miércoles, diciembre 01, 2010

NO HAGAS NADA, A MENOS QUE TE LO PIDAN - Aída Granillo

En el andar de la vida y desde los pocos años que tenemos, aún de niño nos hablan de servir, aconsejar y estar, como si los demás siempre necesitaran nuestra ayuda, y no es acaso, que más ayuda necesitamos dar a nosotros mismos.

Entonces nos distraemos o deseamos sentirnos que valemos, al dar ayuda a los demás, sin saber o entender que cada quien está en donde esta porque necesita aprender algo, ser o bien separarse de donde esta para renacer, aún así seguimos extendiendo los brazos en plan de ayuda, la boca para aconsejar a quien ni escucha.

Porque la gente no escucha, porque esta imbuida en sus yoes, porque no desea salir de ahí, sino que al hablarlo lo va afirmando, hasta llegar al punto que como se lo cuenta a uno, se lo cuenta a otro de la misma forma, como si fuera una grabación, y cuando es así se habla sin sentido, solo se habla.

Y el que escucha, tampoco escucha, porque cuando se le cuenta algo, parece que existe una competencia de eso, y a lo que responde a mi también me paso, o conozco a alguien que le paso, o eso no es nada, es peor…., y entonces también esa persona se encuentra en sus yoes, ensimismado.

Cuando se encuentran así no existe convivencia, ni nada, solo es un estar sin estar, y así continuamente vive el ser humano.

Porque haces cosas si no te las piden, que es lo que te lleva a eso, siempre, y escucha bien, siempre quien necesita ayuda te buscara, como el padre que desea que le cuiden a su criatura busca quien, o el que se siente triste, busca quien lo escuche, pero, realmente desea ser escuchado sentido.

Porque cuando el ser humano deje de parlotear, de hablar y hablar sin sentido, y recobre el sentido de estar presente en donde se encuentra, y realmente escuche a su padre, madre, amigo, compañero o persona que se acerca por algún motivo a el, en esa presencia de estar es que se crea el vinculo del amor que tanto desea la persona, porque son tan pocos los lugares en donde ese abrazo se vuelve cálido, que a veces se a olvidado que existe.

Es por eso, que cuando más presente se este, en el lugar en que se habita, se encontrara la presencia y sentido a todo lo que se hace, porque en el sentir del alma, es que expandes en cuerpo y espíritu, y esa es la diferencia que se crea entre una persona y otra, porque la PRESENCIA, es un estar continuo.

No hagas nada a menos que te lo pidan, y si vas a hacer algo, decir algo, que salga desde el amor de tu corazón, sino valiera más quedarse callado, porque en el amor es la única forma que se acompañan los humanos, lo demás son fantasías.