Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Hedyn Núñez
URIEL. La Luz Te Invita a Las Bodas de Eternidad. Invítame a Ser tú. Invítame a Desaparecer, en Ti y por Ti.
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ARCÁNGEL URIEL - 17 de Noviembre de 2012.
Yo soy Uriel, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión. Presente, en ustedes y con ustedes, como Ángel del Pasaje. En este tiempo de Transición, en este tiempo de expansión, en este tiempo de Silencio, en el que el Amor viene a llenar los intersticios de vuestro vacío, se encuentra reunido, lo más poderoso y lo más amante, que está a través de la todas las manifestaciones. Por lo tanto, vengo en este tiempo y espacio, en vuestro Corazón como al centro de vuestro Corazón, como en cada una de sus parcelas, a reclamar vuestra Atención para Vivir lo que está ahí y lo que está Presente, más allá de toda Presencia. Los invito a Ser, más allá del no ser y más allá del ser. Los invito, más allá del camino, los invito a Ser lo que Son. Yo los invito a Ser, más allá de todo parecer, más allá de todo límite, a fin de Ser la Verdad Eterna e Infinita.
Por lo tanto, como el Ángel del Pasaje, les pido el silencio de vuestras palabras, el silencio de vuestros movimientos, el silencio de vuestros pensamientos. Porque más allá de mis palabras, y más allá de vuestra Presencia en este espacio, se vive el espacio de Transición. Más allá de un pasaje de un punto a otro, se vive el Pasaje, que resume en sí, el sentido mismo de vuestra Presencia. Más allá de toda ilusión, más allá de vuestra presencia en este cuerpo, más allá de la presencia en este mundo, es lo que está más allá de todo Mundo, lo que está más allá de toda Presencia.
Los invito a reposar allí donde está la Verdad Eterna, que no sufre ningún tiempo, ningún espacio, ninguna forma. Estar Aquí y Ahora, Ser el Alfa y la Omega, de modo que nada pueda, desviarlos, ni hacerles dar vuelta. Estén en el estado de vuestra Presencia Infinita, aquí en el silencio. Los invito, por mi Presencia (al igual que por vuestra Presencia, en el seno de lo que Son), donde no existe más el sentimiento de ser una persona, la sensación de Ser una Luz, sino más bien, la Verdad de la Luz, en Su Esencia.
Me dirijo por lo tanto a ustedes, en este tiempo y en este espacio, para establecer (entre nosotros y a través de nosotros), la ausencia de distancia, la ausencia de Presencia, la que los conduce donde no pueden ir por si mismos: al seno de toda Conciencia. Aquí, ¡escuchen! Escuchen, no solamente el silencio, escuchen a la ausencia del ser, como la ausencia del no-ser.
Los invito a Ser, más allá del ser. Los invito a ya no parecer.
Los invito a establecer la Permanencia, estado más allá de todo estado, donde no existe ni arriba ni abajo, ni izquierda ni derecha, pero sí, la resolución de estos dos opuestos.
Los invito al centro del Centro.
Yo los invito a Ser el Éter, resucitado y regenerado. Los invito a Ser en la inmovilidad.
Los invito a sobrepasar y trascender la Alegría. Yo los invito en todo lugar y en todas partes.
Los invito más allá de toda referencia y de cualquier marco.
Los invito a ir allí, donde no pueden ir por algún desplazamiento.
Los invito a permanecer allí donde está la Paz, porque ahí es vuestra Morada.
Los invito a vuestra Eternidad. Yo los invito allí, donde no hay ningún pasado y ningún futuro.
Los invito a sobrepasar el tiempo que pasa.
Los invito a sobrepasar el tiempo de la ilusión.
Y los invito allí dónde yo Soy, porque es allí donde ustedes Son.
Los invito a ir más allá de la escucha y del entendimiento.
Te invito a una Sinfonía no teniendo nada que ver, ni con las notas o, ni con los colores.
Los invito en el Espacio infinito, que no conoce ningún escenario.
Los invito al Tiempo infinito, que no viene y no proviene de ningún pasado, y que no se dirige a ningún futuro.
Los invito a Ser. Para ello, abandonen el parecer, acepten desaparecer, ahí donde está lo sublime, más allá de todos vuestros sueños y todos vuestros pensamientos: lo que se llama la Morada de Paz Suprema, porque no hay palabras para calificar o cuantificar lo que no es medible y ni medido, por un estado u otro.
Los invito a vuestra propia Felicidad.
Los invito a Ser, no sólo el receptáculo de la Luz, sino a convertirse en la Luz misma. Debido a que la Luz misma, no conoce parte, ni límite, ni espacio, ni el tiempo, ni desplazamiento, ni inmovilidad.
Los invito a ser el Alfa y la Omega, a fin de que la Omega se una al Alfa.
Los invito a Hic et Nunc, Aquí y Ahora.
Yo los invito a un Espacio y a un Tiempo, donde todo lugar, cada segundo, y cada tiempo es el Instante Presente. No solamente, el que fluye en el reloj de arena del tiempo que pasa, sino el que, precisamente, permite al tiempo pasar y desaparecer, el también.
Los invito a la Radiación.
Los invito a la Luz, infinita e indefinida, allí donde ustedes Están, allí de donde nunca se han movido, y de donde no se moverán jamás.
