A las personas les gusta platicar, comentar, decir, opinar…etc. Pero de quien me hablas cuando me hablas?...
Bien te diré, cuando las personas hablan, solo te pueden hablar de sí mismas, nada fuera de su realidad puede salir de su boca, porque aunque se crea que hablan de los otros, no es así.
Si de las personas que hablan juzgan que se visten bien o mal, los otros, que no son educadas…, solo estás diciendo que les gusta y califican que ellas no son como ellos, pero, no porque estén mal, sino que su estado de intolerancia se refleja a cada instante.
Y sabes quién eres tu cuando hablas así?... eres tu familia, tus amigos, el territorio en donde naciste, tu religión, creencias, paradigmas, libros que leíste, desavenencias en la vida, abandonos, alegrías, amores…bueno una serie de actos y hechos en tu vida.
Pero, cuando eres así, no te pones a ver que en la diversidad esta el todo, que si fuéramos todos iguales, hubiéramos nacido de una fabrica que realiza todo en serie, y de lo que te pierdes es de la diversidad, dejando de respetar a todos, pero en el respeto se da la tolerancia y el aprendizaje de que en la naturaleza y nuestra naturaleza la libertad se da en la diferencia.
Porque se da esto, porque cada ser humano tiene una forma diferente de ser y sentir, que cuando realmente sabes quién eres y lo que vales, dejas de juzgar, porque los otros ya no tienen la importancia que les veías, y dejan de rozarte sus diferencias, porque al conocerte compartes y hablas de lo que has ido aprendiendo de ti, de tus capacidades, del amor que crece en ti, y entonces tus conversaciones no serían de juzgamiento, porque los demás no son como tu, y respetarías, y así se podría ir transformando la vida, de una queja a una aceptación.
Sabes que sucede cuando te quejas, critícas, creas un pensamiento que es una energía de malestar, esta se produce en el cerebro e inmediatamente pasa la información a las células, que están en desarmonía con su derredor, la vida y lo que sucede en ti. Las células a su vez pasan la información de una a otra, pues ellas son más chismosas que tú, y dejan de hacer la función que les corresponde de bienestar, por la de malestar, ya que es esa la información que diste.
Y comienza el cuerpo a desequilibrarse, y produce, gripa, dolores, enfermedades y si tu malestar con la vida sigue la constancia que le has dado, llega un cáncer o cualquier otra enfermedad que se asemeje a tu malestar, y aunque sea extirpado lo que tu produjiste, si sigues igual, se volverá a crear el daño, porque tu persistes en esos pensamientos y estados de ánimo, que llegaran a aniquilarte, y en pocas palabras, tú te has aniquilado a ti misma(o) lentamente, por la constancia de tus pensamientos y palabras, nunca habías sido tan constante como eso que te afecta.
Entonces si sabes que tus palabras y estados de ánimo, hablan de lo que tú eres, porque no cambiar a lo que solo deseas y no realizas, tu cuerpo te lo agradecerá, al igual que tu vida