Cristina: Yo
sé de lo qué tú me hablas, me hablas del laberinto.
Tú me instruiste antes de comenzar a dar un seminario, hace
mucho tiempo, sobre el laberinto. Pero ¿podés dar una
explicación más para todas las personas que están
aquí?
María:
El laberinto es la matriz. La matriz viva es el laberinto.
El laberinto
es ese laberinto del que tú no puedes salir, que
tiene salida, pero que cuando estás dentro de la matriz es lo único
que ves, es como si estuvieses dentro de un laberinto del que no podés
salir.
Cuanto más te enganchas en el odio, en la bronca, en el miedo,
más paredes del laberinto encuentras y más abrumado te
sientes dentro de él.
Imagínate que tú puedes entender que eso solamente es
un juego de niños o de adultos, pero es el juego del hombre
para trascender la dualidad.
Imagínate que ese laberinto se empieza a tornar transparente,
y entonces, sabes que ese laberinto transparente tiene una salida y
está allí. Pero más aún: cuando se torna
transparente, ese es el momento en que tú estás activando
tu Llama Trina, no tu nueva Llama Trina. Ese es el momento en que empiezas
a trascender la dualidad y entiendes que todo es un juego. Es el momento
en el que te das cuenta de que la matriz te tiene atrapado en el laberinto.
Es el momento de fluir en Conciencia Divina para trascender esa dualidad.
Entonces, imagínate que tú ves el laberinto desde arriba,
y ves como la gente dentro de ese laberinto se angustia, dentro de
ese laberinto llora, porque no puede ver la salida; y en el laberinto
hay un montón de salidas, pero no pueden llegar a ningún
lado, porque están enredados en la matriz.
¿Qué pasa si tú te elevas y al laberinto lo ves
desde afuera? En ese momento ya tienes activada la nueva Llama Trina,
porque puedes interactuar viendo el laberinto, pero no estás
dentro de él.
El laberinto
es la matriz misma, por eso hablamos tanto de la matriz. La matriz
no deja que sientas
el
gran Ser de Luz que tú eres,
que viniste a jugar el juego de la dualidad, y que decidiste, en este
momento de la Tierra, ya terminar el juego para vivir la Humanidad
Crística en ti, el comienzo de la Era del Cristo, el comienzo
de la Común Unidad.
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