Eso es que si no te gusta algo externo, él te lo hará sentir internamente.
Mientras más estructurado estés, más personas son las que te enseñan a ver que es la estructura que no te gusta, o que no necesitas.
Eso se debe a que en tu interior, se activa todo aquello que te molesta.
Mientras más cosas te molestan es que estas más estructurado, por decir de otra forma, más acartonado estas.
Entonces pasas la vida algo o un bastante molesto, ya sea porque consideras que los otros no son educados, no se visten bien, no se arreglan….
Puedes llegar a sentirte superior y únicamente lo que te sucederá es que la vida se va complicando en tu existencia.
Entonces el prójimo es quien activa en ti los desacuerdos que tienes, porque eso que se activa, únicamente permanece en tu interior.
Y has llegado a grados de sentirte mejor que los demás que inculcas a tus hijos, esas enseñanzas que tanto te han atormentado, para que ellos se sientan superiores, pero nunca te has puesto a sentir superior a que eres.
Es tan sencillo, si te sientes superior, en realidad eres inferior, porque tus tormentas se aparecen en tus sentimientos, que al final de cuentas te llevan a aislarte con personas similares a ti, tan estructuradas y dolorosas en su parte interna.
Y llegan a tal grado, que consideran que esos malestares son mejor callarlos, y a veces ni comentarlos ante los hijos, y algunas otras veces llegan al hospital por dolores, que solo han sido los desacuerdos consigo mismo.
Si supieras que el prójimo es el mejor maestro para aprender que es lo que debes cambiar.
Comenzarías de inmediato a transformarte.
A poner atención que es lo que en realidad te molesta de ti, de tu pensar, sentir y creer.
Y te darías cuenta que al cambiar tú, cambia tu derredor.
Porque únicamente aquel que pone atención a su interior, agradece conocer al prójimo que activo lo que no funciona, para tomar una senda en un caminar de equilibrio, que comenzara a crear en el instante que acepta que los malestares viven dentro y no fuera de aquel que te activo la circunstancia interna.
Porque aquel que camina con sabiduría se transformaría en el silencio de sus malestares, convirtiéndolos en armonía.
Sin que por ello deba juzgar al prójimo, ya que únicamente es el accionador de aquello que te enseñó, creíste o sientes que es correcto.
Pero lo correcto, simplemente son ideas de estructura, para llevarte a malestares que jamás imaginarías vivir.
Si comienzas a transformarte en el sentir de la armonía dentro tuyo, veras lo agradable que es vivir sin prisiones llamadas creencias, que separan a los unos de los otros.
Y eso no quiere decir que invites a todos a casa.
Simplemente que en la naturaleza de la vida, existen infinidad de personalidades a las que vale la pena respetar.
