Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
Yo
soy HERMANO K. Hermanos y Hermanas encarnados, he venido a hablarles y
completar, en cierto modo, lo que les he dicho, hace algún tiempo, concerniendo
la Autonomía y la Libertad (ndr: intervención de HERMANO K del 1ero. Abril
2011). Yo les recuerdo que el principio de este mundo encarnado, que no es el
principio existente en los Mundos encarnados llamados Libres, es un principio
de falsificación que consistió en amputar, como ustedes lo saben, una parte de
la Luz y, en todo caso, la posibilidad, usual y habitual (existente en los
Mundos Unificados e incluso encarnados en los mundos de carbono), de manifestar
y de concientizar, permanentemente, una conexión y una confianza a la Fuente y
al Absoluto. Vengo a hablarles y a pedirles no de compartir una interpretación
o una visión sino, más bien, de rendirles cuentas de lo que mis palabras van a
significar.
El
principio de falsificación indujo, de algún modo, a la pérdida del principio de
Inteligencia de la Luz y a la pérdida del principio de organización ligado a
esta Luz. Esto pues fue reemplazado, puesto que es imposible efectivamente
vivir cualquiera sea la Dimensión, sin organización. Sobre este mundo pues, del
cual ustedes todavía son parte interesada, la organización social en sí misma
(que concierna la célula familiar, la organización de la sociedad, que esto sea
a nivel político, económico, financiero), esas organizaciones sociales, y sobre
todo a nivel espiritual, son el cerrojo de la ilusión y del encierro. Querría
que me acompañen en una reflexión que es muy lógica que, una vez más, no es una
exposición filosófica sino un elemento más para llevar a lo que había
desarrollado concerniente a la Autonomía y la Libertad. La organización social,
sobre ese mundo (la organización familiar, la organización económica,
espiritual), va a inducir, por el hecho de la ausencia de la Inteligencia de la
Luz, un principio de organización jerárquica que estará constituida siempre de
manera piramidal. Aparece como lógico, en este mundo, que cada uno busque
subir, de algún modo, los escalones de esta pirámide. Esto se hace muy
naturalmente en la familia donde hay la autoridad parental y los hijos que están
sometidos a ella. En otras esferas (y esas otras esferas conciernen tanto lo
que yo nombraría lo espiritual como lo económico o como todo sistema de
organización fuera de la familia) esta jerarquización piramidal se acompaña
siempre de una forma, más o menos abrupta, de competición. Esta competición se
apoya o sobre los valores del conocimiento, sobre los valores financieros o
sobre los valores que yo calificaría de filiación o de transmisión, cualquiera
sea esta forma de transmisión del poder. La jerarquización piramidal es pues
resultante de una competición, natural o no, pero que va a llegar a situar los
individuos, en número cada vez más restringido, hasta lo que es llamado la
cabeza, el dirigente o los dirigentes. Una vez más, que esto se aplique a la
economía como a lo espiritual.
Este
principio de competición, resultante pues del conocimiento o de una
transmisión, va a inducir, como ustedes lo viven, a una noción de superior y de
inferior: el que sabe, el que conoce, el que ha recibido la transmisión y los
que van a obedecer, de una manera o de otra, al que está a la cabeza. Este
principio, aceptado como el garante de una cierta forma de equidad, de
legalidad y de lealtad social, no es de hecho más que la parte visible del
iceberg o lo que sirve de base, de manera muy general y no sufriendo más que
muy pocas excepciones, el principio de depredación que ha estado en marcha
dentro del encierro. En el seno de los Mundos Unificados, la noción de
jerarquización piramidal, no puede existir, en ningún caso. Desde luego,
existen numerosas enseñanzas habiendo tenido en cuenta las Órdenes Angélicas,
Arcangélicas. La única jerarquización, que existe en los Mundos Unificados,
deriva directamente de la Inteligencia y de la disposición de la Luz,
independientemente de las conciencias que se instalan o viajan sobre las líneas
Dimensionales, de tiempo o espaciales. No existe, y eso es imposible, el
principio de competición o de superioridad. La organización del grupo social,
como de un grupo espiritual, va a traducirse, que se quiera o no, en
encarnación, por una dominación que es resultante directamente de la
depredación que, ella misma, como lo dije, está en el origen de la
falsificación. Ahora bien, mientras que exista una depredación, no puede
existir Libertad.
