La
ciudad de San Francisco aprobó una ley que prohibe vender agua
embotellada. La idea es reducir en mucho la basura que provocan los
envases de plástico, pues en el país sólo el 23% son reciclados.
Ahora, todos deberán cargar su contenedor y llenarlo de agua purificada –de manera gratuita– en lugares como este, que se encontrarán por toda la ciudad.