Son dos situaciones diferentes de vivencias.
El amor es la frecuencia vibratoria que existe en cada persona
humana.
La puedes reconocer cuando desde tu interior sientes una energía radiante
y que te hace vibrar en ciertas circunstancias.
En el amor no necesitas caricias, ser importante o creer que es un
sentimiento que desaparece o te hiere.
Son adjetivos que le han dado a la energía del amor.
Pero, el amor va más allá de un sentir una necesidad.
El amor es la energía que te hace tener vida.
Es la fuente inagotable de sentirte bien y a veces cantar y
olvidarte del miedo. Vivir en el amor, su resultado es que desaparezca el
miedo.
Pero, vivir en la pasión es necesitar caricias, tener un lugar en
la vida de los demás, importar y celar para poseer.
Es muy diferente a lo que es el amor.
No se pueden confundir porque en una tienes libertad, seguridad y
eres feliz, en cambio en la otra traes necesidades de afecto, aprecio y de que
debes importar.
Por ello es que son dos energías muy diferentes.
En el amor existes como la fuerza de la creación.
Eres integro y la vida se vuelve digna de ser vivida.
En el amor no existen los despechos o frustraciones.
Pero, se le ha puesto esas características al amor, para poderse
controlar.
Eso no es amor.
En la pasión existe manipulación y desconfianza y al desear poseer
al otro, deja sin valor a esa persona.
Es por ello que la diferencia es absoluta y abismal.
Porque en lo que una enaltece la existencia del ser humano, la otra
no le da el valor a la vida de la persona con quien convive.
Pero depende de cada ser humano vivir en pasiones o en el amor que
da una forma de vida más estable y aceptándose a sí mismo.
Cuando las personas viven en amor, dejan ser a los demás.
Más en su gran amor, ellos dejaran vivir y convivir con personas
que ya hayan encontrado primero el amor en su interior y así poder convivir con
el exterior.
Ya que en el amor se encuentra la paz que tanto se busca.
En el amor la vida es digna de ser vivida y es un estado de
consciencia de valores eternos.
En las pasiones, en el poseer al otro, la incertidumbre,
desconfianza o momentos no gratos son las directrices de esas relaciones.
Por eso es que no se pueden confundir dos energías.
Una trae paz y vida y la otra desconsuelos.
Para encontrar el amor, comienza en un sentir de aceptación a lo
que eres y desde ahí podrás transformar o pulir aquello que trae momentos de
incertidumbre en tu vida.
Es así que iras conociendo al amor, a través de la paz interna que
es la semilla del amor.
Todos tienen su tiempo, es por ello que si te interesa encontrar
esa semilla de amor, comienza en ti y en tus silencios irá creciendo la sabiduría
del amor para tener una vida más plena que a la que ahora llevan muchas
personas.
El amor viene de la mano de la paz interna. Y muchas veces el
silencio los acompaña.
Pero, su existencia es tan real como el aire que respiras y no ves
y aún así existe para que vivas.