Cuando escuche tan nobles palabras, vino a mi mente.
No sería mejor estar presente.
No sería más grato a sus hijos que él les llamara para ver como están.
Porque en la relación padre–hijo, e hijo–padre, es una relación
tan poderosa, que se basa en la confianza, amor y respeto.
Porque jamás basta un deseo, los deseos no hacen historia.
Los deseos se los lleva el viento.
Los deseos hablan de ausencia.
Los deseos son actos que no se llevan a cabo y se cree que limpia
el alma por decirlo.
Más no es así porque en esas relaciones lo que los acerca es el
amor y los hechos consumados basados en el estoy presente.
Porque cualquiera de las partes si así lo desean acompaña al otro
si el otro lo permite.
Es una relación de dos como en todo.
Padre, madre, hermanos, amigos, compadres y todos los que
verdaderamente aman no deberían basar es hermoso vinculo en deseos, es tiempo
de comenzar a buscarse y estar más pendiente de quien se ama, dejar la televisión,
exceso de trabajo y tantas labores para por lo menos visitarse y tomarse un café,
té, pastel o agua, no llevara gran tiempo pero se podrá acortar distancias.
En estos tiempos la distancia se ha hecho evidente.
Acercarse a los que realmente amas serán el soporte de una amistad
y amor duradero, en donde las personas podrán recargar sus penas, el camino de
su vida y en la escucha estrecharan los lazos de confianza y amor.
Si los deseos se transforman en hechos las relaciones, como en sí
las personas podrán tener verdaderos lazos de amistad, porque no existe nada más
agradable que una persona que te ame, estime, acompañe y escuche.
Por todo ello si tu deseo va mas allá realizaras acciones.
Pero, nunca caigas de improviso ya que eso es una imposición de tu parte, por ello el acuerdo de verse es de ambas partes creara una mejor unión.