Original en francés
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Hedyn Núñez
LA FUENTE 2
Octubre de 2012
Mi Amigo, mi
Amado, en este tiempo, donde el tiempo permite a nuestra Luz mezclarse, e
intercambiarse, de mí a ti, restablezco lo que nunca ha podido extinguirse.
Mi Amigo, mi
Amado, en ti deposito el Soplo que es tuyo.
Mi Amigo, mi
Amado, entre nosotros y con nosotros, está el Amor, y manifiesta los mundos de
la creación. En ti, el viento sopla reanimando el Espíritu del Amor y el Amor
del Espíritu.
Mi Amigo, mi
Amado, vengo a consumar lo que tú has realizado. Tu retorno es mi retorno en tu
Pecho y en mi Seno, para que nunca más, ocurra lo que pasó en este mundo y más
allá. Tu tiempo toca a su Eternidad, el de tu Belleza, reunidos, en ti y en mí,
en total Libertad para recorrer o no, los mundos y los universos en los
multiuniversos dimensionales donde reinan el Amor y la Belleza
Mi Amigo, mi
Amado, vengo a recordarme de tu recuerdo, el que nunca ha podido cesar. Vengo a
depositar en ti, lo que siempre has sido. Vengo a abrir lo que tú Eres. Vengo a
depositar el beso de Fuego, del Amor y de tu Eternidad.
Mi Amigo, mi
Amado, escúchame y recíbeme. Tú, a quien, en todo momento acojo, donde sea que
estés, por el hilo del Amor; el de la Libertad y de la Verdad.
Mi Amigo, mi
Amado, en tu corazón canta la Canto, que abre tu Eternidad.
Mi Amigo, mi
Amado, juntos disipamos y quemamos los velos de la separación. Nunca más, tú
serás separado. Nunca más, yo estaré separado.
Mi Amigo, mi
Amado, en los confines de la creación, allí donde he elegido mi Domicilio
Eterno, emito para ti y en ti, la Luz de la Libertad.
Mi Amigo, mi
Amado, el Amor no conoce la ausencia, el Amor no conoce otra cosa que su Eterna
Belleza. Del reino del Amor, tú eres hijo de Uno. Yo soy tú como tú eres yo, en
este tiempo que viene, en este tiempo que es el tiempo de nuestra Eternidad
rencontrada.
Mi Amigo, mi
Amado, escucha lo que te dice el verbo "amar" más allá de cualquier
sonido, en el Cantar de la Luz y de su Radiación transportada por el Absoluto.
Vengo a ti, y he llegado a los albores de tu mundo, a la aurora de tus
sentidos. Escúchame. De mí para ti: la Luz. De ti para mí: el hilo de la
Eternidad. Tu Corazón late, para siempre, en su Eternidad, más allá de este
corazón de carne. Juntos, unidos y reunidos en la Libertad del Ser como del no
Ser no, aquí o en otro lugar, sembremos los campos de la creación, los campos
de la Libertad.
Mi Amigo, mi
Amado, ábrete a lo que Eres: apertura ilimitada del Amor, apertura ilimitada de
la Belleza.
Mi Amigo, mi
Amado, deposito en ti, lo que había sido desplazado, dándote por esposo, tu
Eternidad.
Mi Amigo, mi
Amado en el Canto del Amor esta la Luz de la Eternidad, la que jamás, una
Sombra pudo manchar, la que nunca, pudo mezclarse con otra cosa que ella misma.
Luz de Amor y Amor de Luz.
Mi Amigo, mi
Amado, eso Eres tú. Y tú, permaneces eso. Es lo que tú has Sido. Y lo que tú
Serás. El paréntesis de Sombra se cierra para siempre, no habiendo espacio para
ofrecer forraje, no habiendo más espacio para regir y administrar. El tiempo de
tu libertad y el tiempo de nuestra danza, celebrando nuestra rencuentro, más
que nunca abiertos en este día y en ese tiempo.
Mi Amigo, mi
Amado, te invito a que te retires en ti, a fin de aparecer en tu espacio y en
tu tiempo ilimitado. Que no conoce el horror, de ningún fin. Que no conoce de
espera, porque todo está allí.
Mi amigo, mi
Amado, vengo a preguntarte: ¿quieres ser libre?...
Mi Amigo, mi
Amado, vengo a exhortarte a salir de tu efímero. Vengo a Amar lo que tú Eres,
desde siempre y para siempre.
