Original en francés.
Transcripción:
Véronique Loriot
Traducción: Susana
Milan
MIGUEL 18 agosto 2012
*Vivamos un momento de Comunión y os doy una cita formal para que
vivamos una Comunión, estéis donde estéis en esta Tierra, el 22 de septiembre a
22:00 horas. Ese momento será silencioso, no habrá ningún comentario, ni
ninguna palabra por mi parte. Será un momento privilegiado de Comunión común
para la humanidad, así como para cada uno de vosotros, como mi Presencia.
Soy MIGUEL, Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales. Niños
de Luz, instalémonos en nuestra Comunión.
…Compartiendo el Don de la gracia…
Me presento a vosotros en este día, como Cristo MIGUEL, Regente del
Logos Solar, para expresaros, más allá de las simples palabras que voy a
pronunciar, lo que es el Fuego Celestial y su acción sobre el humano. Después
de tres años pasados viviendo la Deconstrucción, después de haber recorrido las
nueve Marchas, por la Gracia del Manto Azul, por la Transmutación de este
cuerpo, hoy, el reencuentro con vuestra Eternidad se va a desarrollar. Lo que
viene es el Fuego Celestial. El Fuego, así como habéis podido vivirlo, como el
Fuego del Corazón o como quizá lo vivís vosotros en diferentes lugares de este
cuerpo humano, no es en nada tal como la veis en esta Tierra. El Fuego
Celestial es Amor, el Fuego Celestial es Luz. Viene a permitiros realizar el
conjunto de vuestras Bodas y restituiros a lo que Sois, antes de esta
encarnación y estas encarnaciones, antes mismo de la existencia de este mundo y
de sus diferentes formas de vida. El Fuego es uno de los elementos primordiales
llevando y aportando el Amor y la Luz, en su sentido Vibral, en su sentido
Absoluto. Los Elementos, dejados y soltados, en la superficie de este mundo han
representado la posibilidad de volver a fusionar lo que Sois, en Eternidad, con
vuestra conciencia de humano.
Este Fuego Celestial proviene de lo que vosotros llamáis el Sol
Central de la galaxia, con el que este sistema solar será alineado en poco
tiempo. Muchos elementos (dados por nosotros mismos, por los Ancianos y las
Estrellas) os han preparado de diversas formas, a vivir lo que viene. El Fuego
Celestial hace arder no la vida sino la ilusión de este mundo, lo Efímero de
este mundo. La Luz (no esa que percibís con vuestros ojos sino la Luz del
Corazón y de la Eternidad y el Absoluto. Se trata de la fase final de la
Liberación de este sistema solar, en su totalidad, reconectándolo a la Fuente,
a su Sol Central de origen, así como a vosotros mismos.
La totalidad de lo que debía ser preparado y realizado, lo ha sido.
Y toda la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres da gracias, una vez
más, por vuestra acción, vuestra obra, vuestro trabajo. Lo que viene, visible a
los ojos de todos, sensible a cada cuerpo humano, corresponde a la Liberación
total de la Conciencia Una así como del Absoluto. Solo aquél que persiste, a
nivel de vuestros Hermanos y Hermanas, en ignorar la Luz, podrá ver otra cosa
que la Luz. Ese Fuego es Amor y exclusivamente Amor. Viene a llenar la
privación del Éter del que la conciencia humana ha hecho objeto desde hace
varias decenas de millones de años. Las fechas os las han dado muchos pueblos
primitivos (según vosotros), muchísimos viejos pueblos, muchos monumentos, así
como por los profetas entre los más preclaros (muy poco numerosos), que han
entendido el sentido del Fuego Celestial sobre el humano. Se trata de una
regeneración total de la Humanidad Una, del sistema solar Urantiano en el que
estáis. La acción de ese Fuego no requiere por vuestra parte, ninguna
intervención, ningún trabajo, porque esto es completamente natural y ya no
requiere ninguna acción por vuestra parte. Solo la Paz, la Tranquilidad, la
Alegría son los elementos importantes para acoger “a aquél que viene como un
ladrón en la noche”, acompañado de ciertos elementos, Celestiales y Terrestres.
El Fuego viene a Despertar y Liberar, por la gracia del Amor, lo que ya ha sido
liberado sobre la Tierra como en el Sol.