Entonces,
desde luego, la primera objeción que vendría al Espíritu, sería decir: pero la
vida no sería posible, sobre la Tierra, sin organización de grupos,
cualesquiera sean. Y yo les responderé: es en efecto exacto. No podría existir
prosecución de alguna falsificación si la organización, cualquiera sea, hubiera
sido rechazada por los humanos, desde el principio. El hecho de considerar como
normal y lógico tener un superior jerárquico, de considerar como lógico y
normal que existe una autoridad (porque (ndt: se considera) más competente que
ustedes, más adecuada que la vuestra) participa, de manera indeleble, a la
sumisión y a la privación de la Libertad. El que está en lo alto va pues a
mandar. Él va pues a dirigir según su visión o según los objetivos, una vez más
espirituales, sociales o morales. Pero, sirviendo de base a ese principio de
organización y ese principio de jerarquización, habrá siempre la depredación.
Es excepcional que el principio que dirige la cabeza esté ligado a la empatía o
al carisma puesto que, por definición, la empatía y el carisma no pueden
manifestarse más que si una conciencia se ubica al mismo nivel que aquella para
con la cual esta conciencia ejerce empatía o el carisma. Desde que hay
organización, desde que hay una cabeza, hay pues una privación total de la
Libertad y de la Autonomía.
El
grupo humano encarnado, así como todos los mamíferos, están sometidos a este
principio jerárquico piramidal. No admite además ninguna excepción, sino
ustedes tendrían muy rápido que emplear los términos de anarquía o de ausencia
de regulación. La Inteligencia de la Luz no puede acomodarse, de ninguna
manera, a este principio de depredación, a este principio de jerarquización y
de control por el que está por encima de aquel que está por debajo. Y sin
embargo, el conjunto de las religiones, el conjunto de las organizaciones
sociales, económicas, políticas, financieras, obedecen, sin ninguna excepción,
a este principio. El colmo ha sido incluso designar, por lo que es llamado el
voto o la democracia, al que va a ser situado a la cabeza de un grupo,
cualquiera sea. Que ese grupo sea un país, un establecimiento económico o no
importa qué grupo social existente. Y ustedes han llegado al punto donde ningún
hombre, ninguna mujer, llegaría a considerar la iniquidad de un tal sistema.
Toda organización va a reforzar pues la ilusión de una superioridad, de lo que
fuere, con respecto a sea quien fuere, o a sea lo que fuere.
Este
principio no está presente de ninguna manera dentro de los Mundos Unificados.
Aunque nosotros estemos, en cuanto a nosotros, Ancianos, organizados según una
Asamblea, esta Asamblea es Libre. Es además la calidad de nuestra Conciencia,
en resonancia con nuestros Linajes estelares y nuestro Origen estelar, que
determina nuestro emplazamiento, situándose en esta asamblea, desde luego, para
cada uno de nosotros, al mismo nivel. El Comendador no está encima ni debajo.
Él es el que realiza la síntesis de las Vibraciones y de las Conciencias que
nosotros emitimos. Esto no puede ser en ningún caso dentro de este mundo
disociado. La alteración de la Luz, a través del eje falsificado de la Luz, no
permite un equilibrio. Yo diría incluso que ese desequilibrio es la firma
incluso de la organización social del mundo en el cual ustedes están todavía. Existe
pues, una cumbre, existe pues una base. Este principio piramidal basta, por sí
mismo, para refrenar la Autonomía y la Libertad de todos los que están
sometidos sin ninguna excepción. El principio de depredación, incluso si no es
presentado así, va a ser el principio que va a mantener la competición y pues
la ausencia de la puesta en Inteligencia de Luz, en igualdad, con respecto a
las conciencias mismas que están sometidas.
Así,
pues, la organización social, cualquiera sea la naturaleza y el nivel, es el
cerrojo total de la Ilusión. Mientras exista una organización, mientras exista
una cabeza, no puede haber Libertad. Esto, yo lo he dicho en mi última
encarnación, con fuerza y vigor. Todo principio organizacional pasa
necesariamente por la ascendencia de una conciencia sobre otra conciencia.
