viernes, noviembre 25, 2016

TÚ CUERPO, TÚ HOGAR.- Aída Granillo

Nuestro cuerpo es el encargado de mantener el alma/espíritu en un lugar de residencia al que le podemos llamar nuestro hogar, lo puedes cuidar o descuidar, valorar o malbaratar, pensar bien de él u odiar porque no te gusta esa residencia, pero al final de cuentas es nuestro lugar en donde transitaremos todo una vida y nos corresponde realmente valorarlo, porque al no hacerlo no le darás los cuidados que necesita y merece para su desarrollo.

En la sociedad en donde vivimos no le dan la gran importancia que tiene este sitio, y por ello a veces lo dejan con muchos descuidos o dejan que los otros lo invadan o lo puedan usar a su antojo, si tuviéramos realmente el conocimiento de la importancia que este cuerpo representa para que podamos vivir de una forma más armoniosa, las personas le darían realmente el valor que tiene y lo cuidarían minuciosamente desde un pensar bien de él, alimentarlo con sustancias y alimentos que lo engrandezcan.

Porque hasta que el ser humano le de la importancia a su vivienda y sepa que ella es la mejor adquisición que ha tenido podrá tratarlo con el amor y cariño que merece sin la necesidad de que otro individuo le tenga que dar un valor por medio de sus caricias, ya que al ser tu hogar tu eres el responsable de su cuidado.

Al pensar bien en él como sucede con todas las personas que piensas bien de ellas, este (el cuerpo) tiende a mejorar, verse rejuvenecido, oler agradable y emitir su luz hacia el exterior.

Porque aun siendo un aspecto solido, este vibra en frecuencias de luz, tan es así que tiene un aura que cada día más personas pueden apreciar a simple vista.

Nuestro hogar llamado cuerpo es el mejor sitio en donde puedes sentir el amor, paz, conexión a tu divinidad y el te brindara momentos de armonía cuando sepas que en él , como en todo hogar que es cuidado, amado y valorado encontraras la paz que solo ese sitio puede brindarte.

Por medio de él puedes sentir el amor a ti y a otros, puedes gozar de la vida y disfrutarla, porque solamente un cuerpo bien amado y cuidado dará esos frutos tan gratos que es el saber vivir.

Ama tu cuerpo y veras lo agradecido que es, bríndale agua, comida, dale hidratación por medio de cremas, y si lo haces con verdadero amor sentirás y veras como su aspecto mejora, se amable con quien te acompañara todo tu trayecto y cuando sea el momento de dejarlo, no te aferres a él por otras personas, porque el vino a servirte a ti y depende de tus cuidados para existir, tu eres el encargado de liberarlo o atarlo a estados que él no debería tener, amalo porque ha sido tu mejor compañía y atiéndelo en cada momento que necesita, es un compañero de vida. Respétalo.