No existe
mayor conquista que la que uno tiene a sí mismo. A sus sentimientos, formas de
pensar, de actuar, de ser, de seguir.
Porque cada cosa que pasa en tu interior
viene de algo que viste, creíste y en relación a eso sentiste.
Y lo que
realmente ha hecho esa circunstancia, es darte a conocer quien realmente eres tú,
porque todo aquello que habita dentro de ti es lo que en realidad eres, y
muchas veces sentir ese sentimiento de desarmonía que nace de nuestros
pensamientos y se traducen en la forma de ser y sentir y desde ahí actuamos es
lo que verdaderamente debemos conquistar.
A veces el
camino se torna difícil para quien no quiere hacer uso de su creatividad e ir
transformando esos sentimientos bastante obscuros o desarmonicos con los que
vive, es más fácil echarle la culpa a lo que hizo el otro, lo que actuó o hablo
el otro, pero la gran realidad es que todo lo que sentiste viene de tu interior
y él se ha hecho presente para reconocer quien eres.
Eres ese
ser que siente lo que vive dentro, aunque actué de otra forma por fuera.
Si has
llegado a sentir celos, odio, venganza, envidia, eres tú en esa sintonía,
porque poder tener conexión con lo que es armonía, equilibrio dentro de uno
equivale a largos trabajos de reconocimiento y transformación a un sentir que
no nos es de todo agradable.
Por todo
ello la mayor conquista que deberás hacer durante tu vida, es la que te
corresponde a una nueva forma de sentir que en ella puedas vivir realmente y
disfrutar de la vida y si algún acontecimiento que vives no es de todo de tu
agrado, poder transformarlo a estados de aceptación, armonía y observación para
que después de ellos puedas accionar ante la vida desde otro punto de vista,
dejando de reaccionar.
Porque el
que solamente reacciona es aquel que no ha podido ver que su conquista es la
mayor herramienta de vida que puede tener para saber vivir la vida desde otro
aspecto que se llama equilibrio, regalándose el don de vivir.