Incluso si existe un respeto de lo que es nombrado “ley”, la ley misma
sustituye a la Inteligencia de la Luz y viene pues, de algún modo, a intentar
paliar esta deficiencia de Inteligencia. Las leyes no apuntan más que a una
cosa: la preservación de las reglas establecidas, justamente, para aquellos que
están a la cabeza. Esto funciona tanto en el conjunto de las religiones como en
el conjunto de los sistemas políticos, cualesquiera sean. Lo que sirve de base
a eso es pues la depredación. Esta depredación se ejerce a mínima, en un modo
que yo calificaría de furtivo e inaparente, pero que, de nuestro punto de vista
y de nuestra mirada, es, por supuesto, el cerrojo de la dicha Ilusión.
Desde
que hay ascendencia, poder, toma de poder, hay, necesariamente, una dominación
y hay, necesariamente, un oprimido porque el que es oprimido, incluso si él no
lo sabe, entregó, de hecho, su Libertad a el que la ha tomado a cargo. El Amor,
la Luz, los Mundos Unificados, son Libres. Además, nosotros nos llamamos
Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres. Un mundo Libre no puede
conocer el menor principio de organización generada por una conciencia,
cualquiera sea y cualquiera sea su nivel. Lo que actúa es siempre la Inteligencia
de la Luz que, por ella misma, sirve de base a los Mundos y organiza los
Mundos, independientemente de toda regla y de toda ley que podría ser emitida
por una conciencia. Ustedes imaginan pues que todo lo que podría presentarse a
ustedes, como jerarquía espiritual, no es más que una falsificación más de este
mundo, que existe sobre modos no visibles, traduciéndose por un término llamado
“maestro”. No existe ningún “maestro” a nivel de los Mundos Libres. No existe
ninguna maestría puesto que la maestría está directamente unida a la
Inteligencia de la Luz, a su arquitectura, a su despliegue o a su repliegue
pero no corresponde, en absoluto, a una voluntad de cualquiera.
El
principio mismo de la jerarquización, existente incluso dentro de un grupo
restringido de individuos, va a poner un problema mayor: incluso si esta cabeza
aparece como amante, como algo que quiere vuestro bien, eso no es posible. Toda
forma de conocimiento, ubicando a un individuo en una posición dominante, sobre
este mundo, se traduce, inevitablemente, por la depredación y no puede ser de
otra manera. Frente a las objeciones que he señalado (es decir que la vida no
podría existir sin tales sistemas de jerarquización o de organización) yo les
responderé que efectivamente este mundo no se mantendría ni cinco minutos y por
tanto la ilusión no existiría más, instantáneamente.
Nosotros
hemos, y ustedes han, Liberado la Tierra de sus envolturas aislantes. Existe,
desde algunos años, un cierto número de elementos que se han desplegado en este
sistema solar y que han apuntado a romper los diferentes encierros, a suprimir
los diferentes Velos, que podían ser puestos sobre la conciencia humana. Eso ha
sido efectuado. Y resultó de manera concomitante, la Liberación de la Tierra,
del Sol y vuestra posibilidad de ser Libre. Queda, no obstante, una última
etapa que es la ruptura de la organización creada por los hombres dentro de
este mundo. Es exactamente lo que se desarrolla desde ahora y a la cual ustedes
van a asistir. La ruptura de la organización piramidal (tal como ella está
concebida en todos los grupos sociales, cualesquiera sean, cualquiera sea su
tamaño) es la condición sine qua non de vuestra Liberación. El regreso de la
Luz, con el alineamiento galáctico, con un cierto número de aspectos particulares
del Sol y de la Tierra, no puede, de ninguna manera, conformarse con la menor
dominación, la menor depredación y la menor competición. La competición, es por
otro lado, la exclusividad de los mundos disociados. Que esta competición se
exprese dentro de una pareja, se exprese dentro de una competición deportiva,
dentro de lo que ustedes nombran la libre empresa, no son más que encierros.
