El mundo en donde vivo se basa en la aprobación de todo lo que es y existe, y así se ha movido a través de las eras, entonces he aprendido a aprobarte para existir.
Eso se debe a que desde el inicio de la vida, fui aprobado primeramente por mis padres, abuelos y familiares, después surgió en mi vida la sociedad, la moda, revistas, televisión…. y demás que me aprobaban.
Alguna vez en la adolescencia, quise quitarme tanta aprobación de mis padres y maestros, a lo que llamaron que me revele, no obedecía, pero en realidad, simplemente buscaba otro tipo de aprobación como son los amigos, clubs, novio(a), su familia, o sea otra familia que pudiera aprobarme y cambiar algunas estructuras para ser aceptada(o).
Entonces cuando me encuentro a alguien o algo frente a mí debe ser aprobado, calificado y no aceptado, porque si es para mí, debe ser conforme está en mis requisitos, olvidándome de que el otro es y así mismo el otro desea cambiarme, realizando el mismo proceso que yo.
Entonces en un agradar y aprobar continuo, existo, esa es mi vida, de otra forma dejaría de existir.
Aunque en este tiempos han ido cambiando poco a poco estas estructuras, de control aprobación, por lo que cuesta trabajo dar el cambio, ya que siempre ha sido así.
El camino por avanzar es distinto, si así deseo, en la aceptación de que todo lo que está fuera de mí, no soy yo, dejar de aprobar será un gran reto, si así deseo, a lo mejor en esa forma de vida se podría existir más.
Buen camino por conocer, desde el entender y vivir que el otro no soy yo, que en las diferencias también se vive y más se existe, sería un peso grande que me quitaría del lomo, llevara tiempo, pero, sí así deseo será y disfrutare de la variedad que existe en este lugar tan bello en donde vivo, observare y seré, porque no existiré por el otro sino por mí.