Cuantas veces
las personas actúan de cierta forma que hacen todo por ganar y van hacia el
objetivo que se han señalado llegar, sin darse cuenta que en el trayecto están perdiendo
muchas otras cosas.
Las personas
actúan así porque les han enseñado que ganar es la meta, el objetivo de la vida
y que se debe llegar ahí cueste lo que cueste.
Estas enseñanzas
de casa, escuelas y en general de competencia han dejado a muchas personas
afectadas en el camino y han hecho que parejas, amigos, familias se desintegren
porque alguno del equipo o una persona simplemente estaba dentro de su cabeza
un objetivo que era ganar.
Es importante
ganar, pero a veces ganar es mejor en condiciones que desarrollen aspectos más
importantes como el integrar a todos, el ver que no salgan afectados los demás
por esas acciones que tomamos para llegar a algún lugar llamado meta.
Actualmente
se han visto en las olimpiadas personas que ayudan a otros para llegar. Vivimos
en una sociedad donde debemos de darle importancia a los otros, y a nosotros también,
por ello debemos observar más, ser mas sensitivos y saber que muchas de esas
personas con quien competimos o tenemos un equipo o nos acompañan en el
camino, son personas que han sido importantes en nuestra vida, por todo ello se
debe dar valor a lo que realmente importa, ya que el valor que le damos a las
personas es el reflejo de lo que realmente somos y volvernos más sensibles a la
vida es necesario para que al llegar a la meta deseada sea no solo con esa energía
de triunfo, sino también con la certeza que varias de las personas que
participaron para que realizáramos nuestra obra, se sienten parte de ese
triunfo.
Por eso
cuando vayas a la meta de ganar, observa mas tú accionar y tu sentir para que
al llegar sea realmente un sentimiento de bienestar el que puedas disfrutar.