Toda
toma de poder, toda toma de ascendencia, de una conciencia sobre un grupo de
conciencias, no puede llamarse de otra forma más que la depredación y la
privación de Libertad. Noten la paradoja: eso se llama, en vuestro mundo: “la
libre empresa”. Ustedes ven por ustedes mismos que eso no corresponde
verdaderamente a la realidad sino es incluso la antítesis. Esto no es una
visión, eso no es un punto de vista sino es una realidad Vibratoria y
energética. Desde que no hay suficiente Luz, desde que la Luz ha sido desviada
o amputada, hay, por reflejo vital, la necesidad de organización, de atribución
de rol, que existe en todo grupo, cualesquiera sean las circunstancias de ese
grupo. Que eso sea dentro de un pueblo nativo, que eso sea dentro de un
establecimiento bancario, que eso sea dentro de una familia. La ausencia de
Libertad encierra, todavía más, en la ausencia de Libertad. La organización
permite estructurar. La estructuración misma desemboca en la fosilización y en
la ausencia de Libertad. Esas son las leyes físicas que son perfectamente
conocidas, perfectamente adaptables, a tal punto que dentro de los mundos llamados
disociados, nosotros hablamos de neguentropía y de entropía. Los sistemas
vivientes, en sí mismos, no conocen más que la entropía. El destrozo de esta
entropía (o neguentropía) va a traducirse por una rigidificación cada vez más
importante de las reglas, de las leyes, desembocando por siempre en más
privación de Libertad. El nacimiento de lo que se llamó, sobre este mundo, la
era moderna industrial y, en particular, de la electrónica, permitió crear,
como ustedes lo ven quizá, medios de control y de avasallamiento cada vez más
perfeccionados que, desde numerosos años, se establecen ellos mismos, bajo
pretexto de seguridad, bajo pretexto de miedo. La ausencia de Libertad no puede
más que reforzar la ausencia de Libertad. Una conciencia sometida a otra conciencia,
no puede, en definitiva, más que someterse cada vez más.
Existe
pues, dentro de este mundo, un principio inherente que apunta a su propia
autodestrucción. En efecto, ninguna vida puede subsistir, más allá de un cierto
tiempo, cuando existe un principio de organización que dura mucho tiempo y que
va a volverse rígida en el tiempo, e implicar privaciones cada vez más
importantes. Muchos místicos y profetas (desde los tiempos del Apocalipsis
bíblico, dentro de la Revelación, pasando por algunos místicos del siglo
veinte) los han prevenido, de algún modo, del advenimiento de un sistema de
control electrónico apuntado a privar al humano de todas sus libertades. Yo
pude decir, en encarnación, y se los vuelvo a decir esta tarde, que es
imposible sentirse con buena salud en un sistema social que está enfermo y en
la agonía. Así pues, y a pesar de las apariencias, la fosilización del sistema
jerárquico piramidal, tal como ustedes lo viven, es un factor determinante para
hacerles tomar conciencia del encierro, de la ausencia de Libertad, de todo
sistema, cualquiera sea. Así, los llevan a reposicionarse con respectos a esas
leyes, con respecto a esas organizaciones. Pero como ustedes lo saben, los que
se oponen o que se opondrían a esta jerarquía piramidal, cualquiera sea,
habrían salido inmediatamente del sistema piramidal. Imaginen, dentro de un
grupo religioso, donde un simple adepto quisiera tomar el lugar del que está a
la cabeza, el sistema piramidal, en sí mismo, lo excluiría instantáneamente. Es
exactamente lo que pasaría en todos los dominios posibles, de las
organizaciones sociales y relativas a la sociedad y, sobre todo, a nivel
espiritual.
Así
pues, el regreso de la Luz, la Liberación de la Tierra y del Sol, así como el
hecho de haber podido, para muchos de ustedes, retirar algunos Velos, va a
permitirles ver, cada vez más claramente, la rigidificación del sistema de
control del humano, llamado sistema de control del mental humano, a través,
justamente, de lo que les es visible de las organizaciones. La
desestructuración y la disipación de todas las organizaciones es pues lo previo
a la Libertad y a la Autonomía. No obstante, ustedes no pueden, de ninguna
manera, oponerse, frontal o directamente a ese sistema. Es cuestión,
simplemente, a través de la iluminación de la Luz, cada vez más potente, de ver
las cosas tal como ellas son. Si ustedes tuvieran la posibilidad, como nosotros
la tenemos, de ver lo que realiza esa organización piramidal jerárquica,
estarían asustados de lo que se despliega en los Planos sutiles, etéricos.
