jueves, mayo 19, 2016

LOS SIMULACROS SON LO DE HOY – Aída Granillo

Todos los individuos realizan simulacros, considerando que todo está bien y es lo correcto, porque así lo marca su sociedad, su género o sus ideas.

Simulan tener amistades a largas distancias por medio del internet, dejando a un lado los amigos que tienen en el lugar en donde radican.

Muchos han dejado de salir y sentir los abrazos que da un buen amigo o amiga.

Han dejado de platicar cara a cara porque un celular, tomar una foto es más importante que el deleite de esa buena compañía.

Eso solo distrae la atención de la importancia de la amistad.

Podrías tomarte una o dos fotos y el resto del tiempo disfrutar de tu amistad, tantas cosas que contar, tantas cosas que escuchar y sobre todo reír.

La amistad no solo es para contar tus tragedias, es para inventar momentos de felicidad, recuerdos de una buena caminata, un helado, un viaje, una anécdota,  un sentirse cerca y de un buen abrazo.

Los abrazos son las energías que te hacen sentir el amor que tiene el otro por ti y que tú tienes por él.

Mandar besos, escribir te quiero y decir quiero verte de nada sirve si no lo llevas a cabo.

Porque la atención es dispersa, el momento fugaz, pero el sentir al amigo, el realmente estar presente son sentimientos que al concluir  ese tiempo de compañía te quedan gratos momentos para seguir disfrutando después de que no está.

El simulacro de ser fiel a la pareja, otra circunstancia de la época.

Pierdes el poder conocer realmente a tu pareja, el llegar a verdaderos acuerdos sobre lo que si se vive y se siente.

Cuando diste tu palabra de pareja es caminar con esa compañía, si no es de tu agrado mejor no hacer compromisos.

El estar con una persona y pensar en otra, te trae no conocer realmente a ninguna y vivir una fantasía.

Dejar los simulacros es ser autentico, integro y total en donde te encuentres.

Es vivir realmente el momento.

Es ser lo que si eres.

Y con ello puedes tener grandes felicidades.

No necesitas engañarte, jamás podrás engañarte. Y engañar a los otros es una fantasía que solo tú te crees, pues son muchas las evidencias de los engaños, aparte de que se sienten y las actitudes cambian.

Porque no ser lo que si eres en realidad.

Porque no disfrutar plenamente la vida desde la verdad e integridad.

Muchos de los que han dado el paso a ser fiel a su palabra, son más libres y felices.

Es una situación que no deberías perderte porque la felicidad está ahí en donde tu realidad, verdad e integridad si son auténticos.

Deja los simulacros, acércate a quien amas.

Cuando tienes la libertad de ser tu, tus amigos, pareja,  quien te conoce  y sobre todo tú, sabes que estés donde estés cumples tu palabra y los compromisos y eso da la paz a ti y a la relación y por ende a tu existencia.

Los simulacros de relaciones te traen fantasías más no realidades.

Se real, autentico e integro y veras que se vive mejor.

En pocas palabras se vive.

Se uno con tu realidad.