Para muchos investigadores, los recientes
extremos que se han producido en nuestro sistema solar, los patrones
climáticos, los cambios geofísicos y los patrones sociales no tienen un marco
de referencia en los modelos de comprensión occidentales. Su formación les
exige ver los sucesos anormales observados por la ciencia como fenómenos
discretos y no interrelacionados, como si fuesen misterios sin contexto. Las
tradiciones antiguas e indígenas como las de los amerindios, los tibetanos y
las comunidades de Qumrán a orillas del mar Muerto, ofrecen, sin embargo, un
contexto que nos permite encontrar un sentido al aparente caos de nuestro
mundo. Estas enseñanzas nos proporcionan una visión unificada de la creación y
nos recuerdan, nada más y nada menos, que nuestro cuerpo está compuesto por los
mismos materiales que la Tierra.
Quizá los antiguos esenios, los
misteriosos autores de los manuscritos del mar Muerto, nos ofrezcan algunas de
las visiones más claras sobre nuestra relación con el mundo y con las ciencias
del tiempo y de la profecía. Esos textos de 2.500 años de antigüedad, apoyados
por las modernas investigaciones, sugieren que los hechos que se observan en el
mundo que nos rodea reflejan el desarrollo de creencias en nuestro interior.
Algunos documentos del siglo IV que se conservan en la biblioteca del Vaticano,
por ejemplo, nos ofrecen detalles sobre esta relación y nos recuerdan que «el
espíritu del Hijo del Hombre fue creado del espíritu del Padre Celestial, y su
cuerpo del cuerpo de la Madre. El Hombre es el Hijo de la Madre Terrenal, y de
ella el Hijo del Hombre recibió su cuerpo. Eres uno con la madre terrenal; ella
está en ti y tú en ella... » (las cursivas son mías).`
Los esenios nos recuerdan, de la
única manera que conocían, una relación que ahora la ciencia moderna nos ha
confirmado. El aire de nuestros pulmones es el mismo que se desliza sobre los
grandes océanos y se precipita a través de los grandes pasos de montaña. El
agua, que es la que compone el 98 por ciento de la sangre que corre por
nuestras venas, es la misma que una vez fue parte de los grandes océanos y los
ríos de las montañas. A través de los escritos de otros tiempos, los esenios
nos invitan a que nos veamos uno con la Tierra, en vez de considerarnos como
algo separado de ella. Desde esta visión del mundo tan antigua, se nos
presentan dos preceptos clave que nos guían a través de los mayores retos de la
era moderna.
En primer lugar, nos recuerda que
los desequilibrios que se producen en nuestro planeta son reflejos de nuestro
estado interior.
Estas tradiciones contemplan la
precariedad de nuestro sistema inmunitario y la proliferación cancerosa en
nuestro cuerpo, por ejemplo, como la expresión interna de una ruptura colectiva
que impide que el mundo exterior nos dé vida.
En segundo lugar, esta línea de
pensamiento nos invita a considerar los terremotos, las erupciones volcánicas y
los patrones climáticos como proyecciones del gran cambio que está teniendo
lugar en la conciencia humana. Está claro que con semejante visión del mundo,
la vida es mucho más que una serie de experiencias diarias que suceden al azar.
Los acontecimientos que tienen lugar en el mundo son barómetros vivientes de
nuestro progreso en un viaje que empezó hace mucho. Cuando miramos nuestras
relaciones dentro de los parámetros de las sociedades y de la naturaleza, en
realidad estamos siendo testigos de cambios en nuestro interior. Estas
perspectivas holistas sugieren que los cambios que se producen en el mundo
suponen una oportunidad excepcional para evaluar las consecuencias de nuestras
elecciones, creencias y valores de un modo espectacular, como un mecanismo de
interacción (feedback), si es que se le puede llamar así. Una vez que
reconocemos el mecanismo, despertamos a nuevas posibilidades de opciones
incluso mayores en nuestra vida.
Estas posibilidades de sanación se
han mantenido en secreto en las tradiciones tribales y en las profecías
precristianas durante cientos de generaciones. Ante los ojos de quienes han
vivido antes que nosotros, nuestro calendario parece estar intacto; ahora ha
llegado el momento del gran cambio. Si el mundo exterior refleja realmente
nuestras creencias y valores, ¿es posible terminar con el dolor y el
sufrimiento en la Tierra si elegimos la compasión y el amor en nuestra vida?
Las circunstancias actuales, de placas de hielo que se funden, aumentando
peligrosamente el nivel del mar, de aumento en todo el mundo de la actividad
sísmica y de una tercera guerra mundial, sólo están en sus comienzos. Llevados
a su máxima expresión, cada una de estas posibilidades puede ser considerada
como una seria amenaza para la supervivencia de la humanidad. Nuestro mensaje
de esperanza es que todavía no se han materializado por completo. La clave para
abordar estos acontecimientos se encuentra en el tiempo: cuanto antes
reconozcamos nuestra relación con el mundo que nos rodea, nuestras elecciones
internas de paz pueden proyectarse como patrones climáticos suaves, la sanación
de nuestras sociedades y la paz entre las naciones.
Todavía tenemos la prueba de una
poderosa tecnología, olvidada hace mucho tiempo, oculta en las profundidades de
nuestra memoria colectiva. Cada día vemos la evidencia de nuestra tecnología,
basada en los sentimientos, en la alegría de una nueva vida y un amor duradero,
así como en las situaciones que nos alejan de la misma. Es esta ciencia
interior la que nos capacita para trascender por medio de la gracia las
profecías destructivas de tiempos futuros y los retos de la vida. En nuestra
sabiduría colectiva se encuentra la oportunidad de iniciar una nueva era de
paz, unidad y cooperación global sin precedentes en la historia de la
humanidad.
LIBRO EL EFECTO ISAÍAS
Índice
Comienzos………………………………………………………………………………… 5
Introducción……………………………………………………………………………….. 9
1. VIVIR EN LOS DÍAS DE LA PROFECÍA……………………………………………..
14
La historia apunta al presente
2. PALABRAS PERDIDAS DE UN PUEBLO OLVIDADO
……………………………. 31
Más allá de la ciencia, de la religión y de los
milagros
3. LAS PROFECÍAS……………………………………………………………………… 48
Visiones silenciosas de un futuro olvidado
4. OLAS, RÍOS Y CAMINOS…………………………………………………………….. 71
La física del tiempo y de la profecía
5. EL EFECTO ISAÍAS…………………………………………………………………… 93
El misterio de la montaña
6. ENCUENTRO CON EL ABAD……………………………………………………….. 100
Los esenios en el Tíbet
7. EL LENGUAJE DE DIOS……………………………………………………………… 123
La ciencia perdida de la oración y de la profecía
8. LA CIENCIA DEL SER HUMANO ……………………………………………………. 148
Secretos de la oración y de la sanación
9. SANAR LOS CORAZONES, SANAR LAS NACIONES ……………………………
179
Volver a escribir nuestro futuro en los días de la
profecía
Finales……………………………………………………………………………………… 205
Notas ………………………………………………………………………………………. 207
Agradecimientos………………………………………………………………………….. 215