
Nos encontramos por las calles personas que nos piden limosna.
Existiendo diferentes formas de dar la limosna, encontramos a personas que las dan de la siguiente forma:
Ø Para ayudar de corazón
Ø Por lastima
Ø Diciendo o pensando “se que lo usaras para drogarte”
Ø Algunas personas suelen no dar dinero y dan alimento y
Ø Otras hasta invitan al que solicita la ayuda a sentarse a su mesa.
Todas estas acciones nobles o no tanto, solo es el fruto de la fuente que la da.
Porque tú eres esa fuente que da la ayuda o no la da.
Eso se debe a que el que te solicito la ayuda provoco algo en ti para accionar una acción que va de acuerdo a lo que eres.
No todos dan desde el corazón, por lo que te darás cuenta quien eres al dar la limosna y lo que viene a tu mente antes de la acción.
También existen personas que bendicen de corazón a la persona por no poder aportar algo, y también está bien, porque es un sentir noble.
Pero todo eso esta encasillado a lo que en realidad eres, no a la persona que se te acerca y te pide ayuda.
Desde ese punto de vista podrás conocer quien realmente eres y no tanto lo que crees que eres.
Ser noble, amoroso y sensible son cualidades de seres que en su corazón vibra en amor.
La mezquindad, el que califica, y el que da para sentirse bueno, le falta recorrer el camino de la benevolencia.
Por eso cuando te encuentres con esas personas o cualquier otra, comienza por sentir lo que eres y podrás cambiar eso para dar en una armonía que te beneficiara más a ti que al que le das la caridad.
También el no dar puede hacerte sentir bien, porque no es una obligación el dar.
Solo da cuando esa acción salga de tu corazón, así sea mendigo, familia, amigo. Porque solo así podrás estar bien contigo.
Existiendo limosneros que hacen negocio de esto, pero tu sentir te indicara también en qué forma dar o no dar, no siempre es requisito el dar.
Lo importante es tu sentir al dar o no dar.