, el
hecho de que vuestra conciencia está instalada totalmente, en lo que vosotros
Sois o si permanezca aun, atada a este cuerpo y a la persona que vivís.
Entonces sí, los mecanismos llamados “éxtasis”, lo vivís algunos de vosotros,
en episodios: el cuerpo no responde ya, la conciencia no responde, o si no la
mente no puede funcionar más como antes. No se trata de senilidad sino más
bien, de vuestra Resurrección a vuestra Eternidad.
Pregunta: ¿ascenderemos todos al mismo
tiempo?
Existe un momento final. Ese momento final como sabéis, es la Tierra la
que lo decide. Existen en ese momento, las Ascensiones individuales. Todos los
síntomas que os di, todo lo que vivís en este momento, participan en vuestra
Ascensión. Solo el sufrimiento no puede participar. Entonces, la Ascensión se
desenvuelve a vuestro ritmo, mientras no esté en marcha la sincronicidad de la
Tierra, lo que está como os he dicho, muy cercano. Y mientras que no os lo haya
Anunciado, vuestro Canal Marial os hace oír y vivir Vibraciones nuevas, el Coro
de Ángeles, como he dicho, aparece, los Sonidos se modifican, proporcionándoos
la anticipación de mi Llamada. Y evidentemente, algunos han respondido ya. Os
hemos dicho, por cierto, que a menudo, una de mis Hermanas o yo misma, podemos
llamaros por vuestro nombre. Esta Llamada es una Llamada individual, por el
momento, que os llama a despertaros. Algunos de vosotros han respondido. El
Testigo es precisamente, la modificación de esos Sonidos y la Onda de Vida, por
supuesto, y los procesos que se modifican de forma cada vez más evidente, para
aquellos que los viven, las percepciones de este cuerpo. El sentimiento de que
está anestesiado o al contrario muy sensible, o de estar agobiado, o de vivir
los mecanismos de Comunión, de Fusión, de Disolución que os hacen daros cuenta
de que no sois este cuerpo. Entonces la Ascensión es, muy exactamente lo que
vivís. Desde el instante en que la Tierra ha sido Liberada, o la Onda de Vida
ha aparecido, a disposición de cada uno, según y cómo acogéis esta gracia, así
vuestros miedos son evacuados, han sido superados por la acción de la gracia, a
partir del instante en que no resistís, sabéis lo que vivís. No puede haber
ninguna duda de esto. Vosotros os encontráis al fin, y es eso lo que os pone en
Paz. Y es esto lo que pone fin a todas las ataduras, a todos los sufrimientos,
a todas las preguntas y a todas las dudas. Por supuesto, aquellos entre vuestros
Hermanos y Hermanas que por razones que les son propias, no lo viven aun,
estarán siempre en la duda. Pero la duda que ellos proyectan no es más que su
propia duda. Vosotros, vosotros sabéis si lo vivís.
Pregunta: ¿tener los brazos paralizados,
encontrarse bilocalizado, sentir la lemniscata sagrada, el caballete de la
nariz y el punto KI-RIS-TI de la espalda, son las primicias de mi Ascensión?
Hijo mío, no son las primicias de la Ascensión, es el despliegue de la
Ascensión. Forma parte del conjunto de signos, los cortejos y las
manifestaciones que traducen, muy precisamente, la Ascensión. No hay otra forma
de pasar de una forma a otra, de un estado a otro, que ese de percibir este
nacimiento, esta Resurrección. Esto corresponde a las modificaciones del cuerpo
que yo he mencionado. Corresponde a la conciencia de que no sois este cuerpo
sino que estáis en este cuerpo. Esto corresponde al mecanismo de la Disolución,
sí, efectivamente.
Pregunta: ¿hay alguna diferencia entre
Ascensión y Asunción?
Lo que yo viví encarnada en un cuerpo de carne, como vosotros, es una
Asunción. Es decir que mi cuerpo de carne ha partido. El proceso es diferente
para vosotros, porque incluso si hay Asunción, esta Asunción del cuerpo no os
servirá estrictamente para nada. Simplemente es necesario, para algunos de
vosotros, vivir la Asunción, es decir que este cuerpo Ascenderá también. No
para encontraros conservándolo un largo tiempo, sino para vivir las memorias,
no para vosotros pero serán útiles para lo que queda de cumplir en el conjunto
de los mundos todavía no Liberados. Constataréis por vosotros mismos que
viviendo los mecanismos de Disolución, viviendo lo que Sois: la gracia, esa
clase de cuestión no podrá ya aflorar. Porque al encontraros a vosotros mismos,
lo vivís en ese momento. Vosotros estáis en ese cuerpo pero sabéis que no sois
este cuerpo. Y lo que vivís os lo confirma, sea lo que sea de este cuerpo. Como
se ha dicho, no sois vosotros los que desaparecéis, es la ilusión, lo Efímero.
Vosotros nacéis, vosotros Resucitáis, encontráis la Libertad y el Amor que
Sois.
No tenemos más cuestiones, os agradecemos.
Así, como será cada vez más el caso, con nuestras venidas, sea en los
momentos en que estáis presentes para escucharme o en otros momentos, sea en
los momentos de vuestras lecturas o de escucha, y como ya es el caso para
muchos de vosotros, constatáis, leyendo, escuchando, estando presente, que la
conciencia desaparece que os dormís, o si no que pasáis al Absoluto. Es la
estricta verdad. Entonces os propongo hoy (y como vuestras cuestiones han
parado), vivir un momento de Comunión, de Fusión, de Disolución acogiendo el
Coro de Ángeles, acogiendo el Amor. Desde este instante, Comulguemos juntos, en
el silencio completo de mis palabras. No hagáis nada. Estad simplemente aquí,
conmigo, con nosotros.
… Compartiendo el Don de la gracia…
Entonces este silencio, en esta Paz, ahí donde nada más de lo que es
efímero puede alcanzaros, la gracia os alcanza. El Coro de Ángeles y la Paz
está aquí. Llamadnos, nosotros responderemos.
…Compartiendo el Don de la gracia…
Entre nosotros, la distancia está abolida.
…Compartiendo el Don de la gracia…
Os invito, y nosotros os invitamos, todas y todos, a uniros a nosotros.
Porque ahí donde nosotros estamos, es donde estáis vosotros, en esta Morada de
Paz Suprema, en este Don de la gracia, en el Amor.
… Compartiendo el Don de la gracia…
En el Silencio pleno de Amor, pleno de vosotros mismos está la
Totalidad, está el Absoluto. También está este cuerpo, también está lo Efímero,
pero ellos desaparecen.
…Compartiendo el Don de la gracia…
Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Permanezco a vuestro
lado para la Eternidad, si tal es vuestra elección. Vuelvo a vuestra llamada,
vuelvo para vosotros todos, acompañada, esta tarde a las 22 horas, por el
conjunto de Ancianos, por el conjunto de Estrellas y Arcángeles, para vivir la
gracia. Os amo, en Libertad.
…Compartiendo el Don de la gracia…
Hasta pronto.