Los equinoccios, las lunas llenas, eclipses, orbes, luces y demás
tipos de comunicación o tiempo para crear algo nuevo ha sido siempre una forma
de contacto entre la energía humana y lo espiritual, que muchas veces las
personas la toman de acuerdo a sus creencias o experiencias, pero únicamente eso
es el matiz que le ha estado dando el ser humano por miles de años. Más sin
embargo, esa es un tipo de comunicación que para quien lo sabe realmente, también
lo siente y experimenta, haciendo una conexión muy personal entre dimensiones y
creaciones, sabiendo de antemano que no existe ni lo bueno, ni lo malo, sino lo
que es y esto radica en la forma de existencia de cada Ser que vive en cierto
territorio de este planeta y de acuerdo al nivel de consciencia, que tiene o
que ha ido trabajando a través de su vida, es que llega a tener ciertas
experiencias y con eso marca su destino. Porque en el universo se puede decir
que existe una balanza o una ley de acción reacción o lo que se le denominaba
karma, que únicamente es que todo aquello que lanzas al universo te será devuelto
a veces en la misma forma o con una mayor magnitud, de acuerdo a tu
lanzamiento. Es por ello que si deseas algo a alguien o a ti mismo, sea algo
que puedas recibir de regreso, eso te pondrá realmente en un sitio que podrás
obtener todo aquello que emanas con tu energía y podrás de cierta forma
disfrutar. Pero, si no te das cuenta de esto, seguirás enviando proyectiles sin
consciencia y obteniendo el resultado de tu emanación, sin saber porque pasan
las cosas, hasta que un día realmente te vuelvas el observador de tus palabras,
pensamientos y acciones y veras de qué forma van regresando a ti, ya que toda
ley universal se cumple tarde o temprano en el ámbito en donde te encuentres y
solo podrás trascender cierta frecuencia hasta que de forma consciente y
responsable te des cuenta que sale de ti, de tu esencia, amor y consciencia y
comiences a transformarte, transformando los proyectiles que has estado
lanzando de forma inconsciente y volviéndote un ser consciente hasta el punto
que el silencio es mejor que las palabras, el no hacer mejor que hacer, el
aquietarte y escuchar que es lo mejor primeramente y después accionar desde tu
interior que es el núcleo de tu existencia y con lo que estas conectado a todo
lo que existe y en una forma humana el indicador o fuente de energía es el corazón
y muchas veces sus latidos, si has aprendido a escuchar, es que es el latido también
del mundo en donde vives y con eso me refiero al latido de Gaya, la consciencia
de tu planeta que junto contigo tiene un latir especifico en este cuadrante de
existencia en el universo correspondiente a su existencia. Y que ahora se está
elevando para que su frecuencia sea más armónica y acorde a una mayor
consciencia y existencia, teniendo una mejor nota de amor en el universo, ya
que en todo universo cada existencia es una nota formando una melodía. Melodía
que escucha Dios y con ella se deleita y sabe desde esa forma como va creciendo
la consciencia en cada sector del universo, porque no existen notas buenas o
malas, si pueden existir desentonadas y en esos 88 tonos, siempre existen en armonía
o no, pero que con el transcurrir del tiempo se afina cada instrumento llegando
a recibir la mejor melodía para escuchar en cualquier parte del universo y a
esto se le llama evolución, que no es igual a la que conoce el hombre como
especia, sino una evolución en un resonar o vibración más elevada, en donde
cada elemento reconoce que ha podido sintonizarse con algo mejor a lo que conocía
y era. Te invito a suscribirte.
viernes, marzo 26, 2021
118. Equinoccio 2021 y abriendo el nuevo portal
