RECORDAR QUE SOMOS ALMAS,
que somos inmortales
y que existimos siempre
en un vasto mar de energía
es la clave para llegar
a la alegría y a la felicidad.
En este mar energético,
toda una serie de espíritus
que están para ayudarnos
nos conducen por el sendero de nuestro destino,
nuestro viaje evolutivo hacia la conciencia de Dios.
No competimos con ninguna otra alma:
nosotros tenemos nuestro sendero y ellos el suyo.
No se trata de una carrera,
sino de un viaje que emprendemos juntos
hacia la luz de la conciencia.
Las almas que han progresado o evolucionado más
tienden una mano con amor o compasión
a las que han quedado atrás.
La última alma que completa su trayecto no vale menos que la
primera.
SOLO EL AMOR ES REAL - BRIAN WEISS