Los invito a la Belleza que no se marchita jamás, a la Eternidad que no puede desaparecer, donde la Verdad no sufre ningún relativo y ninguna carencia. Allí dónde está la fuente del movimiento mismo. Donde está la Fuente de la conciencia misma, Shantinilaya, muy por encima de la idea del paraíso, mucho más allá de la simple alegría, más allá de toda manifestación de Éxtasis.
Los invito a la Luz, infinita e indefinida, donde están, de donde nunca se han movido, y de donde nunca se moverán.
Los invito no, a ser revestidos de la Luz, porque ustedes no tienen que ser revestidos: lo que Son es la Luz, más allá de cualquier imagen, más allá de toda seducción, más allá de toda Atracción.
Yo vengo a invitarlos, para que a vuestro turno, ustedes me inviten, al corazón de vuestro Corazón. No sólo al Canal de la Luz, a vuestro lado, no sólo en la Onda de Vida que se alarga, tampoco solo en la consumación de vuestro Corazón.
Yo los invito, especialmente, en este tiempo de Transición, a este tiempo de expansión. Expansión, que tiene lugar en el corazón del Corazón y el centro del Centro, a tal grado, que ya no les es posible diferenciar y separar el Centro, con un límite a la expansión.
Los invito a la Morada de Paz Suprema.
Te invito a salir de la ronda de las vidas, a salir de las rondas ilusorias, donde todo gira en redondo, pero sin moverse, una octava en la Conciencia.
Vengo a invitarlos a venir al espacio de nuestros Reecuentros.
Los invito a recordar, que Eran antes de toda forma y de toda Conciencia
Los invito a Ser la Vida.
Los invito a un lugar donde no existe ningún defecto y ninguna ilusión.
Te invito a Danzar, en la inmovilidad del tiempo y la instantaneidad de todo espacio.
Los invito a Ser, no solamente a ese que pasa, sino a Ser, ustedes mismos el Pasaje: ese donde reina la Sabiduría, ese, donde reina la Belleza.
Los invito a lo Inmutable.
Los invito, no a una experiencia, tampoco al tiempo que pasa.
Los invito a la cima de lo que ustedes Son: los invito a la cumbre, que se asienta en la profundidad, inaparente al mundo, que sin embargo, lo sostiene sin tenerlo.
Te invito a ser la Libertad.
Los invito a descubrir, desde lo Vibral, lo que Es.
Los invito al silencio de mis palabras y a vuestro Silencio.
Los invito a Reencontrarnos: en el silencio de las palabras, en el silencio de los pensamientos, en el silencio de los sentidos.
Yo los invito a eso.
...Silencio...
Escuchen, oigan, en el Silencio y en la Paz, para oír y escuchar lo que Está allí, cuando ya no están. Amados del Uno, el Uno los Ama.
Amigos de la Libertad, el tiempo de la Llamada viene a invitarlos a esto. Y allí, en el Silencio, se vive la invitación a la Verdad y a la Belleza. El Sonido de la Paz y el sonido del Silencio. El Sonido de lo Verdadero y la ausencia de Sonido, ahí donde se resuelve el antagonismo y la oposición.
Amigo del Uno, tú que eres el invitado perpetuo de la Verdad, yo te invito a escuchar, no lo que yo digo, no lo que tú piensas, sino eso que juntos, en el centro del Centro, nosotros emanamos e Irradiamos en la mismo Encuentro, en la misma Paz. Así que, como te lo he pedido, cuando estás Alineado, solo o con todos, invítame a Ser tú. Invítame a desaparecer, en ti y por ti. Y entonces escuchamos juntos la Sinfonía de Shantinilaya: del Alfa a la Omega, Aquí y Ahora de la Presencia a la Ausencia y de la Ausencia a la Presencia.
Y yo te invito, en este momento Presente aquí, a reunirnos los Unos y los Otros, en la misma Danza inmóvil, en la misma Presencia, en la misma Ausencia, en la misma Claridad, y en la misma Lucidez.
Entonces, deja abierto, lo que jamás, puede estar cerrado. Así te aparecerá, por tu propia desaparición, lo que tú Eres, en nuestro Silencio y nuestra Comunión. Podremos por fin, disolver la Ilusión de tus sentidos y la Ilusión de tu mundo, en nuestra Verdad Una e inquebrantable, donde de Ti a Mí, ya no existe ninguna distancia. Donde de Mi a Ti, no existe la menor separación. Dónde no sirve de nada preguntarte si tu eres Tú, o si eres Yo, ya que tu Eres ciertamente los dos. Amado del Amor y Amor Amado, vivamos eso, porque solo existe eso.
La Luz te invita a la Boda de Eternidad. Yo no te pido nada más que eso. Y te digo "hasta ahora" en el Templo de tu Espacio Sagrado, donde nada más aparece que la Sacralidad de tu Belleza: Tú, invitado de la Eternidad. Para que percibas, que siempre has sido el Invitado, porque en esta invitación estás en tu casa y en Ti.
Yo soy Uriel y permíteme de Alinearme a Ti y de Alinearme en Ti Yo soy Uriel, Ángel del Pasaje y te digo hasta ahora, en el Instante y el Espacio de nuestra Invitación. Y doy Gracias por tu Invitación. Y te digo: Sublimación.