En
la vieja energía y en la forma que se ha ido llevando la vida, se podría considerar
que vivir en la nueva energía no es cosa fácil o es desafiante.
Pero,
cuando se ha estado dentro de la vieja energía y se han llevado procesos
internos conscientes de que se desea el cambio, se sabe, entiende y vive de
forma diferente.
Se
ha tomado consciencia que cambiar de camino no es cosa tan fácil.
Que
limpiar los paradigmas e ideas que rigen nuestra mente, se debe ser muy
valiente para salir de lo que se le conoce La Matrix.
Pero,
con esfuerzo tiempo y purificando las ideas a:
Saber
que todo fluirá
Que
tienes un proceso y llegaras a un mejor lugar, simplemente no regreses al viejo
esquema
Aunque
hayas tomado varias veces el camino del cambio a una forma nueva de vivir y tus
miedos o inseguridades te hicieron regresar.
A
lo mejor volviste a tomar el camino y caminaste un poquito más.
Y
seguramente así te paso en reiteradas ocasiones.
A
veces a unas personas les resulto más frecuente el regreso.
O
a otras tomaron el camino varias veces, al principio con un poco de miedo, pero
se atrevieron a caminar un poco más y comenzaron a encontrar que en este camino
nuevo, las cosas cambian.
Comenzaron
a encontrar más seguridad en sí mismos.
A
tomar decisiones desde el sentir que es su energía, y los dirige a lugares
seguros para ellos.
En infinidad de
ocasiones siguieron sin meter cuestionamientos, y viendo que se aproximaba el precipicio.
Aun así confiaron y
llegaron al precipicio, en donde se dieron cuenta que no existía, que así
aparentaba el camino desde lejos.
Y
estando ahí, ven que era un escaloncito que había un colchón, un nuevo camino y
pudieron pensar esto es una vacilada, es una broma.
Y
así caminaron una, dos, tres veces o las que necesitaban.
Pero en cada intento
fueron tomando más confianza de sí mismos y de su energía.
Se dieron cuenta que
los precipicios no existen, solo que el camino es el que cambia y a veces no lo
ponen a lo alto, sería como muralla, sino a lo bajo, para que puedas dar un
salto al otro camino.
Esto
es lo que sucede a todos.
Le
sucede al que confía en su sentir su yo
interno.
Y
cada día van adquiriendo mayor confianza.
Y
salen en la mañana confiados que no saben que les espera, pero, todo va bien.
Igual hacen los pájaros.
Se
levantan ven a sus críos, vuelan por comida y traen, en el trayecto no se
preocupan si encontraran lo que buscan.
Mientras tanto cantan
y se alegran del nuevo día. Y son felices, porque no existe el ser que este
triste y cante de alegría.
Actualmente, muchos
se van identificando con este sentir, son ustedes lo que están realizando el
cambio a la nueva vibración, a la conexión con su fuerza interna, con su guía y
amor que tienen en el interior.
Les
fue arrebatada por un tiempo, pero, seguramente ya aprendieron que en esa forma
de existencia, la anterior, tenían miedo, caos, preocupación, enfermedad que da
no saber si se está seguro.
Ya
más fácilmente se puede platicar con algunos que han tenido estas experiencias
y cada día serán más con quien compartas estos acontecimientos, cuantas veces
tuviste que retomar el camino, cuantas veces te dio miedo e inseguridad y aun así
lo volviste a retomar.
Que
varias veces creíste llegar al precipicio y te diste cuenta que no existía.
Adquiriste confianza
y una alegría, así como la paz que da el saber vivir y existir en estos
tiempos.
Nunca olvides que
naciste para amar y ser feliz. Amar de una forma íntegra, con la verdad, y con
un inmenso amor latente dentro de ti.
Cada
día somos más, los iras identificando.