Nosotros, como ustedes deben saber, iniciamos hoy el período de síntesis de nuestro encuentro, de nuestra asamblea. Iniciamos esta período de síntesis inmersos en esta aproximación, tanto de la vibración de Esseni-Autara, la Bienaventuranza de la Liberación, actuante en cada faceta de la Conciencia Planetaria, así como de esta expresión de la Conciencia Universal que es la Familia Ratziel. Diversas conciencias, hermanos y hermanas Ratziel; Ángeles y humanos, se presentaron en estos días y dinamizaron en medio de esta asamblea de Almas Ardientes cada aspecto relacionado con los Cromas de Luz Viva, conectados a las facetas de la Conciencia Madre de este Espíritu Planetario, como también de cada conciencia humana.
Esta Luz Viva, este Fuego Vivo es el objeto de nuestra experiencia, es el objeto de nuestra experimentación en esta etapa de síntesis de nuestras reuniones. Porque esta Luz Viva, este Fuego Vivo, es también llamada por algunos hermanos Fuego Misterioso, es Adiktu-Elon.
Adiktu-Elon, este décimo segundo Croma, este décimo segundo Centro Planetario, podría muy bien ser llamado el primero. Debido a que Adiktu-Elon, en los doce Cromas es la propia Luz Viva, es la representación misma del Fuego Misterioso. Adiktu-Elon acoge en sí las otras once expresiones de sí mismo. Expresiones que por un lado se manifiestan en la Materia que constituye este Fuego Vivo, así como las interacciones de la Consciencia que es en sí, este Fuego Vivo.
Sin embargo, en Adiktu-Elon como Croma, como pilar de la Manifestación, las Chispas Divinas hacen la experiencia de la absorción en este Fuego Vivo, en esta Luz Misteriosa más allá de toda la experiencia, de toda la danza. A pesar de la grandeza que las palabras que emito sobre Adiktu-Elon puedan aparentar, Adiktu-Elon es Humildad, Adiktu-Elon es Simplicidad Perfecta. Esto se debe a que este Fuego Vivo, esta Luz Misteriosa no se encuentra en otro lugar, no está en ningún otro lugar imaginario, por sobre todo, inalcanzable, intocable. Este Fuego Vivo, es Fuego Vivo y vivificador, es Luz Animante. Este Fuego Vivo está presente en todo, es Todo. No puede explicarse, ni siquiera podemos decir que vivimos este Fuego. A lo sumo podemos decir que todos nosotros nos disolvemos en este Fuego, y al mismo tiempo que este Fuego es nuestra Esencia Operante y Animante, él está más allá de toda la animación, toda la operación. Nadie puede decir qué es este Fuego. Nadie puede apropiarse para sí esta posición. Sin embargo, este Fuego Vivo, todo ES.
Sin embargo, cada uno de nosotros, Chispas Universales, a pesar de nuestra grandeza, o de la ilimitación de nuestra forma, o nuestra potencia creadora, todos nosotros nos apagamos en este Fuego Misterioso. No hay momento para que suceda, no está marcado en los Anales Cósmicos, no está establecido por el reloj de la danza, todos tenemos en nosotros mismos, en nuestra esfera de expresión, que puede incluso ser ilimitada; que es ilimitada cuando funcionamos en esta Conciencia Plena; una forma de absorción en este Fuego Misterioso, donde simplemente cerramos todos los sentidos, todas las facultades que se centran en la dinámica de la Danza, entonces el Silencio, más allá de todo, se asienta y nos absorbe. Es por esto que este Fuego, es llamado Misterioso, nunca nadie lo testimonió, nadie jamás lo vivió. No hubo nadie allí, no hay nadie allí, sólo el Fuego, ese Fuego que está más allá de un elemento, pero que contiene en sí mismo todos los elementos. Pues bien, esto es Adiktu-Elon.
Adiktu-Elon Centro Planetario es la Morada, la Morada de este Fuego en este planeta. En este planeta, este Centro Planetario, es incluso este modo de absorción en el Silencio más allá de todas las cosas, de absorción de este Fuego Vivo, en esta Luz Misteriosa: es lo que este Centro Planetario, Es.