Queda pues Liberaros vosotros mismos, no por vuestros hechos sino
por el asentimiento a vuestra Eternidad. Muchos de vosotros, desde hace cierto
tiempo (sea partir de las Bodas Celestiales o, más recientemente, a partir de
la Liberación de la Tierra y de la Onda de Vida), viven y sienten las primicias
de esta llegada. El alineamiento galáctico, que se producirá al final de
vuestro año, permitirá esta Liberación efectiva, total, irremediable,
definitiva e irrefutable. No puede existir ningún miedo, ninguna aprehensión,
para aquél que ha cultivado en sí, su conciencia ilimitada y que ha entendido
el sentido de la Luz Vibral que os fue derramada a partir del Sol Central de
esta galaxia, desde el 18 de agosto en 1984. Hoy el ciclo se termina. La
preparación fue fuerte, el trabajo fue eficaz, ahora todo ha terminado. Lo
mejor de vuestra preparación consiste pues en vivir desde ahora, la instalación
rápida y fugaz, dentro de vuestro propio Choque de la Humanidad, a título
individual.
La llamada de la Luz, por nuestras Presencias a vuestro lado, se va
a amplificar. Los signos, Celestiales y Terrestres, anticipando y anunciando el
Fuego: Sonidos del Cielo y de la Tierra, Presencia de la Confederación
Intergaláctica de los Mundos libres en vuestros Cielos. Esto no llama, por
vuestra parte, nada más que a la Paz, la Alegría y la Serenidad. Las primicias,
vividas por muchos de vosotros en este cuerpo humano (sea lo que se podría
llamar la obliteración de la conciencia ordinaria, las manifestaciones Vibrales
de la luz, los momentos de ausencia a vuestra conciencia ordinaria), aunque por
el momento, no os hayan conducido a vivir el estado último llamado Absoluto,
estad seguros, os conducirán a vivirlo, cuando llegue el momento. Esta
preparación, más allá de cualquier Alineamiento, más allá de cualquier
meditación, se dirige a hacer transcender y desaparecer los últimos elementos
de ataduras a eso que se llama lo Efímero de vuestra condición mortal.
Lo que viene es una regeneración. Lo que viene es vuestro
Renacimiento, Resurrección en las Dimensiones Unificadas. Los síntomas vividos
por vuestros cuerpos, sean los que sean, no son nada más que los elementos
participando en vuestra Liberación última. No hay nada que preparar, en la
medida en que el trabajo que habéis realizado, como Ancladores y Sembradores de
Luz, ha recorrido el tiempo de la Tribulación en su más simple expresión.
Estéis donde estéis en la superficie de la Tierra, las últimas barreras de miedo,
de no creencia o creencia, caen unas después de las otras. Si estáis atentos a
lo que se desarrolla en vosotros, en este cuerpo humano efímero en el que
estáis, sea a través de vosotros, sea a través de vuestras experiencias,
múltiples y variadas, no hacen más que una cosa: llevaros a la Morada de Paz
Suprema. Solo los elementos de resistencia a lo desconocido (para aquellos que
no son Absoluto) pueden suscitar en este cuerpo perecedero, preguntas y dudas.
No cedáis a esas preguntas y dudas. Sean las que sean las gesticulaciones de
aquellos de vuestros Hermanos y Hermanas, en pánico por la acción de la luz,
tendiendo a su efímero, eso no debe en ningún caso alterar o atraer vuestra
atención. De vuestra cualidad de Paz, de vuestra cualidad de Alegría y aceptación,
derivará la facilidad de vuestra Ascensión, sean cuales sean las modalidades.
Sea en lo que se transforme este cuerpo, será espiritualizado y os permitirá,
cualquiera que sea el mecanismo, ser Libres.
Lo que ocurre en vosotros, ocurre en este mundo. Los Elementos
llamados Jinetes del Apocalipsis, liberados en esta Tierra, desde hoy, se
liberan en vosotros aumentando vuestras propias percepciones, vuestras propias
experiencias y vuestros propios estados. La observación de los elementos, en la
superficie de esta Tierra, sean los que sean los nombres que empleéis en su
manifestación (sea el calor, sea el agua, sean los terremotos, sean los
volcanes), no son sino la anticipación del Fuego Celestial. Donde estéis, donde
os situéis, ninguna acción nefasta de esos Jinetes podrá extinguiros desde el
instante en que soltéis la presa, desde el instante en que os abandonéis a la
luz, a los elementos y al Fuego. El Fuego no destruye nada. Al contrario y a la
inversa de lo que observáis con las manifestaciones del fuego, a vuestros ojos
de carne, con lo que se vive en la Tierra con los vegetales, en estos momentos
no tendrán en absoluto los mismos efectos sobre vosotros. En la medida que se
anticipe ese Fuego Celestial, por activación del fuego elemental de la Tierra,
en vosotros, constataréis, vosotros mismos, la ligereza, la facilidad y un
sentimiento de Paz creciente. Si esta Paz no crece, eso os invita a ver las
resistencias presentes en vosotros y a mirarlas, de igual forma, evacuarse de
forma natural. El Fuego es transmutación y transubstanciación.
