Amor
condicional vs. Amor incondicional. Estos dos tipos de energía que sostienen al
hombre, mundo y universo, tienen una longitud de onda diferente y permanente.
Mientras que la primera, la condicional no está basada en un amor permanente,
sino que a veces parece más una negociación, su objetivo tiene un fin finito y termina
en un lapso corto de tiempo, no es atemporal, por lo que no va más allá del
tiempo y del espacio, como consecuencia tiene un fin o resultado sobre algo o
alguien y nace en la cabeza del individuo por medio de un pensamiento para un
objetivo, que puede llegar a realizarse o no. Jamás es permanente, es oscilante.
En
cambio el Amor incondicional, nace del corazón, puede tener un poder activo en
el pensar para decidir. Es libre, por lo que no necesita ser alimentado a quien
se le brindo dicha energía, permanece en quien lo sustenta, o sea, la fuente de
donde emana cubre con ella a quien lo recibe. Trasciende tiempo y espacio y
jamás puede dejar de existir, porque es esa energía que emerge y sustenta el
universo. Todos tienen acceso a abrir su portal, llamado corazón, pero muchos
le temen y podría ser por un recuerdo o experiencia, sin darse cuenta que el
que contiene o sustenta esa energía es el más empoderado, satisfecho y
conectado a la fuente más grande que existe, y que por medio de ella todo puede
ser trascendido, y el dolor palidece ante su presencia. No es algo fenomenal su
realidad, es vivir en plenitud, es conocerse desde el interior y accionar en
todo lo que sucede.
Es
el mejor regalo de vida proporcionado a todo Ser.
Pero,
deberás descubrirlo, buscarlo, trabajarlo y una vez transitado el camino y
encontrarlo, poseerlo, accionarlo y vivirlo. Eso es vivir consciencia.
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