Para accesar a
ella necesitaras paz y conexión a tu interior.
En un mundo tan
vertiginoso, necesitas crear un espacio en donde vives para que en tus
silencios te vayas conectando.
Al principio, como
no estás muy identificado, te tomara algo de tiempo.
Después con el
reconocimiento a esa conexión, veras que es más fácil.
Y conforme vayas
identificando más y más claramente ese estado de ser en ti.
Ya no tendrás que
tener estados especiales, lugares especiales, tiempo para meditar, porque eso
que adquiriste ira contigo a todas partes.
Y harás la
conexión cuando más desees entablar una plática con tu interior.
Esta sensación y
comunicación también sale cuando te conectas a lo que te gusta hacer.
El pintor lo
reconoce al pintar y es su vida y afición.
El escritor, en
cuanto escribe y las palabras salen solas, de lo que va a escribir.
El que canta,
cuando canta y sientes y su melodía te hace vibrar, esa es su conexión que
comparte contigo.
El que cocina, cuando
pruebas ese sazón y es tan delicioso que te encantaría conocer al que realizo
tan delicioso manjar.
Y así cada
conexión se da y es el reflejo de su vivir.
Ese sentir del
alma que se transmite a los demás es la conexión del interior de esa persona
que te invita y comparte lo que vino a hacer y es un deleite estar ante esas
personas que ya han tenido dicha conexión.
Es una conexión
real, absoluta y creadora.
Es la conexión al amor de lo que eres.
Es la luz de tu interior.
Es el camino encontrado y caminado.
Es una alegría sublime el reconocerlo.
Todos lo portan y es parte de esta existencia.
En tu interior está la clave de lo que verdaderamente eres.
Y lo que eres es maravilloso, para ti y para el resto de la
humanidad.
Poder disfrutar tu talento será maravilloso, puede ser también ser
madre, abuela, maestra, enfermera, medico, arquitecto, diseñador… todo aquello que
te hace vibrar y ser, es el compartir de tu esencia.