La apertura por el Arcángel METATRÓN hace un año, del impulso
KI-RIS-TI, en la Puerta KI-RIS-TI, la apertura de la Puerta OD realizada por la
acción del Manto Azul de la gracia, hacen posible esta transubstanciación, sin
ninguna dificultad. Solo las resistencias inscritas dentro de la personalidad,
de vuestra historia individual o colectiva, pueden representar un obstáculo que
mine la Ascensión. No existe ningún elemento, ninguna posibilidad de sustraerse
al Fuego Celestial. Nadie puede escapar porque el conjunto de la Tierra está
Liberada. Solo la vivencia de este periodo, arrancando ese día y acompañándoos
hasta el alineamiento galáctico, puede ver manifestarse en vosotros, elementos
de resistencia, de miedo o aprensión. No existe otra forma que observar lo que
se desarrolla, sin tomar parte de ninguna manera. Aquellos de vosotros que
habéis realizado el Abandono del Sí, manifestado por el impulso de la Onda de
Vida resurgiendo por la cabeza, no podrán ser afectados de ninguna manera. Si a
vuestro turno aceptáis, aquellos que aun no son Absoluto, realizar esto ahora,
no quedará nada de vuestras preocupaciones, de vuestras memorias, de vuestras
interrogaciones o de vuestras dudas.
La Inteligencia de la Luz y más particularmente del fuego
Celestial, es tal que no existe nada en este cuerpo humano, como en vuestra
conciencia limitada, o de la presencia del Sí, que pueda captar el calado de lo
que se desarrolla. Solo el no buscar explicaciones, solo el contacto con la
naturaleza, el contacto con vuestra Naturaleza profunda (en meditación o de
otra forma), es incluso daros la plena satisfacción, la plena explicación, más
allá de toda mente, de lo que hay que vivir. No debe buscarse ninguna fecha,
porque esto puede presentarse a vosotros, a título individual, a cada momento
de los días, de las semanas y los meses hasta el fin de este año. Existe por
supuesto, cierto número de elementos de preservación hasta el momento deseable
y deseado por vosotros, que no depende de ninguna forma, de vosotros. Esos
elementos son de lógica pura y simple. La acción de los Jinetes en esta Tierra
desencadena en este momento mismo, como quizá observáis, modificaciones de la
conciencia extremadamente importantes, que van desde el desequilibrio más
importante, a la Paz más total. Los mares, los volcanes, las tierras y los
aires se despliegan y se desarrollarán cada vez más, evidentemente, sea como lo
veáis, cualquiera que sea la conciencia que tengáis, estéis de acuerdo o no.
El Fuego Celestial es Amor. No es estrictamente nada más. Ese Amor
no presenta ninguna medida, ninguna analogía con lo que vosotros podríais
llamar el amor, en sentido humano. Lo que viene representa para vosotros, que
quizá no habéis sido Absoluto aun, lo Desconocido más total. La humanidad será
bautizada por el Fuego Celestial, Fuego de Libertad y de Liberación. Yo lo
acompañaré, visible a vuestros ojos, por la llegada de elementos llamados
meteoritos y cometas. Yo anunciaré así (más allá de mi Presencia a vuestro lado
izquierdo), en el cielo, ante los ojos de todos, los elementos que vienen a
esta Tierra. Acordaros, en esos momentos e incluso desde ahora, que lo que
viene es Amor y Libertad absoluta, la más inconcebible para la mente humana,
para la razón y el intelecto. Existe una parte de vosotros que ya conoce esto,
más allá de este cuerpo humano, pero inscrita en este cuerpo humano. Esa parte
corresponde a lo que vosotros llamáis (y lo que se ha llamado, en ciertas
enseñanzas) el Fuego de la Kundalini, el Fuego del Corazón, hoy llamado Fuego
del Éter. Las partículas Adamantinas, en número cada vez más importante,
desencadenarán en vuestra piel, mecanismos de percepciones inéditas cada vez
más intensas. Al aceptar este proceso, por adelantado y con anticipación,
constataréis vosotros mismos, el efecto sobre vuestra conciencia, el efecto
sobre lo que Sois en Eternidad que encontraréis así, de manera casi definitiva.
