.. No
es tuyo a menos que te lo den, y que te lo den por medio del amor de Dios –
Dios es un dador: no quita-, y que te lo den sin esperar nada a cambio. Eso es
incondicional e ilimitado. Vas a encontrar muy pocas personas en el mundo que
saben dar de esa manera, así que las ocasiones de recibir podrían ser muy
pocas. Pero todo debería ponerse en la balanza frente a tu vida espiritual.
Cruzando
el Río - Ramtha