Mi Amigo, mi
Amado, el Canto del universo llama a la puerta de tu Tierra, tal como fue
enviada desde su sol, allí donde pusiste un día, los hijos de tus
encarnaciones, allí donde un día fue perturbado el Canto del Amor. Hoy, desde
mí a ti, la Luz Es, abriendo en ti, todo espacio y todo tiempo para que jamás
ningún límite pueda hacerte olvidar lo que tú Eres. Recuerda, porque el tiempo del Llamado ha llegado. Como tú viniste,
un día, yo vengo en este día a recordarte nuestra Promesa y mi Juramento.
Mi Amigo, mi
Amado, alégrate porque lo que ha llegado es regocijo.
Mi Amigo, mi
Amado, déjate arrullar por el Canto de tu Eternidad, por el Canto de la Verdad.
Tú, Hijo de las Estrellas, tú, Ser Liberado, liberando, por lo tanto, en el
Canto del Amor, y quemando todos los lazos de la carne, viniendo a quemar todos
los lazos de la ilusión.
Estás
Liberado, óyelo.
Mi Amigo, mi
Amado, tú eres la Verdad: escúchalo. Tú eres el Amor manifestado: muéstralo.
Mi Amigo, mi
Amado, vengo a ti porque has venido a mí, en ese día, tiempo de nuestra
Eternidad.
Mi Amigo, mi
Amado, te invito a la danza celestial, la que abre, la que eleva en todo
espacio y en toda Dimensión. Yo te invito a la Vida.
Mi Amigo, mi
Amado, porque la Vida no puede separarse de nada. Tú eres la Vida y eres la Luz
sobre la cual fundé el Amor, mismo.
Mi Amigo, mi
Amado, en el tiempo eterno, en este tiempo de Belleza, viniendo a alumbrar y a
quemar todo lo que no puede mantenerse en la Eternidad y en la Verdad.
Mi Amigo, mi
Amado, yo te envié a los Arcángeles, te envié a Hermanos y Hermanas en
humanidad, Hermanos y Hermanas galácticos a fin de asistir a tu Resurrección.
Mi Amigo, mi
Amado, su presencia a tu lado, firma la apertura de lo que había estado
encerrado por un tiempo, el tiempo que se ha cumplido. Ve el tiempo del
Juramento revelarse en ti, y despertar al Mundo de la Verdad.
Mi Amigo, mi
Amado, escucha lo que la Luz tiene que decirte. Ve lo que la Luz tiene a
mostrarte. Percibe que la Luz tiene para darte de su Alegría.
Mi Amigo, mi
Amado, el tiempo eterno está instalado en espera de tus pasos de danza de la
Libertad eterna. Vamos juntos.
Mi Amigo, mi
Amado, todos UNO, en la misma Unidad, más allá incluso de la Unidad, vamos
juntos a celebrar la fiesta de la Resurrección.
Mi Amigo, mi
Amado, tú que has trabajado en la restricción de la Sombra, te invito a
elevarte sin obstáculo en el tiempo eterno del Amor. Yo te invito a ser lo que
tú eres, más allá de las apariencias y más allá de toda sombra.
Mi Amigo, mi
Amado, entre nosotros, no hay más distancia. Entre nosotros, no hay mas
diferencia. Entonces, te invito a constatarlo y te invito a vivirlo, cantando
la vida de tu Eternidad.
Mi Amigo, mi
Amado, tú eres Amor, porque sólo el Amor es eterno. Porque sólo el Amor es Luz.
Porque sólo el Amor te conduce más allá de toda conciencia al Ultimo. Tú eres
yo y yo soy tú. Tú estás en cada uno, como yo estoy en cada uno. Nada ha
podido, en verdad, separarnos, en definitiva. Así que, yo vengo a repetírtelo.
Vengo a demostrártelo. Yo vengo a dártelo a percibir. Vengo a dártelo a ver,
para que jamás, puedas dudar de lo que Eres, con el fin de que, nunca más,
puedas imaginar el menor pensamiento de estar separado de tu Verdad.
Mi Amigo, mi
Amado, te invito a la apertura de la ronda de la Luz, viniendo de mi Morada
hasta tu Morada para mostrarte eso que tú ya sabes. Hay muchas Moradas y cada
Morada es una, con cada otra.
