La fuerza
interior que necesitas esta y nace en ti, llegó a este mundo cuando tú naciste
y desde que fuiste concebido.
Es la
fuerza que te impregna y hace que salga la luz y amor que ya tienes.
La puedes
identificar cuando:
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Naciste y pasaste por el umbral del nacimiento del mundo del
vientre al mundo que conoces.
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Cuando te dijeron que no podías y lo lograste.
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Cuando te animaste a caminar y comenzaste con pararte diste un
pasito, te caíste de sentón, te volviste a levantar y aun agarrado de los
muebles te impulsaste a caminar.
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Cuando aprendiste a andar en bicicleta, nadar, correr, saltar.
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Cuando aprendiste algo nuevo como música, deportes, o lo que te dio
una fuerza para continuar.
Es el
motor de tu existencia.
Todo eso
esta y habita en tu interior, es tu fuerza, eres tú.
Es la magnificencia
que eres y que te niegas a aceptar.
Es la
fuerza que te hace levantarte aun estando cansado, ya sea en un amanecer, en un
trabajo que realizas o en circunstancias que te hacen tomar la energía para
continuar.
Es el poder
que te abre caminos porque confías en ti. O aquel que te lleva a nuevos caminos
que son afines a lo que tú eres y encuentras una dicha de ser y existir.
Son las
capacidades que tienes y que tienes que descubrir, son los tesoros ocultos que
traes desde el nacimiento y deberás reconocerlos, a veces las personas te
comentan que eres bueno en esto o aquello, pero eso solo son pistas para que te
des cuenta de tus potencialidades.
Todos traen
esa fuerza interior, potencialidades y amor para salir adelante en lo que su
interior les marca y les hace sentir que bien se siente en ciertos caminos.
Es la
fuerza que no te hace desistir.
Esa fuerza
interior eres tú y debes reconocerla para poder acceder a ella.
Tu sentir será
la guía y tu amor la luz para descubrirla, te acompaña la paciencia para
enfocarte en las cualidades a desarrollar y será lo que te distinga de los demás,
porque cada uno tiene esa luz interior única que le da las características de
ser único.