Desde el instante donde se manifiesta una ascendencia de una conciencia sobre
una conciencia, se teje un lazo. Ese lazo es un lazo que no es kármico sino que
va a drenar, de algún modo, la conciencia y la energía hacia la cumbre. El que
está en lo alto de la pirámide (incluso si ustedes la llaman una star, en
vuestras variedades musicales), va, literalmente, a alimentarse de la atención
y de la conciencia que le son llevadas. Que esta atención y esta conciencia
sean más bien benéficas, o más bien negativas, no cambia estrictamente nada.
Existen canales energéticos, invisibles a vuestros ojos, que van a drenar tanto
la energía, como la conciencia, del grupo de individuos que están sometidos, de
una manera o de otra. Que sea un dictador, que sea un ser humano que se
presentaría como un guía espiritual o como un “maestro”, el resultado es
exactamente el mismo: la esclavitud del grupo que ha llevado sobre aquel su
atención, su conciencia y su energía. Y ustedes no pueden romper, de ninguna
manera, ese círculo vicioso.
Es
en este sentido que no puede existir (mientras que la Luz no se haya
restablecido totalmente) la posibilidad de romper, a escala humana, este modelo
de depredación. El fin de la depredación pasa solo por la disolución total de
esta Dimensión, permitiéndoles encontrar, en un primer tiempo, la Autonomía y
la Libertad. Desde el regreso de la Luz no falsificada y, según vuestras
elecciones que les son propias, cada uno de ustedes podrá entonces, según su
Vibración, dirigirse hacia el sistema solar que le es más adecuado. En los
Mundos llamados Unificados (incluso de carbono, de tercera Dimensión pues)
existen, en efecto, lo que nosotros llamamos los Ancianos o los Patriarcas, que
están, únicamente, no en lo alto de la pirámide sino, exactamente, en la base
de la pirámide, que no existe: esta pirámide se resuelve en un círculo. Es por
eso que nosotros hablamos de Cónclave y de Asamblea. En ningún caso, la
Conciencia Unificada puede acomodarse a una estructura piramidal. Así como eso
les había sido explicado, hace numerosos años, por uno de los gobernadores de
la Intra Terra, existen las Asambleas. Estas Asambleas están representadas por
las estructuras geodésicas que no tienen nada que ver con las estructuras
piramidales. Dentro de una estructura geodésica, la energía emitida para cada
uno de los participantes es captada, de la misma manera, con la misma
intensidad, por todos los otros participantes.
Existe
pues, a nivel de la Inteligencia de la Luz, una repartición equitativa, sin
ninguna depredación, sin ninguna competición, tanto de la conciencia como de la
energía. He aquí por qué existen muchos símbolos, sobre esta Tierra, que han
utilizado este principio de organización piramidal, apuntando a la esclavitud
final de la humanidad, vía la electrónica. Nosotros nos hemos servido de este
soporte electrónico para liberarles los elementos necesarios a vuestra
Liberación, al final de la depredación y de la competición. Están pues en un
momento crucial donde la toma de conciencia y la visión etérica de esta
depredación van a aparecer. Vuestra conciencia se volverá cada vez más lúcida
sobre este principio de depredación ejercida en todas las capas sociales de la
sociedad. Esta toma de conciencia va a llevarlos, desde luego, a reposicionarlos
o no. El simple hecho de ver esas líneas etéricas de depredación les va a
bastar para extraerse. Esto no es una lucha, esto no es una oposición y todavía
menos una confrontación, sino la puesta en Luz de lo que es un sistema
organizacional sobre la Tierra. Dentro incluso de la familia, hay una autoridad
nombrada parental. Esto no puede existir, incluso dentro de los Mundos de
carbono Unificados, puesto que, desde el instante donde hay una filiación, los
lazos de filiación se rompen instantáneamente, a tal punto que, si hay una
filiación genital, los hijos que nacieron de la unión de un polo masculino y de
un polo femenino, se encuentran para ser educados por una estructura geodésica
de 24 individuos y, de ninguna manera, por los ascendientes. No puede existir
poner en esclavitud de sea quien sea, en todos los Mundos Libres.
