Las Frecuencias
Cerebrales y los Estados de Conciencia que las caracterizan - por Javier Barros
Del Villar, 02 Febrero 2014 - del Sitio Web PijamaSurf
Las ondas cerebrales
representan una especie de metáfora materializada alrededor de diferentes
Estados de Conciencia que experimenta nuestra mente.
El autoconocimiento
podría ser la más lúcida herramienta existencial a nuestra disposición.
El famoso adagio de
Sócrates, "Conócete a ti mismo", bien podría sintetizar la respuesta
a cualquier pregunta posible que surja a lo largo de nuestras vidas.
Es por eso que entre
más familiarizado estás contigo mismo y con lo que sucede en tu interior dentro
de los incontables planos que te conforman, probablemente estarás más cerca de
alcanzar tu fin 'máximo' - generalmente asociado a la felicidad, la plenitud, o
la paz interior.
Las frecuencias
cerebrales se refieren a los patrones de oscilaciones neurales que se registran
dentro del sistema nervioso central. Las variaciones dentro de estos patrones,
que se miden en Hertz de
acuerdo a los ciclos que completan por segundo, evidencian distintos niveles de
intensidad, que corresponden a diferentes estados de conciencia y por lo tanto
pueden indicar el grado de alerta, atención, estrés, etc. de una persona.
Estas frecuencias
básicamente se dividen en cuatro grupos.
A continuación una
breve descripción de cada una.
Beta (12-30Hz)
Es la frecuencia más
común en el cerebro de un adulto promedio mientras está despierto.
Manifiesta un estado
de alerta, de sensorialidad aguda, y revela procesos mentales asociados al
razonamiento.
Si bien el estado
beta es indispensable para funcionar cotidianamente, lo cierto es que cuando
los niveles se mantienen en la región más alta del espectro, entonces producen
estrés, ansiedad.
Alpha (7.5-12Hz)
Las frecuencias alpha
florecen dentro de estados de relajación profunda, incluidos ciertos momentos
en los que 'soñamos despiertos' y ciertos parajes mentales a los que accedemos
a través de la meditación.
Este estado facilita
procesos como:
la imaginación
la concentración
el aprendizaje
la visualización
Además, aquí se
gestan condiciones ideales para reprogramar nuestra mente, por ejemplo, sanando
ciertos miedos o experiencias dolorosas, o preparándonos para una misión
complicada.
Aparentemente el
estado alpha es la frontera entre el consciente y el subconsciente.
Theta
(4-7.5Hz)
Se refiere a ese estado en el que
tu mente se encuentra entre el sueño profundo y la atención despierta - también
conocido como 'duermevela'.
Se puede alcanzar por medio de
prácticas de meditación profunda o en ocasiones se accede a él inesperadamente,
justo antes de caer dormidos pero cuando ya notamos que nuestra mente se rige
por otros ritmos y otras leyes.
También caracteriza los momentos
de sueño ligero, incluido cuando estamos en la etapa REM, y se considera un estado propicio, para
experimentar sensaciones místicas
imágenes mentales de notable riqueza
para desarrollar la intuición
Delta (0.5-4Hz)
Cuando nuestro cerebro se
sintoniza con estas frecuencias, quiere decir que nos encontramos sumergidos en
las rofundidades del inconsciente - allá a donde ni siquiera los sueños
llegan.
Al parecer también puede accederse
a este estado por medio de prácticas avanzadas de meditación en las que el estado de alerta y
la conciencia del entorno se diluyen para dejar paso a un estado de
omnipresencia o, mejor dicho, unidad absoluta.
Se le relaciona a la regeneración
de la energía vital, por lo cual se considera como el estado ideal para sanar y
recuperar funciones perdidas o entorpecidas.
Conociendo las frecuencias.
Esta breve introducción debería
ser suficiente para incluir en tu mapa referencial la existencia de las cuatro
frecuencias y, mediante un poco de auto-observación, detectar en qué frecuencia
te encuentras en momentos determinados de tu día.
Una vez que logras familiarizarte
con ellas, tal vez sea buena idea para propiciarlas a voluntad.
Para esto existen distintas
técnicas de meditación, así como dispositivos conocidos popularmente como
'máquinas de la mente' que a través de estímulos visuales, por ejemplo luces, o
sonoros, como los beats binaurales, pueden facilitar la
inducción de un determinado estado.