Restaurar
la propia luz
Somos
activadores de luz viviente. Y toda esa fuente de luz pasa por el chacra timo y
corazón.
Aunque
tengamos una elección de vida personal. Con unos retos a sellar y comprender de
vidas anteriores. Es muy importante asumir, que todo ello es parte de un plan
mayor.
Vinimos
como soles a alumbrar linajes muy densos y prender desde la máxima dualidad,
como sostener o encender la propia luz, el amor y la vibración.
Ahora
es el instante más sagrado, este llamado de alma que todos sentimos es real. Es
el tiempo del. Compromiso con la propia luz. Todo nos lleva a ello, por eso ya
no podemos doblar las cosas a voluntad, y es el propio ser interno, quien por vibración.
Marca y atrae los hechos a nuestras vidas, este mes de marzo es la alineación
con ese propósito de iluminar, iluminar todo a nuestro paso, sin esperar nada.
Pues no vinimos a recoger, sino a sembrar.
Esta
labor de ser semilla de luz a cada acto y paso en lo más cotidiano, no es
iluminar a otros. Sino ser un punto de luz en lo de cada uno. Para que así esta
gran Red de corazones iluminados se expanda y aumente su frecuencia. Aunque no
nos conozcamos entre nosotros.
Somos
una red, de corazones. Cuya función es iluminarnos nuestra vida. Sentir gozo y
abrir la vibración desde el corazón, ese es la gran misión que todos buscamos.
El gran compromiso con Gaia, nada fácil en nuestros tiempos.
A
más caos, más amor. A más incomprensión. Más aceptación. A más vacío. Más luz,
ese es el reto de alma. Estamos aquí de paso. Y vinimos a sostener una vibración.
Para que haya un mínimo que se sostenga. Mientras desaparecen otras realidades.
Si
cualquier función de nuestra vida la estamos sosteniendo desde el enojo. Es que
aún. No estamos amando la humanidad, la dualidad y las otras conciencias. Aún
nos queda por aprender.
Una
cosa es poner límites. Y es sano y necesario y otra, permanecer donde no somos
felices o callar mientras otros dirigen las realidades. Todo ello se puede
hacer desde el amor. Respetando lo que es y participando o no a voluntad.
El
gran reto de los tres portales 333, es renacer en la propia luz. En la
naturaleza divina y fundir os en unidad con toda la vida.
Feliz
día a todos Elsa Farrus