La
ruptura del sistema organizacional, en todos los escalones, es pues un previo
indispensable a la Libertad y a la Autonomía. Es exactamente lo que va a
comenzar a desarrollarse. El fin de la depredación, el fin de la competición,
se acompañan de la Liberación por la Luz, y no puede serlo de otra manera. Los
invito a reflexionar a lo que les he dicho. Desde luego, la primera pregunta
que llega y que yo ya he provocado, es: ¿cómo imaginar funcionar este mundo,
donde ustedes están, sin organización? No podría. Pero ¿cuál es el interés de
proseguir un mundo donde la organización, tal como ella es aparente e
inaparente, se traduce por la esclavitud, la privación de la Libertad? Esta esclavitud
y esta privación de Libertad, ustedes tienen los efectos, cada vez más
evidentes, en lo que se desarrolla como escenario sobre este mundo desde, yo
diría, algunas decenas de años. Los medios técnicos ofrecen, a los que están a
la cabeza de estas organizaciones, los medios de control, sin precedente, de
vuestros hechos y gestos, de vuestros desplazamientos, de vuestras finanzas y,
finalmente, de vuestra alma. Ustedes no pueden escapar a eso. Ninguna anarquía,
en el sentido humano, podría volverlos Libres puesto que la anarquía no sería
más que la lucha contra la organización. Y toda lucha contra la organización se
volvería, inevitablemente, contra los que la han atacado, en la medida, donde,
ustedes lo saben, existe una noción de balance. Y más hay conciencias sometidas
a un sistema jerárquico, menos ustedes pueden oponerse, sobre todo a título
individual. Hay un peso energético a los egregores de mantenimiento en el
encierro. Estos lazos, invisibles, etéricos, nos son totalmente visibles, y lo
serán, para ustedes.
A
lo que ustedes presten atención, lo alimentan. Así, mirando una star en la tele
o mirando y aportándole vuestro aval a lo que ustedes nombran un dirigente
espiritual, derivan vuestra propia energía en el sentido de una sumisión, de
una esclavitud, y se privan, ustedes mismos, de vuestra Libertad. De ninguna
manera la Libertad y la Luz pueden autorizar la prosecución de tal proceso. Los
mecanismos en ruta, y que se desarrollan sobre este planeta, se traducirán, muy
naturalmente, por el derrumbamiento de todo sistema de depredación
organizacional. Esto es lógico. Esto no resulta de una lucha sino esto resulta,
directamente, del regreso de la Luz. Así, todos los sistemas piramidales y de
esclavitud verán su fin, a muy corto plazo. Eso está ligado directamente a la
Luz viniendo del Sol Central de la Galaxia. Ustedes pues, no tienen que luchar
y todavía menos querer sustraerse a lo que se desarrolla, porque lo que se
desarrolla pondrá fin, de manera natural, a ese sistema de organización social.
No hay otra manera de hacer saltar el último cerrojo de la ilusión donde
ustedes están.
Yo
no deseo introducir preguntas. Les pido, simplemente, leer atentamente lo que
les dije y releerlo. Volveré, por supuesto, con el fin de responder a las
preguntas, pero en un tiempo ulterior. La organización social es el último
cerrojo de la ilusión. El fin de la depredación, el fin de la competición, pasa
por la desaparición de ese último cerrojo. Así, cualesquiera sean los
acontecimientos geofísicos que han sido tenidos en cuenta (sea por algunas de
las Estrellas, por algunos Arcángeles), esta acción elemental se desarrollará,
desde luego, a nivel de los sistemas organizacionales. Como eso ha sido dicho
por el bien amado Juan: “No hay diferencia entre el Interior y el exterior”. La
acción de los elementos es la misma, para todos y para todas, y es sobre todo
la misma sobre todo lo que ha sido creado por el humano. Todo lo que se
falsificó debe desaparecer, sin ninguna excepción. Allí se encuentran la
Libertad y la Autonomía. Yo terminaré pues mis palabras.
Yo
les ruego recibir todo mi Amor, mi saludo Fraternal y los comprometo a estar en
la Verdad. Yo les agradezco y les digo hasta algunos días.