Me habían transferido a una nueva oficina en mi trabajo, y como suele suceder al ser nuevo uno no conoce a nadie y menos al llevar menos de un mes.
Me fui a casa y me encontraba en mi cuarto realizando una de las primeras lecturas en este camino.
En mis manos tenía uno de los libros de ELIZABETH CLARE PROPHET.
Libros de fácil acceso, de bolsillo y muy claros; ella nos habla de los ángeles, decretos, llama violeta, meditación, visualización…, etc.
Sentada en mi cama, esta es la conversación que tuve con mi guía, todo siempre es en forma telepática (pensamientos).
GUIA: Escríbele esto a Mary.
YO: Rápido tome una hoja y pluma y comencé…, pero, al pensar le dije “No!, yo no la conozco, como le voy a dar algo escrito” y deje el papel y la pluma en mi cama, y seguí mi lectura.
GUIA: Aída, ella lo está pidiendo (ella rezaba, para pedir ayuda en una decisión importante, yo no sabía).
YO: Bueno. Tome de nuevo el papel y la pluma que había dejado y comencé a escribir lo que estaba leyendo. Fueron aproximadamente dos hojas.
Después de terminar, pregunte: "Y como se las doy, no la conozco".
GUIA: De eso deberás ingeniártelas.
Pensé, bueno, y me metí a bañar.
En el baño, creí resolver esta situación. Me dije, le digo “Te envían esto, se lo doy y listo”. No habrá ningún problema.
Me acosté, fui a trabajar, me acerque a ella y le dije “te envían esto”.
Más nunca pensé que preguntara “Quien”, eso no estaba en mi plan de entrega, le relate lo que había pasado la noche anterior.
Lo que pensara ya no importaba, esa era la verdad.
Se quedo con los papeles y a la hora de la comida se los llevo a leer.
Al regreso me dijo:
MARY: Gracias, he estado rezando, leyendo y buscado ayuda para una decisión que debo tomar, y tú me acabas de dar la respuesta.
YO: La verdad, no me agradezcas a mí, agradécele a quien le rezas o a quien le pides ayuda, a mí no.
Tomo la decisión y de ahí comenzamos nuestra amistad.