Todo cuerpo existente sobre
la faz de la tierra, está hecho de elementos del planeta, por lo que le
pertenece y mientras ella (la Tierra/Gaya) siga subiendo sus vibraciones, estos
cuerpos al unísono deberán subir su vibración. Por todo ello, es el tiempo de
que muchas almas abandonaran sus recipientes dejándolos a quién pertenecen, la Tierra.
Únicamente, se podrán llevar el cuerpo aquella persona que su vibración llegué
a frecuencias del cuerpo de luz y con ello no volverán a reencarnar, pues podrá
usar su vehículo, tan bien ganado en lugares en donde se requiera o desee
visitar.