Nuestras raíces
son aquellas donde nacemos, que es la familia, población, escuela y el entorno
en el que nos desarrollamos.
Estas circunstancias nos hacen ser lo que ahora
somos, en donde muchas veces también hemos heredado la forma de ser, los miedos
y aceptando circunstancias de nuestro entorno que a veces no son muy adecuados
al desarrollo de un bien estar.
Pero con
las enseñanzas, el tiempo y dedicación de querer tener una mejor forma de vida,
es que nos podemos proyectar a formas de ser y sentir mejor de las que partimos
en el inicio de la vida. Para ello debes estar consciente que el mundo en el
que naciste puede ser transformado a estados de consciencia mejores al que
llegaste.
Pero, para
ello debes reconocer y entender que muchos aspectos de tu forma de ser y pensar
no son los adecuados para una vida llena de autoestima, amor y confianza, por
todo ello deberás reconocer que sentimientos, actitudes y formas de ser no van
con aquello que te gustaría en realidad vivir. Una vez identificados deberás
comenzar a transformar esos aspectos no tan armoniosos dentro de tu sentir y
por ende del vivir cotidiano.
Gran labor
deberás comenzar a ser, para ello tienes que identificar qué aspectos de tu
actuar no te gustan dejando a un lado el actuar de los otros, ya que eso les corresponderá
a ellos transformar. Conforme vas realizando esa transformación más benévola a
tus sentimientos, tú misma en forma clara y amable sabrás que no permitirás o
que personas ya no corresponden en tu camino.
El camino
se va aclarando y en el trayecto, que ha sido de mucho esfuerzo y transformación
tendrá claro que eres aquello de lo que hablas, piensas y sientes. Todo eso te
ayudara a que las raíces que estas formando sean de un alto contenido humano y
amoroso.
La vida
cambia y con ella nosotros somos la nueva generación de personas que desean
hacer una forma de vida más valiosa y con ella nosotros poder formar en
consciencia un cambio dejando a un lado la trayectoria anterior que nos dieron
nuestras raíces, en donde no se llevo el tiempo necesario para crear una transformación
y que ahora las circunstancias de la vida nos dan a conocer que la vida debe
llevarse en consciencia, por lo que desde pequeños debemos enseñar el valor de
cada cosa a nuestros hijos para que ellos valoren todo lo que les rodea
incluyendo su existencia, en donde nuestro camino de trasmutación les ayudara a
tener un ejemplo de que cada uno puede ir realizando los cambios suficientes
para estar en caminos más nobles, amorosos y confiables, pero para ello se
necesita del trabajo interno que cada persona debe realizar para llegar a
estados de consciencia más aptos a su sentir, pensar y desarrollo, para crear
realmente un lugar de vida que desean alcanzar de mejor calidad humana para sí
mismos y las personas que los rodean.