Nada más de este mundo podrá alcanzaros, nada limitado de este cuerpo humano
podrá alterar lo que sois, más allá de la ilusión. La única preparación
consiste entonces, en observar lo que puede resistir, lo que puede oponerse en
vosotros como en el exterior. Es en ese momento, necesario e indispensable
observar simplemente y seguir lo que yo llamaría las líneas de mínima
resistencia, las líneas de facilidad, en cuanto a vuestros desplazamientos, en
cuanto a vuestros movimientos, en este cuerpo como en esta Tierra. Los signos
manifestados a vuestra conciencia, durante vuestras noches, durante vuestras
meditaciones, los contactos cada vez con más empuje, por el Canal Marial, con
nosotros, se harán cada vez más flagrantes. Los signos del cielo serán también
cada vez más evidentes, haciendo que en un momento, nadie pueda ya ignorar
aunque lo niegue, lo que está pasando.
Os invito entonces a cultivar aun más vuestra Paz Interior,
recordándoos con esto, en otros términos, lo que os han dicho muchos
participantes: vosotros no Sois ni vuestros miedos, ni vuestras dudas, ni este
cuerpo, ni esta carne, ni esta conciencia. Aceptar esto es ya un paso enorme,
franqueado para encontrar la esencia de quienes Sois. No existe ninguna otra
forma ni ninguna otra alternativa, más que vivir esto. Os deseo vivir en Paz,
en Comunión, en Fusión, en Disolución. El amor está a vuestra puerta. Viene a
llamar a vuestra puerta, pidiéndoos simplemente: “¿quieres seguirme?” “¿quieres
ser lo que Eres?”. Como María, depositaria de las llaves del Cónclave, de los
Ancianos y de las Estrellas, igualmente, llegado el momento, con las
oposiciones más fuertes y las más formales, con las resistencias manifestadas
por vuestros Hermanos y Hermanas que rechazan soltar lo Efímero, llegará a
anunciároslo. De aquí a entonces, contentaos con vivir vuestra vida, aligerar
lo que debe serlo y en particular a nivel de vuestra cabeza, a nivel de vuestra
mente, a nivel de vuestros razonamientos, a nivel de vuestro intelecto.
Os repito que no tenéis ningún medio intelectual, ningún medio
mental de comprender y de captar lo que viene, más que viviéndolo por la
experiencia de este cuerpo, de esta carne y de vuestra vida. Por eso, como os
ha dicho una de la Estrellas, id a la naturaleza. Desde el instante en que
ciertos de vuestros sueños, desde el instante en que María os haya llamado
individual o colectivamente, aseguraos de seguir lo que os dicen vuestros
sueños, lo que os dice María o lo que os dicen los seres espirituales de las
Dimensiones Unificadas, que se manifiestan en vuestro Canal Marial, a vuestra
izquierda y arriba. Quiero decir con esto, desde el instante en que percibís
una Presencia arriba y a vuestra izquierda, en vuestra mejilla izquierda y
sobre vuestro hombro izquierdo, os hará falta prestar atención en el sentido de
lo que escucharéis, en el sentido de lo que percibiréis, en el sentido de lo
que veréis. Os convendrá entonces, conformaros totalmente, a las informaciones
individuales que os serán liberadas. Esto será para vosotros, la mejor de las
preparaciones al Fuego Celestial. No hay otra.
Así pues, he aquí los elementos formales que como Príncipe y Regente
de las Milicias Celestiales, como Logos Solar, CRISTO/MIGUEL, se me ha
encargado entregaros. No tengo nada que añadir a lo que acabo de expresar, si
no es plantearos vivir un momento de Comunión. Volveré, en cuanto a mí, a
expresarme muy precisamente, una semana antes el día en que la Tierra ha
decidido festejar mi día. En ese momento, y lo habréis constatado vosotros
mismos, la totalidad de la situación habrá cambiado. Vivamos un momento de
Comunión y os doy una cita formal para que vivamos una Comunión, estéis donde
estéis en esta Tierra, el 22 de septiembre a 22h. Ese momento será silencioso,
no habrá ningún comentario, ni ninguna palabra por mi parte. Será un momento
privilegiado de Comunión común para la humanidad, así como para cada uno de
vosotros, como mi Presencia.
En este instante, vivamos una Comunión en el Amor. Soy MIGUEL,
Príncipe Regente de las Milicias Celestiales. En el Amor y por el Amor, en la
Libertad y por la Libertad, comulguemos.
…Compartiendo el Don de la gracia…
Id en Paz, porque vosotros sois la Paz. Hasta pronto.