Mi Amigo, mi
Amado, tú eres lo Ilimitado a encontrar, eres el Ilimitado que se encuentra. En
el tiempo y en el espacio de nuestro Encuentro, al centro de ti, al centro del
Sí, hay nosotros, eres tú y yo en la misma tri-Unidad en la misma alianza de
Fuego, del cual el beso viene a quemar lo que no es Verdad, lo que no es tu
Eternidad. Así que, mi amigo, mi Amado, te pido estar atento, de vigilar, con
tu Conciencia y tu Corazón, a fin de vivir el momento del Llamado de mi
Embajadora (ndr: MARIA). Ha llegado el momento de tenderte hacia nosotros, para
que nosotros nos tendamos hacia ti, para liberar la Libertad, a fin de liberar
la Alegría.
En las
Moradas de la Eternidad, tú eres la Alegría. Mi Amigo, mi Amado, en las moradas
de tu Eternidad, eres la Belleza, a ninguna otra igual, a ninguna otra
comparable, a ninguna otra identificable. El Canto de tu Ser se extiende, en
todo espacio y en toda Dimensión, haciendo resonar todos los universo y los
multiuniversos a la frecuencia del Amor, que engloba a todos los demás.
Mi Amigo, mi
Amado, en este tiempo de la Belleza y la Verdad, te invito a ver más allá de
las apariencias. Te llamo a percibir más allá del shock. Te invito a escuchar
la Canto del Amor, que despierta tu Eternidad.
Mi Amigo, mi
Amado, entonces, en este momento, y aquí donde Soy, y ahí dónde Eres, en el
espacio sagrado de nuestra Reunión, te propongo un momento de plenitud, un
momento lleno de silencio del Absoluto, para que la emanación de lo que yo Soy,
sea la emanación de lo que Eres, unidos en la misma libertad.
Entonces, Mi
Amigo, mi Amado, hago ahora el silencio del Verbo a fin de que seas penetrado
por la plenitud de la Vibración, de la plenitud de la Presencia, de tu Amor, y
de tu Eternidad. Así, juntos, compartamos y Comulguemos. Así, juntos, tú y yo
compartamos la Luz. Juntos, compartamos el Amor.
Mi Amigo, mi
Amado, escucha. En este espacio, en el Centro. De Corazón a Corazón, unidos en
el mismo Corazón. Permíteme depositar en tu Corazón, el beso ardiente del Amor.
Mi Amigo, mi
Amado, déjame depositar en tus manos, el sello de la Verdad.
Mi Amigo, mi
Amado, déjame colmarte de tu propia Presencia.
Mi Amigo, mi
Amado, te invito: de mí a ti, la Luz.
Mi Amigo, mi
Amado, mi Amigo, mi Amado, déjame besar tu alma y tu espíritu.
Mi Amigo, mi
Amado, déjeme ser esa Fuente que brota que se eleva, de ti y de mí.
Mi Amigo, mi
Amado, entra a mí, ya que entrando en mi, tu entras en ti, poniendo fin al
límite y al sufrimiento. Permíteme darte la Buena Nueva. De mí a ti: La luz.
Abre, en ti, todas las compuertas cerradas de la restricción, porque tú eres
libre y sin restricción.
Mi Amigo, mi
Amado, es el tiempo de enjambrar nuestra Libertad en el beso del Amor, atizado
por el soplo de tu Espíritu.
Mi Amigo, mi
Amado, escucha y canta, a tu turno, y en todos los tiempos, el Amor.
Mi Amigo, mi
Amado, eres la sonrisa de la Vida, porque el hilo de la Vida vive en tu
Corazón, como en mí.
Mi Amigo, mi
Amado, mi Amado, déjame aparecer en tu Cuerda celestial, déjame tapizar ese
Canal Marial, del Fuego de mi Amor.
Mi amigo, mi
Amado, en este tiempo, no habrá más misterio, no habrá más desconocido. Nada
más podrá substraerse a tu conciencia y a tu Corazón.
Mi Amigo, mi
Amado, yo me instalo en ti.
Mi Amigo, mi
Amado, yo estoy aquí para la Eternidad.
Mi Amigo, mi
Amado, no te digo adiós, ni incluso hasta pronto, porque no hay más tiempo
desde el momento en que me instale en tu Eternidad.
Mi Amigo, mi
Amado, recuérdate de tu Eternidad.
Mi Amigo, mi
Amado, yo te saludo en la Gracia de nuestra Gracia.
Mi Amigo, mi
Amado, yo estoy aquí.
Así, tú
también puedes decir: YO Y MI PADRE
SOMOS UNO. Te saludo, mi Amigo, mi Amado