domingo, enero 22, 2012

MIRO SIN MIRAR, ESCUCHO SIN OÍR Y SIENTO SIN SENTIR – Aída Granillo


En nuestra existencia nos han regalado una serie de sentidos que nos servirán para transformarnos a nosotros mismos.

Estas hermosas herramientas llamadas sentidos, a veces son nuestros sin sentidos.

Con ellos percibimos nuestra realidad de diferentes formas, y depende que tan sanas sean realizamos nuestra existencia.

Miro, sin mirar, porque siempre veo lo superfluo de la gente, amistades, amores, , personas... en una palabra miro por encimita sin adentrarme a nada de lo que miro, sin sentido miro.

Escucho, sin escuchar porque antes de que termine el otro de contarme algo, o escuchar que desea ser acompañado, rápidamente quiero decirle que a mí o a un conocido ya le paso eso…, sin escuchar que simplemente quiere ser oído y más acompañado, a lo mejor en mis silencios y compartiendo lo que sus palabras en realidad dicen (abrásame) paso por alto el sentido de escuchar, para ponerme en primer lugar a lo que en realidad es y existe, entonces escucho sin escuchar.

Siento, sin sentir, porque mis miedos me llevan a una autodefensa dentro mío, en donde no deseo ser descubierta o atrapada(o), entonces prefiero que las personas permanezcan a la orillita de mis emociones y sentir, sin saber que en mis profundidades existe realmente el Ser que Soy y es tan maravilloso, como cualquier tesoro encontrado bajo el mar, entonces siento sin sentir.

Por eso, deberíamos saber: mirar, escuchar y más sentir, sin miedos, porque el miedo solo proviene de los pensamientos, de la mente que cree que necesita ser protegida.

En cambio el alma en su espíritu, no desea ser ocultada, simplemente desea mirar aquello que no es palpable al ojo humano, escuchar lo que se dice tras las palabras de quien comparte su vida y sentir, maravillosos es el sentir cuando el corazón se expande y en realidad se expande, lo sé porque lo vivo.

El sentir se expande en el centro de tu Ser llamado corazón, es sentido, palpable y existe en el Ser que desea abrirse a la vida, a los otros en una onda de amor, compasión, verdad y gratitud.

Que en toda tu existencia veas lo que no se ve y es real, escuches desde el corazón y sientas el verdadero amor, que limites no nos da y es para todos(as) esa es la Gracias del estado de Gracia tan nombrado a veces, que no está fuera de la realidad de ningún humano y se volverá tu existencia y te transformara en el amor que ya eres y existe dentro tuyo.

Nada más sanador, ni total de aquel que realmente vive en el amor, desde el corazón que es abierto a todos(as) sin importar razas, colores, creencias, paradigmas, circunstancias…

Mi amor a ti desde esta existencia de mi Ser a quien cobijo si así deseas, ya que el alma, espíritu y luz, realmente habita en todos lados.

Con amor Aída