miércoles, febrero 01, 2017

ESTE ES UN CUENTO, QUE EN SI NO ES UN CUENTO, ES UNA VERDAD – Aída Granillo

Había una vez una jarra de agua, única en su existencia y toda sapiente, tan clara y brillante que no se podía comparar con nada, ya que nada existía más que la jarra.

Un día en su contemplación y existencia decidió verter su contenido en la nada existente.

Se formaron miles de millones de gotas, como suele pasar con el agua de lluvia que conocemos.

Las gotas de la jarra, unas quedaron cerca y otras muy, muy lejos de ella, el reto de cada gota consiste en volver al agua de la jarra, pues cada gota contiene  la sapiencia, luz y poder para regresar al recipiente que la contenía.

En el trayecto cada una pudo ir transformándose en diferentes aspectos, tomando experiencias de donde se encontraba o permanecia, pero siempre única y sola, aun estando rodeando de la inmensidad de gotas vertidas desde la jarra llena en su inicio.

Para muchas el trayecto no fue fácil, ya que al quedar muy lejos de la jarra perdieron su visibilidad y a lo mejor por un tiempo olvidándose de la jarra y el objetivo de volverse a reunir todas en esa brillante, clara y sapiente jarra, pero un día cuando puedan darse cuenta que su existencia es más que la gota, volverán a pensar, sentir y desear regresar a unirme con todas esas gotas vertidas en un momento de experiencia.

Todas regresaran, tarde o temprano a la jarra, y podrán al unirse con otras en la jarra, como hacen las gotas de lluvia, y al unirse compartirán la información, sentir, experiencia, olvidos y recuerdos del regreso, eso hará que cuando todas estén unidas en esa misma jarra, esta se volverá a verter para que en ese ahora y con la experiencia obtenida creer aspectos de existencia más adecuados a lo que en realidad desean.

Para ello la jarra sigue esperando a todas sus gotas vertidas, porque no podrá crear otra nueva realidad hasta que todas sean uno de nuevo y en su alegría y todas conscientes volverán a querer otra nueva meta y de seguro más interesante que la primera que fue el inicio de todo lo deseado por ellas y experimentado hasta su regreso.


La libertad tuvo cada gota y muchas en esa libertad desearon experimentar más, pero todas volverán a ser parte de esa agua contenida en la jarra, hasta que su propia existencia las haga ser de la misma calidad de agua de la que vinieron, clara, limpia, sapiente y brillante, porque solo así puede ser cada gota parte de un nuevo integrarse y hacer otro inicio.