Por supuesto, para la dinámica que se desarrolla en la superficie de este planeta, la vibración de este Centro Planetario se manifiesta como el Fuego de la Liberación. Esta Presencia, Energía, Vibración, Poder: no hay palabra para describirlo. Porque como Fuego puede adoptar muchas formas, pero nadie conoce su forma verdadera, tal vez porque no la tenga, tal vez porque sea todas las formas y algo más que no comprendemos, que no podemos conocer en la Danza. En todo caso, para la humanidad de superficie, ésta preciosa humanidad, como una obra preciosa, Adiktu-Elon, hermanos, este Fuego del Misterio, se manifiesta y actúa como Fuego de Liberación. Gracia, Misericordia, Redención, Amor, son todas las palabras que pueden ser usadas para describir los reflejos de este Fuego Misterioso, es el Ser ahí en cada Corazón que clama por ser reconocido, que se impone por sobre todas las creaciones imaginarias y se hace reconocer. Este es el Fuego de la Liberación, contra el cual nada puede levantarse, ya que él no es cosa de la Danza, ya que él no está a nivel de la Danza, está más allá de la Danza, en el interior, en todas las direcciones, ilocalizable, como el principio que guía esta Danza. Esto es el Fuego de liberación, o Centro Planetario Adiktu-Elon, el Fuego Ibez. Y tenemos también todos los componentes de este Elemento Fuego conectados a Adiktu-Elon, por lo que no vamos a ahondar en él. Todas las palabras ya fueron dichas.
Adiktu-Elon es todo, esto se revela en el Corazón del hombre como la voz del Ser, que se eleva por encima del rugido de las personalidades, de los personajes, de las creaciones efímeras. Adiktu-Elon es la voz que nos llama a la Eternidad. Lo que subsiste en todo, que surge y se disipa en la pantalla de la Mente de la Madre Creadora.
Adiktu-Elon es el décimo segundo chakra, que en el cuerpo resuena en la zona a la altura de la nariz, representando la Androginia Primordial y el Uno, el Uno sin segundo, el Uno que no está secundado por nada más. El Uno al cual nada más sucede. El Uno que no es incluso precedido, porque antes de Él no había tiempo, ni espacio. El Uno que es la síntesis de todos los números. El color que es la síntesis de todos los colores. La Nota que es la síntesis de todas las notas.
El color conectado a Adiktu-Elon, que se manifiesta en su espectro de cromático como el rojo-violeta, es el color de la síntesis. La nota FA es la nota de la síntesis. Y la vibración del núcleo cósmico que irradia para este planeta, para este sistema solar, este Fuego Misterioso, como Fuego de Liberación, es la constelación de Aries, también es una vibración de síntesis. Es la síntesis de todo lo que fue. La síntesis de todo lo que será. Es el Eterno Presente.
Una Virtud del Espíritu, una Virtud del Espíritu manifiesta sostenida por la vibración de Adiktu-Elon, en el Disco Solar Intra-terreno que irradia la virtud de la Precisión, el Disco Solar guardado en el corazón de Ibez: Om-Sarah, la nota primordial, la nota de Creación y de reverencia a la Vida, a la Vida que palpita en esta Creación. La Precisión, como Virtud, es el canto del Agua y del Fuego, porque incluso en su estructura vibratoria, en la corona de la cabeza, la Precisión está allí, en el límite de estos dos reinos: el Agua y el Fuego. La Precisión, por lo tanto trae en sí, para humanidad el sentido de Unidad Trascendental, la Unidad siendo reconocida, la Unidad, finalmente, siendo vivida. Los dos disolviéndose en el Uno, que constituye su núcleo y su Esencia, el Agua y el Fuego, la Materia y el Espíritu, casados, fundidos, uno solo.
Una vez más Adiktu-Elon es todo esto y no es nada de esto. Es el Silencio mismo, que mora entre cada una de estas palabras. O la vibración jamás comprendida, jamás analizable, jamás aprehensible que es amputada por el propio sonido, este sonido físico, o cualquier sonido más allá de lo físico.
Adiktu-Elon es el Corazón de los Corazones sobre el cual todos debemos meditar constantemente. Adiktu-Elon es el Corazón en todos los corazones que late, que pulsa, es el latido del propio Silencio, es el palpitar que aquel que no se mueve. Sin embargo, es hacia donde todas las Atenciones Plenas se vuelven en reconocimiento, en gratitud por la magnificencia de lo que somos, como también por la humildad de lo que revelamos. Como Deidad, somos magnificencia. Como existencia, somos la Humildad del Ser revelándose, porque sostenemos siempre lo pequeño. En relación a cualquier cosa siempre, siempre somos representantes de lo pequeño. Una hora es un cuerpo. Una hora es un planeta, puede ser un sol, puede ser una Galaxia, comparado con el Todo, es siempre pequeño. Nosotros siempre representamos lo pequeño. Es nuestro papel en la Danza develar la humildad de ser. Y en esta misma Danza reconocer eternamente la magnificencia del Ser. En este experimento aquí, esta magnificencia fue encubierta, fue olvidada, por lo tanto la humildad de expresión fue ignorada, fue arrojado a un lado y todas las búsquedas surgieron de ahí. No importa, todo tiene un propósito sagrado: la Redención de una Materia que aceptó una vez más expresar la gran Humildad del Ser.
Pueda Adiktu-Elon despertar en el Corazón de todos los hombres, y despertar también la belleza del Servicio.
... Alineamiento...
Adiktu-Elon . Adiktu-Elon . Adiktu-Elon .
Ulumí los saluda.