Uno de los atributos más altos del Amor, es la calidad del cuidado orientada a la acción física que requiere la realización de algo para agregar bendición la vida de otro. Esta calidad es recíproca en su tipo entre los corazones agradecidos. Cuando un Ser deja de lado los escudos de protección suficientes para abrir su corazón a los demás y les permite ver su bondad interior y su belleza, su capacidad de dar protección y apoyo, lo que se crea es un reconocimiento de esa luz interior y Divinidad y que el otro responde desde el mismo lugar superior. El Cuidado engendra cuidado y abre el camino para que las frecuencias más altas eleven las almas de todos.
Otro ejemplo de esta calidad de cuidado se presenta cuando un conocido que Uno difícilmente conoce realiza una bondad inesperada, cuando no había ninguna razón para hacerlo. Este tipo de cuidado puede elevar los sentimientos pesados y cansados de quienes les rodean y les ayudan a avanzar en su día con un paso ligero y un estado de ánimo de mayor felicidad. Cuando uno se entrega sólo a bendecir a los demás a medida que avanzan en su vida cotidiana, gran bien se acumula en la propia cuenta Bancaria Cósmica Personal, por todo lo que se da se hace como un servicio de Amor a otro sin pensar en recompensa.
Cuando uno se puede mover en su vida cotidiana con la intención constante de estar al servicio de otro, para recordarles que no están solos y que siempre pueden contar con la asistencia o la bondad de Uno en el momento que se necesita, entonces este Ser está bien encaminado hacia la Maestría de la naturaleza inferior y la superación de ésta. El cuidado entre las personas y otros Seres vivos que comparten este mundo crea paz y armonía. Es el catalizador para la creación de un cambio de primer orden y puede crear milagros en las situaciones más inciertas.
Cuando Uno se preocupa, es inmediatamente sabido en el corazón y en el campo energético de los demás y esto conduce a una mayor unidad y alineación con los flujos energéticos de los reinos superiores. Así como esta calidad se entrega a los demás, se les anima a devolver el favor y expandirlo más allá para que todos puedan tomar el sol en su brillo. El acto de cuidar trae el refuerzo que el Mundo es rico y vivo con los Seres que ven la Divinidad dentro de Unos y otros. El cuidado alienta el empoderamiento de todas las buenas cualidades del otro y se mueve de manera exponencial a través de todos los Seres que traen curación, equilibrio y bendición que trabaja para crear un bien común para todos.
Es en Amor y Cuidado que ahora me despido.
YO SOY el Arcángel Gabriel
© 2012 Marlene Swetlishoff / Tsu-tana (Soo-tam-ah) Guardiana de las Sinfonías de Gracia.