Nuestro cuerpo es
el encargado de mantener el alma/espíritu en un lugar de residencia al que le
podemos llamar nuestro hogar, lo puedes cuidar o descuidar, valorar o
malbaratar, pensar bien de él u odiar porque no te gusta esa residencia, pero
al final de cuentas es nuestro lugar en donde transitaremos todo una vida y nos
corresponde realmente valorarlo, porque al no hacerlo no le darás los cuidados
que necesita y merece para su desarrollo.
En la sociedad en
donde vivimos no le dan la gran importancia que tiene este sitio, y por ello a
veces lo dejan con muchos descuidos o dejan que los otros lo invadan o lo
puedan usar a su antojo, si tuviéramos realmente el conocimiento de la
importancia que este cuerpo representa para que podamos vivir de una forma más
armoniosa, las personas le darían realmente el valor que tiene y lo cuidarían minuciosamente
desde un pensar bien de él, alimentarlo con sustancias y alimentos que lo engrandezcan.
Porque hasta que
el ser humano le de la importancia a su vivienda y sepa que ella es la mejor adquisición
que ha tenido podrá tratarlo con el amor y cariño que merece sin la necesidad
de que otro individuo le tenga que dar un valor por medio de sus caricias, ya
que al ser tu hogar tu eres el responsable de su cuidado.
Al pensar bien en
él como sucede con todas las personas que piensas bien de ellas, este (el
cuerpo) tiende a mejorar, verse rejuvenecido, oler agradable y emitir su luz
hacia el exterior.
Porque aun siendo
un aspecto solido, este vibra en frecuencias de luz, tan es así que tiene un
aura que cada día más personas pueden apreciar a simple vista.
Nuestro hogar
llamado cuerpo es el mejor sitio en donde puedes sentir el amor, paz, conexión a
tu divinidad y el te brindara momentos de armonía cuando sepas que en él , como
en todo hogar que es cuidado, amado y valorado encontraras la paz que solo ese
sitio puede brindarte.
Por medio de él
puedes sentir el amor a ti y a otros, puedes gozar de la vida y disfrutarla,
porque solamente un cuerpo bien amado y cuidado dará esos frutos tan gratos que
es el saber vivir.
Ama tu cuerpo y
veras lo agradecido que es, bríndale agua, comida, dale hidratación por medio
de cremas, y si lo haces con verdadero amor sentirás y veras como su aspecto
mejora, se amable con quien te acompañara todo tu trayecto y cuando sea el
momento de dejarlo, no te aferres a él por otras personas, porque el vino a
servirte a ti y depende de tus cuidados para existir, tu eres el encargado de
liberarlo o atarlo a estados que él no debería tener, amalo porque ha sido tu
mejor compañía y atiéndelo en cada momento que necesita, es un compañero de
vida. Respétalo.