
Es importante que nos
tomemos un segundo para diferenciar estos conceptos antes de lanzarnos a la
vida a compartir lo que somos y sentimos con todos los demás.
Hay que recordar que
la Religión no es espiritual, sino una institución dogmática que va más allá de
los nombres conocidos como cristianismo, islam o budismo, sino que también es
la forma en que consideramos que somos espirituales condicionados por creencias
y aprendizajes culturales o personales.
La Espiritualidad por
el contrario no posee un lineamiento ni dirección, no posee misión ni
propósito, ni si quiera es una filosofía de vida, todo lo contrario: es un
estado de sí mismo en que se comprende el resultado de un todo y la posibilidad
de una nueva realidad, es el estado que me hace permeable a recibir todo tipo
de visiones, compartir todo tipo de religión y dogma sin juicio, pues la
espiritualidad contiene a la religión y no está en su contra, pues aquél que
está en contra es tan sólo producto de un nuevo dogma.
Recuerden que ser
espirituales es ser como el Todo, y el todo no posee límites, no posee
estructuras ni direcciones ni leyes. No crean que son espirituales aquellos que
canalizan, sanan o hablan con sus guías, pues hay más ateos y agnósticos mil
veces más espirituales que aquellos que nos consideramos muchas veces
erróneamente "conscientes". La espiritualidad es saberse único y
parte de todo. Es ser y dejar ser. Es coherencia en mente, emoción y acción. Sé
un océano, y lo entenderás.