Padre, en infinidad de vidas y actualmente en esta, te he buscado en diversas ocasiones en mis oraciones, religiones, libros sagrados, decretos, mantras, cantos, bailes, iglesias, ministros, sacerdotes…. e infinidad de cosas más para saber que existes.
Siempre me hablan de un Dios bueno, que solo sabe amar.
Y al ver al mundo pregunto. Dios en donde estas?.... pero, mi humanidad muchas veces me llevo a juzgar y a creer que estábamos fuera de tu mano, sin darme cuenta, que tu amor es tan incondicional, que dejas que cada una de tus criaturas siga el camino que necesita seguir para hallarte.
Algunos necesitan una prisión de soledad, sea su casa, su iglesia, su mente o un lugar apartado, otros la naturaleza, escritos y demás.
Que inmenso es tu amor que nos has dejado caminar en esta inmensidad de muletas que nosotros mismos hemos creado, hasta que un día dejamos de necesitar las muletas y tu luz, que es nuestra luz, que habita en el corazón, nos alumbra y nos deja vislumbrar el amor a partir de nuestro interior.
Y una vez encontrado el hallazgo que Dios vive en mi, comienzo a saber que Dios habita en todo y en todos, y entonces comienza mi verdadero camino, por tantas vidas sí creo en ello, o por esta vida, si creo que sólo existe una vida, pero, al fin y al cabo te encontré y soy capaz de tirar todas esas muletas, para ser el Ser que tanto buscaba, en tu amor.
Padre, porque solo un Padre que ama de esa forma abraza a sus hijos de la forma que tú haces.
Porque cuando estoy en mi humanidad, en donde todo juzgo y crítico, mis ojos del alma esperaran a que mi amor y luz cobijen a todos, en el verdadero Ser que soy.
Tu amado hijo que regresa a ti, en su inmensa luz de amor, para todos mis hermanos llamados humanos, ángeles, arcángeles, seres estelares, maestros, guías… y tantos y tantos hermanos que aquí sería difícil de describir, porque solo el corazón que ha sido abierto en tu amor, despierta a la realidad de la UNICIDAD DE TODO LO QUE ES, Y ES DIOS EN MI Y YO EN DIOS.